El ministro había conseguido que llevaran a los ocho miembros de los Lions frente a la formación que mantenía la pandilla, la situación se estaba volviendo mucho más compleja tanto para el gobierno como para los mismos pandilleros que no aguantaban las ansias y el nerviosismo de la misma manera en la que lo hacía Margo, ella prácticamente gozaba de lo que estaba pasando, sabía que tenía ventaja sobre los políticos y lo aprovecharía lo que más pudiera.
—Okey —comentó el ministro de defensa que estaba aún escondido en la comodidad de su oficina. —¿Qué propones? —le preguntó directamente a Aton quien dudó en lo que estaba a punto decir.
—El trato es, tus ocho agentes del Swat por mis ocho muchachos. —El ministro ahogó una carcajada y Aton tensó los músculos de los brazos.
—Estás demente si piensas que aceptaré ese trato, te ofrezco tres de tus muchachos a cambio de mis agentes del Swat.
—¿Tres? Eres demasiado tacaño.
—Tres y te dejo elegirlos, de otro modo espero que mates a los agentes del Swat, nadie va a creer que fui yo quien tomó las malas desiciones.
—Eso no lo sabes —comentó el muchacho sabiendo a la perfeccion que Vanessa estaba grabando todo lo que ocurría, incluso el audio.
—Claro que sí, un muchachito tonto como tú no va a venir a decirme cómo jugar un juego que llevo jugando más de veinte años. —Tomó aire pesadamente. —Así que ese es mi trato, tres tuyos por los ocho míos.
—No. —Negó con la cabeza. —Tengo algo más que ofrecer a cambio de la totalidad de mi equipo.
—Te escucho —dijo el hombre interesado.
—El rehén que tengo aquí es el más valioso que tendrás en tu vida. —Le quitó la máscara y el gorro a Margo quien se sintió expuesta. —¿La conoces? Se llama Margo Woodstock, la que intoxicó a la nación con E.coli, la que envenenó a la población con estaño en el chocolate, la que envió ese misil a Rusia culpando a esta gobierno, sé que la has querido muerta muchas veces pero siempre se te ha escapado de las manos, la última vez una federal mató a tu sicario dejándola libre.
—Aunque me encanta la oferta no puedo enjuiciarla por nada.
—¿Ah no? —preguntó Aton. —Tengo una confesión grabada en este pendrive ¿La quieres?.
—¿Cómo sé que no es un juego.
—Porque con mis muchachos nadie se mete.
—Entonces ¿Cual es la oferta final?.
—Todos mis Lions a cambio de tu equipo del Swat y de Margo. —Blaine se inquietó al oír esas palabras, ese no era el plan, jamás lo había sido así que intentó llegar a la escena sin estropear el plan.
—Hecho —dijo el presidente Aton le metió a Margo el pendrive en el bolsillo de la chaqueta de cuero y se acercó para murmurarle algo al oído.
—Cuídate Woodstock. —El servicio secreto liberó a los Lions mientras que uno de los agentes llegaba por Margo, cerró su mano alrededor de su bícep y ella mostró un rostro serio e implacable a la vez que la pandilla dejaba libres a los ocho agentes Swat que habían maniatado.
Caminé con miedo a un lado del agente del servicio secreto que no se inmutaba en ser amable conmigo, al contrario, disfrutó empujándome dentro de un jeep blindado para llegar de ese modo al pentágono. Alguien allí adentro me vendó los ojos y condujeron rápidamente conmigo en los asientos traseros.
Al llegar el auto se detuvo y me tiraron de la misma cuerda que Aton lo había hecho, solo que los federales eran totalmente desalmados y bruscos, caí al suelo y me raspé fuertemente los manos, tuve que reponerme de inmediato debido a que no quería que me arrastraran todo el camino hacia la sala de interrogatorios.
Caminé un par de metros, no pude percibir cuantos, pero fueron pocos, podría decir donde estaba si no tuviera los ojos vendados con una tela que era sorprendentemente gruesa. Me empujaron hacia atrás y mis corvas sintieron el borde de algo, por lo que supuse que era una silla de modo que me senté allí, no tardaron nada en amarrarme a esta y en quitarme la venda, para mi sorpresa y por lo que había estudiado en los planos, esta era una habitación de interrogatorios del primer piso del pentágono, estaba casi cien por ciento seguirá de aquello, salvo que todas lucen casi iguales y si fallo en mi lógica podría costarme muy caro.
Vi al nuevo ministro de defensa de pie frente a mi, quise sonreír debido a que estábamos acertando con cada parte del plan al cien porciento, pero me mantuve con un rostro serio para no revelar mis siguientes pasos.
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119 Días Antes [Terminada]
Fantascienza119 días antes que el mundo acabara. 119 días antes que Margo pusiera en marcha su plan. Si, ese plan que desgraciadamente estaba destinado al éxito a costa de la vida de muchos. 119 días antes que Spencer se enfrentara cara a cara contra el miedo...