60°Traición

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—¿Algún problema con mi reina? —preguntó Blaine acercándose a la zona de confrontación. El mozo volteó hasta él reconociéndolo de inmediato.

—No, yo lo lamento. —Se disculpó el mozo a penas vio que Margo traía una chaqueta de cuero como la del jefe.

—¿Porqué no vas a hacer tu trabajo? Y yo haré el mío. —El mozo asintió con la cabeza saliendo de la vista y la volvió hacia la muchacha. —Pensé que serías más ruda.

—¿Qué?.

—Margo a mi me agrada como eres normalmente, pero si vas a quedarte tienes que ser más ruda y hacerle justicia a la chaqueta que llevas puesta —afirmó el muchacho y ella asintió con la cabeza, Billy empujó con su cuerpo a Blaine unos centímetros. —¿Qué haces? —preguntó cuando el animal seguía empujándolo. —Billy es más rudo que tu.

—Yo no tengo que ser ruda para conseguir lo que quiero Blaine. —Margo se alzó de hombros.

—Demuéstramelo. —El muchacho sonrió pero Margo miró a su alrededor esperando encontrar alguna manera de probarselo.

—Tienes que aprender a aguardar hasta el momento preciso Blaine, además conseguí pasar hoy a la jaula sin ser ruda. —Se alzó de hombros.

—¿Hablas enserio? Golpeaste a Mitch en las bolas Margo.

—Pero estaba siendo un imbécil. —Blaine le sonrió caminando hasta el mostrador para pedir la órden.

—Hola preciosa. —Oyó Margo por la espalda. —¿Quieres dar un paseo?. —Ella volteó topándose con un muchacho desconocido que le coqueteaba, era algo mayor que ella, se atrevía a decir que tenía como treinta años más o menos.

—No soy tu preciosa y no, no iría contigo ni a la esquina. —Afirmó Margo alzándose de hombros de manera desinteresada.

—¿Estás segura? Por lo que veo andas sola y estás viendo a quién asaltar. —Él sonrió acercándose demasiado a la muchacha por lo que Billy comenzó a gruñir.

—¿Asaltar? Disculpa, los Lions tenemos algo más de clase que asaltar a la gente —afirmó Margo tirando un poco de la correa del animal para que no lo atacara.

—No, pero arman papelones. —Se alzó de hombros.

—¿Siquiera sabes con quién estás hablando? —preguntó ella frunciendo el ceño.

—Con la única Lion que existe ¿L me equivoco? —preguntó pasando la mano por la cintura de la chica atrayéndola hacia él, ella se molestó por lo que soltó a Billy sabiendo que no iba a apartarse de su lado, la correa cayó al suelo silenciosamente y el animal ni siquiera lo notó. —Deberíamos irnos, hay un lugar por aquí cerca —murmuró el muchacho por lo que ella cerró los ojos hastiada.

—Oye no, suéltame, creo que no te convendrá molestarme así que sal por donde entraste.

Él la atrajo más sin importarle lo que estaba diciendo por lo que Margo puso en práctica lo que aprendió en las clases de defensa personal de la universidad, no había tenido que usarlas hasta el momento y le aterraba fallar, pero la adrenalina estaba presente, no podía dar marcha atrás. Elevó el codo horizontalmente y empleando todas sus fuerzas, que eran pocas por lo demás, lo estrelló contra el esternón del muchacho, zona en la cuál duele recibir un golpe de aquella magnitud por lo que él quitó el brazo con el que la sujetaba llevándose las manos hasta la zona.

—Vaya, chica ruda, me agradas aún más —dijo el sujeto tirando del cuello de la chaqueta de Margo pero ella cerró una mano alrededor de su muñeca y la otra un poco más abajo en su antebrazo, dio un pequeño paso hacia atrás otorgándose estabilidad así le resultaría lo que intentaba hacer, pasó su codo por sobre el brazo del chico, bajó el suyo y tiró de la mano dejándolo en una llave muy dolorosa, puso un pie por delante de la pierna del muchacho impidiéndole avanzar o liberarse del agarre e inclinó la extremidad del muchacho causándole una dolencia inexplicable.

119 Días Antes [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora