95•Sexismo

135 14 0
                                    

—Hemos llegado a la altura máxima, ya se puede transitar por la cabina.

Nos informó el piloto de la aeronave, me quité el cinturón de seguridad y me incorporé acercándome al otro muchacho. Sé que Spencer, mi Spencer tiene muchísima curiosidad, se le nota en el rostro, pero no puedo permitir aún que hablen y eso lo sabe y es por esa razón que se ha mantenido alejado y tranquilo. Por ahora necesitaba tratarlo y que se recuperara antes de comenzar a interrogarlo, haría lo que Garret de Ohmnus hizo por mi.

—Oye —dije de manera suave mientras observaba sus signos vitales que me entregaba el oxímetro en el monitor. Él abrió los ojos lentamente hasta posarlos sobre mi. —¿Te golpeaste con algo?.

—Tal vez fue en la caída —murmuró, supuse que le molestaba el sonido que provocaban las turbinas del avión y además elevar su propia voz.

—No lo fue, no la tenías, tal vez la extrema presión de la brecha actuó de vasoconstrictor y no permitió que se formara hasta después de tu caída. —Pareció no entender lo que le estaba diciendo y espiró el aire que contuve un momento.

—Sinceramente —comenzó a decir. —Ni siquiera recuerdo como abrí la brecha, yo prácticamente desperté cuando caí aquí.

—¿Y qué hacías antes de perder la memoria?.

—Margo me duele la cabeza y me bombardeas con preguntas, Garret no hizo eso contigo —se quejó y supe que estaba mucho más lúcido que cuando cayó.

—No, porque soy médico y pude decirle que tenía una conmoción cerebral, tratarme desde allí fue sumamente fácil.

—No podías ni estar de pie porque perdías el equilibrio e ibas al suelo.

—Vas a estar igual —le aseguré notando que su saturación de oxígeno había descendido del noventa y siete por ciento al sesenta por ciento por lo que tomé la cánula nasal para el oxígeno y se la coloqué con cuidado pero inmediatamente comenzó a quejarse.

—Esto me molesta —dijo tratando de quitárselo pero lo dejé fijo con el suministro de oxígeno.

—Si tienes lo que creo que tienes una baja saturación de oxígeno no te ayuda en nada más que empeorar tu estado de salud, así que te aguantas una hora y media con eso, no es tan incómodo. —Volteé a ver al muchacho que estaba en el sillón. —Es peor que tú —le dije en un tono audible y él solo sonrió.

—Te oí —advirtió el muchacho que estaba en la camilla.

—¿Sientes algo más de lo que deba enterarme Spencer?. —Verifiqué su saturación de oxígeno en la pantalla y vi que estaba en aumento, al menos algo estaba mejorando.

—Veo algo borroso —murmuró. —Y me molesta este maldito sonido.

—Es el latido de tu corazón en el monitor —mencioné de manera obvia y él me miró mal.

—No eso, el avión. —Rodeé los ojos ya que era demasiado exigente en cuanto a lo que podía proveerle en ese momento.

—Aparte de eso ¿Algo más?. —Busqué en mi mochila los tapones para oídos que siempre usaba en los viajes debido a que también me resultaba molesto el sonido de las turbinas.

—Si, la cabeza me duele un montón —mencionó mientras le ponía los tapones en los oídos. —¿Qué es eso? —preguntó frunciendo el ceño mientras me estiraba un poco para ponérselo en la otra oreja.

—Para que no te moleste el sonido del avión —le respondí suavemente ya que no debía alterarlo.

—Sigo teniendo ese zumbido. —Me detuve frente a él y tomé el control de la camilla para incorporarlo un poco así no estaría tan horizontal sino un poco más sentado ya que podría llegar a resultarle más cómodo.

119 Días Antes [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora