52°Negligente

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—Hola Blaine —dijo Aton entrando al bar viendo como todos los que dormían se ponían de pie para tomar sus cosas e irse...

—Hola —murmuró el hombre sentado en la barra bebiendo una taza de café.

—¿Cómo estuvo el resto de la fiesta? —preguntó sentándose frente a él.

—Supongo que bien, yo cerré esa puerta después que Cass entró y tu te fuiste junto a River y León. —Se alzó de hombros. —Parece que estuvo salvaje-

—Eso veo —afirmó el muchacho. —¿Cómo está el pie de Cass?-

—Supongo que bien, ella sigue durmiendo así que no me ha dicho nada. —Aton asintió con la cabeza y el chico inspiró viendo la reacción. —Oye, voy a ser totalmente honesto y directo contigo, si estás viendo a Cass como otra de sus conquistas o otro trofeo que ganar te advierto que abandones el plan, primero porque si lo haces a pesar que ella sea adulta sigue siendo muy inmadura en algunos aspectos y no me hago cargo por la paliza que yo te daría, segundo porque Cass ya ha tenido una infancia y adolescencia difícil por sus padres, te aclararé ahora que no vive con ellos, hace seis años o más que no hablan y que no los menciones, creo que deberías pensarlo bien antes de hacer algo.

—Blaine —dijo Aton sinceramente. —Si Cass fuera otra de mis conquitas probablemente anoche yo habría estado sobrio y me hubiera aprovechado de que ella no —le aclaró el muchacho. —Y lo sabes.

—Mira, eres adulto, ella es adulta, sabe lo que hace y porqué lo hace, puede que tenga razón como puede que no, pero yo si veía su rostro cuando me pedía que la llevara al hospital haciéndose la fuerte para que le suturaran heridas o para que le colocaran yeso, la cuidé lo que más pude pero hay cosas de las que ni Dios puede sacarte —reflexionó Blaine tratando que la charla hiciera algún click en la cabeza de Aton.

—¿Cass sufría de violencia intrafamiliar? —murmuró el muchacho algo sorprendido. Blaine asintió con la cabeza. —¿Durante cuánto tiempo?.

—Diesiséis años aproximadamente —respondió el primo de la muchacha. —Por favor, no juegues con ella Aton, no se lo merece, no quiero ver esas lágrimas de nuevo en su rostro.

—No pretendo eso —afirmó Aton.

—Eso espero, por tu bien al menos.

* * *

Margo abrió los ojos y lo primero que hizo fue quitarse el hielo del pie ya que no notó que se había quedado dormida con eso sobre el pie. Lo sintió adormecido por lo que comenzó a moverlo, había mejorado pero su cojera era evidente y la caminata por el techo no ayudó en absoluto.

Se metió a la ducha de mala gana y se colocó unos jeans negros con las rodillas rotas, un crop top burdeo un tanto holgado que tenía unos pequeños cortes y dejaba su abdomen al aire solo un poco junto a un par de zapatillas que dejó sin atar, cepilló su cabello y luego bajó las escaleras con cuidado buscando a Blaine con la vista, como no lo vio caminó por el pasillo.

—Blaine ¿De casualidad tienes un paracetamol, ibuprofeno, ketorolaco, o algo así? —preguntó cuando llegó a su lado y vio a Aton a quién le sonrió levemente.

—Creo que no ¿Porqué?. —Frunció un poco el ceño. —¿Necesitas que te lleve al médico?.

—Chistoso —murmuró ella sentándose a su lado para aflojarse las agujetas de la zapatilla.

—Te estoy preguntando enserio.

—No estudié tantos años para que me preguntes si necesito ir al médico —repuso entrecerrando los ojos. —En fin, tu respuesta es no, así que volveré a dormir. —Iba a ponerse de pie pero Blaine la detuvo.

119 Días Antes [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora