19°Obsesión

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—¡Spencer! —exclamó Tessie saliendo de su habitación y corriendo a la de su hermano con agitación.

—¿Qué pasa?. —El muchacho se agachó mientras veía que la pequeña estaba muy asustada.

—Margo... —susurró la muchacha, Spencer miró en dirección a la habitación de Tessie pero no veía señales de la otra chica.

—¿Qué pasa con Margo? —preguntó él comenzando a alarmarse, su hermana no se asustaba fácil.

—Ella se cayó y fue mi culpa porque dejé una muñeca y un peluche en el suelo —Tessie comenzó a llorar y Spencer estaba preocupado por ambas en realidad. —Spens no despierta.

—Tessie, quédate aquí volveré enseguida.

El muchacho se puso de pie y corrió a la habitación de su hermana. Al entrar vio a Margo en el suelo, estaba de espaldas, ella no cayó, ella se había desmayado.

—¿Margo? —preguntó agachándose y la movió un poco tratando de hacer que despertara. —Margo —insistió inclinándose hacia adelante para oír si respiraba, por suerte lo hacía.

—¿Qué demonios pasa aquí? —preguntó Jamie entrando a la habitación. —Ah, ya se desmayó —comentó despreocupada. —Si deja de respirar somos libres —dijo con ironía.

—No, si Margo muere el mundo muere —repuso Spencer, era una vil mentira, pero supuso que de todos modos debía usar un argumento convincente.

Buscó el celular en los bolsillos de la muchacha y lo encontró. Prendió la pantalla buscando en sus contactos a Johanna mientras que Jamie iba a ver a Tessie quién seguía llorando en el cuarto de Spencer.

—Cuéntame ¿Cómo va tu cita? —preguntó Johanna al otro lado de la línea, pudo haber sido gracioso en otro momento, pero en este no lo fue y lo omitió por completo.

—Johanna —dijo el muchacho.

—¿Spencer? —preguntó la chica al otro lado de la línea muy confundida, Margo no dejaba que nadie tomara su celular y tenía buenas razones ya que habían contactos importantes allí.

—Margo se desmayó. —La muchacha se tensó al otro lado de la línea.

—¿Por la anemia? ¿Comió algo? —preguntó Johanna apoyándose en el banquillo del laboratorio.

—Yo no lo sé, ella ya estaba despierta antes que yo hoy en la mañana, tomamos desayuno antes de venir... —lo interrumpió.

—Ve si tiene pulso. —Spencer dejó el celular a un costado poniéndolo en alta voz, llevó el dedo índice y medio al cuello de la muchacha y sintió pulsaciones. —Cuéntalos durante diez segundos y multiplícalo por seis. —Comenzó a contar mentalmente mientras veía como los segundos avanzaban en su reloj.

—Tiene ochenta pulsaciones por minuto. —Johanna respiró profundamente al otro lado de la línea. —¿Es malo?.

—No, no lo es pero no puede subir mucho más que eso, ahora tienes que inclinarle la cabeza hacia atrás, no uses ningún cojín, ábrele levemente la boca para que tenga una vía alternativa en caso que se le tape la nariz. —Spencer siguió las instrucciones al pie de la letra.

—Ya lo hice. —Le informó a la muchacha que estaba expectante en el laboratorio, Margo comenzó a moverse y Johanna oyó su quejido al otro lado de la línea.

—No permitas que se levante, pregúntale cosas que solo ella sabría —indicó Johanna.

—¿Margo? —preguntó Spencer mientras la muchacha abría los ojos e intentaba incorporarse. —Oye, deberías quedarte en el suelo. —Tomó un cojín y lo puso debajo de la cabeza de la muchacha.

119 Días Antes [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora