98•Negociación

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—¿Qué soy aquí? —preguntó Spencer volteándose en la camilla para poder verme debido a que estaba con las piernas arriba en el sillón y me cubrí con una de las mantas de polar solo por el hecho que la temperatura había descendido unos cuantos grados.

—Eres un Ingeniero civil en matemáticas y estadísticas. —Lo vi apretar los labios y negó con la cabeza levemente.

—Parece que en todos los planetas soy nerd. —Sonrió y apoyó la cabeza en la almohada.

—No, no creo que lo seas, yo en tu planeta soy bailarina y aquí soy médico, creo que solo se debe a la vida que llevemos y a las decisiones que tomemos.

—En Ohmnus mi papá es un monstruo, violentaba a mi mamá desde que tengo memoria —comentó como si no le doliera.

—Aquí tu papá es héroe de guerra, y mi héroe también —respondí con algo de nostalgia en la voz, su recuerdo siempre me causaba un eco vacío en la mente.

—¿Tu héroe?. —Frunció el ceño y asentí con la cabeza.

—Claro, me salvó de mi misma. —Apreté los labios y tomé aire profundamente capeando el dolor de las costillas.

—¿Desde cuando conoces al otro Spencer que está aquí?.

—Desde que teníamos once años. —Me cubrí más con la manta para poder quitarme la sensación de desprotección del mundo.

—Wow, eso es mucho tiempo. —Apretó los ojos y luego se acostó de costado para poder verme.

—Te lo dije en la tarde. —Fruncí un poco el ceño y lo observé mientras él pasaba una de sus manos por su cabello dejándolo hacia atrás pero al tocar el moretón cerró los ojos debido a que dolía.

—Pensé que no era cierto, tal vez exagerabas para que te dejara en paz. —Se alzó de hombros mientras me ponía de pie y caminaba al estante para sacar una de las cremas que fomentaba la cicatrización de los capilares de la piel.

—No mentiría con eso —comenté acercándome a él mientras destapa el tubo y apretaba para que saliera poniéndola sobre las yemas de mis dedos.

—¿Qué haces? —preguntó mientras le ponía aquella cosa en la frente y la esparcía para dejarla cubriendo todo el hematoma -Margo-insistió jalando de mi mano para ver qué era lo que tenía en los dedos, deslizó la punta de estos por mis yemas y sintió la textura.

—Es crema Spencer, no veneno, y hará que desaparezca el moretón que tienes en la frente. —Retiré mi mano de las suyas y la dejé sobre el estante.

—Margo —dijo Johanna abriendo la puerta observándome atentamente. —¿Qué haces aquí aún? Es tarde, ve a dormir. —Noté que traía puesto el pijama por lo que debía haber estado durmiendo.

—Son las nueve —le respondí despreocupada ya que aún era temprano.

—Son las doce, ve a dormir.

Cerró la puerta y se alejó caminando por el pasillo, esperé a que se fuera antes de meterme de nuevo en el sillón y taparme con la manta. No estábamos a oscuras, sino que estábamos en siendo iluminados por las luces del pasillo que eran algo potentes, este lugar nunca podía quedar a oscuras al cien por ciento.

—¿No irás a dormir?. —Frunció el ceño volteando a verme mientras yo acomodaba los cojines en mi espalda para que no me molestara.

—No duermo —respondí sacando del respaldo y libro que encontré.

—¿Eres un cyborg que no duermes?. —Enarcó ambas cejas sin dejo de humor en su voz.

—Altos niveles de cortisol disminuyen los de melatonina, en otras palabras me da insomnio en la noche, es como si mi ciclo cicardino estuviera al revés. —Me alcé de hombros y vi su rostro de confusión.

119 Días Antes [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora