59°Soberbia

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Blaine abrió la puerta mientras movía a Margo con cuidado para que despertara, la muchacha abrió los ojos y se soltó el cabello espabilando. Tomó aire profundamente y despertó con suavidad a Aton.

—Oye —murmuró pasándole una mano por el cabello. —Ya llegamos-. —Se bajó del auto por lo que el muchacho la siguió.

—Te espero en el auto —murmuró Blaine ya que asumió que ella iba a ir sola a dejarlo y asintió con la cabeza de acuerdo con eso, en realidad le era indiferente.

Caminó con Aton hasta la puerta de la casa y golpeó la puerta con los nudillos mientras lo sujetaba en caso  que le pasara algo como desmayarse o descompensarce.
Se oyeron unos pasos adentro y se abrió la puerta, la señora Davis al verlo se sorprendió muchísimo.

—Aton —dijo preocupada. —¿Qué te ocurrió?. —Lo hizo entrar a la casa y esperó a que Margo entrara para cerrar la puerta.

—Está sedado —mencionó Margo para que no se preocupara demás.

—¿Sedado? —preguntó la señora mientras tomaba aire al ver a su hijo en aquel estado.

—No fue culpa de Cass mamá —murmuró el muchacho caminando hasta el sillón para sentarse.

—Claro que no lo fue —afirmó la mujer de manera obvia. —Pequeña —e dijo a la muchacha de manera amable. —¿Qué le pasó?.

—Quedó así después de la pelea en la jaula —comentó la muchacha de manera honesta. —Le brindé primeros auxilios.

—¿No había un médico de la federación de deportes? —preguntó la señora Davis sin darse cuenta de lo cruel que acababa de ser.

—Mamá —dijo Aton poniéndose de pie mientras la mujer caía en la cuenta de lo que había dicho.

—Mi niña no me refería a eso, me refería a que legalmente debe haber más de un médico de la federación, no que tu seas mala en tu trabajo —explicó rápidamente.

—Si entendí a que se refería —mencionó la muchacha sonriendo levemente.

—¿Y que tiene que está sedado? —preguntó frunciendo levemente el ceño.

—Le hicieron una tomografía, tiene un conmoción, no es nada grave, tiene tres costillas fracturadas del lado izquierdo, un labio partido al que le puse un punto aunque creo que ya lo notó e innumerables moretones.

—¿Gracias? —dijo Aton frunciendo el ceño.

—Oye es mi trabajo —murmuró alzándose de hombros.

—Y eso está bien —afirmó la mujer asintiendo con la cabeza mientras le sonreía a la muchacha.

—Okey, estás con tu mamá así que vas a estar bien —comentó Margo caminando hasta la puerta pero antes de poder salir Billy la interceptó saltando a sus brazos y esta vez la muchacha estaba preparada por lo que decidió agacharse a hacerle cariño, el animal se sentó y agachó las orejas mientras Margo le pasaba los dedos por el lomo. Kira volteó para ver a Aton quién se estaba quedando dormido en el sillón pero sonrió al ver a la muchacha llevándose bien con Billy.

—Cass — dijo la mujer por lo que la chica dejó de acariciar a la mascota poniéndose de pie para oírla. —¿No quieres quedarte a la cena?.

—Muchas gracias señora Davis, pero iba a ir a almorzar y Blaine se pone algo dramático —mencionó la muchacha mientras Billy se sentaba a su lado a la espera de más cariño. —Yo puedo venir después si gusta. —La señora Davis asintió con la cabeza.

—Nos vemos más tarde. —Margo sonrió despidiéndose de Billy con una última caricia y luego salió por la puerta de la casa.

Blaine estaba mirando justamente hacia la puerta por lo que cuando la muchacha salió puso inmediatamente el auto en marcha, la chica subió de copiloto aflojándose las agujetas de las zapatillas.

119 Días Antes [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora