Feraligathor

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Tomamos los remos y comenzamos a remar de regreso a al barco. Pero a medida que estábamos cada vez más cerca, notamos que ya no había ninguna pelea. Sino una persecución.
-Maldita sea, debemos apresurarnos.
Traté de idear una estrategia. No podía permitir que se lleven a Wishiwashi. No sé para que lo querían, pero obviamente lo iba a frustrar. Rebusqué entre mis cosas hasta que encontré una pokebola vacía.
-Ya sé, lo vamos a atrapar.
Ella me miró confundida.
-No hablarraras en serrio.
-De verás. Con Snorlax hice algo parecido, él también estaba iracundo hasta que lo atrapé. Ahora que lo recuerdo…
Kate mencionó algo de un artefacto que tenía el Wishiwashi, y Snorlax tenía un aparato, pero no creía que tuviera alguna relación, a menos que…
-¡Saske!
Me llamó la chica, me había perdido en mis pensamientos. Saqué a Croconaw y tomé una cuerda para amarrarme a él, así no me hundiría.
-Scotty, iré por él. Tú quédate aquí y cúbreme. – Le pedí, a lo que ella mostró señas de desaprobación, pero igual salté. – Por cierto, amárrate al bote para que no te caigas.
Ella asintió.
-Va, yo te cubro.
Nadé directo al pecesote, que justo le había sacado un tramo al barco. Si quería atraparlo, debía debilitarlo primero, más aún porque solo tenía una oportunidad. Cuando estuve cerca, noté que estaba fatigado y herido, así que faltaba poco. Saqué a Pikachu y le dije:
-Dale un rayo con todo lo que tengas.
Mi rata saltó y en el aire cargó la energía, y la disparó contra el pecesote quien se retorció producto de la descarga.
-Bien.
Celebré y regresé a mi pokémon. Sin embargo, el Wishiwashi movió su gran ojo y me observó.
-Vaya, parece que todavía le queda algo de energía.
Exclamé para nadie realmente. El pez abrió su inmensa boca y me disparó un torrente de agua con tanta potencia que nos recorrió varios metros hacia atrás. Si no fuera por Croconaw, no los hubiera resistido. Le acaricié entonces la cabeza, percatándome de que estaba agitado.
-Éstas en tu limite, compañero. – Él negó con la cabeza, a la vez que volteaba a ver a Scotty, quien se estaba amarrando la cuerda en la cintura. - ¿Estás preocupado por ella? Recuerdo que cuando nos conocimos tú peleaste a mi lado a pesar de que no eras mi pokémon. Siempre has sido muy amable. – Él asintió.- Por eso, vamos.
Le dije y comenzamos a avanzar, pero entonces una  gran red hecha de lianas salió disparada del barco y envolvió a Wishiwashi atrapándolo. El gran pokémon no pudo liberarse. Me distraje tanto en eso que no me percaté de la lluvia de flechas de hielo que cayó sobre mí congelando el agua donde estaba, impidiendo moverme.
-¿Qué diablos?
Exclamé y me giré, para ver a Kate con Decidueye y Froslass a su lado mientras que un Simisage hacía piruetas alrededor de John. Dicho mono era distinto a otros que hubiera visto antes, pues estaba más curtido lo que se veía en sus cicatrices y tenía una mayor masa corporal.
-Ya hemos capturado a los dos objetivos. Parece que su estrategia de retrasar la captura del pokémon para así atraer a Saske fue exitosa, capitán.
El pirata sonrío por la felicitación de Kate.
-Le dije que no había problema señorita, yo siempre logro lo que me propongo.
Maldije por lo bajo y entonces Croconaw con su cola destrozó el hilo a mi alrededor, permitiéndome tomar la pokebola de Lizardon, pero una nueva seguidilla de flechas de hielo congelaron mi mano y a mi cocodrilo.
La peliazul me miró severamente, y me juzgó:
-Parece que no te quedarás tranquilo, aun en la derrota, Saske. De manera tal, que tendré que congelarte totalmente.
Decidueye preparó su flecha, Froslass la congeló y el búho y la disparó. No obstante algo se interpuso.
-Yo te cubro, remember?
Era Scotty, quien usaba su Aegislash como espada y escudo. Pero estaba en el aire, y entonces noté que su cuerda estaba atada a su Corviknight, el cual se veía tranquilo. La chica tiró un tajo con la espada en mi dirección liberando mis manos del hielo. Con una tomé la pokebola vacía y se la arrojé:
-Tú ver por Wishiwashi, yo me encargo de este par.
Ella asintió y se alejó siendo llevada por su cuervo, mientras que yo solté a Lizardon. Mi pokémon voló directo contra Kate, destruyendo todas las flechas de hielo que le eran lanzadas con su aliento ígneo, y cuando estuvo finalmente frente a ella…
-Lizardon, Lanzallamas.
Sin miramientos, mi lagarto disparó una descarga de fuego contra Decidueye y Froslass barriendo con ellos, quienes no pudieron protegerse por cubrir a su entrenadora. Todos volaron hasta el otro extremo del barco.
Después, Lizardon se giró hacia John, pero lo recibió una red de lianas como las que atraparon a Wishiwashi disparadas por el Simisage, sin embargo esto no era nada para mi lagarto que las quemó en el acto. El mono saltó a la cara de mi pokémon y le dio una ráfaga de arañazos, no obstante estando así de cerca estaba a tiro, de forma que…
-Garra metal.
Mi pokémon hundió su puño en el estómago de Simisage, para rematarlo con…
-¡Lanzallamas!
Le dio, pero disparo de manera irregular en varias direcciones. El mono había dañado sus ojos y no veía bien, lo que se notaba en sus movimientos. El fuego había comenzado a dispersarse en el barco, así que le ordené:
-Lizardon, regresa.
Mi pokémon voló hacía mí, pero tras él se acercaba el Pidove de John.
-¡No creas que escaparas Saske!
Y sin que se lo esperara, mi Croconaw se libró de su prisión de hielo y le disparó un Hidrobomba que lo hizo salir volando a la paloma de regreso hasta el barco.
Mientras eso sucedía, Scotty había llegado donde el Wishiwashi se retorcía para salir, pero cada vez con menos ánimos. La chica analizo la situación y dijo:
-One hit more.
Sostuvo con fuerza la espada de Aegislash y cortó la cuerda que la unía a Corviknight cayendo directo contra el inmenso pez, gritando:
-¡Sacred Sword!
Y la encajó en la espalda de Wishiwashi, sintiendo que le impactaba de lleno. No obstante, el inmenso pokémon comenzó a desvanecerse. Como si de burbujas se tratasen, el pez se deshizo en muchos pequeños peces que escapaban de la red. Ante la falta del pokémon, Scotty cayó directo al agua. Se sujetó de las lianas, y entre ellas notó a un pequeño pokémon, solo y asustado, que tenía un extraño aparato en su espalda. Acercó su mano a dicho pokémon y le acarició la cabeza, para luego tomar el aparato y quitárselo. Con su mano lo aplastó y lo guardó entre sus ropas, para entonces tomar la pokebola y ponerla frente a Wsihiwashi.
-Tranquilo amigo. Ya no estás solo.
Y golpeó la cabeza del pokémon atrapándolo.
Regresando conmigo, el pirata se veía realmente molesto.
-Ya veo porque tantos te quieren atrapar, Saske. En verdad eres una molestia. Pero bien, no creo que exista problema si acabo contigo, aquí y ahora.
Todos los cañones comenzaron apuntarme.
-Eso es un poco cobarde.
Apele a su orgullo.
-El orgullo de un pirata radica en lograr su encomienda, no en estúpidos códigos morales.
Levantó el brazo, y cuando estaba a punto de ordenar “fuego”, una figura le hizo sombra. Ambos volteamos hacia arriba y era Scotty siendo cargada por Corviknight. La chica le gritó:
-Oye captain, sobre tu barco… no me gusta.
Presionó el botón de una pokebola que tenía en su mano, y de ella salió un humilde pescadito, pero a medida que caía su tamaño aumentaba por alguna razón, hasta que recobró su forma original. Era Wishiwashi.
Como un auténtico monstruo marino, con sus gigantescas fauces atrapó al barco y lo hizo pedazos, estallando él mismo en el proceso en una lluvia de madera y agua.
Scotty me recogió con Corviknight para que no quedara atrapado entre los escombros y regresamos al bote. Nos sentamos frente a frente, con nuestras ropas destilando y nuestros alientos acelerados.
-Lo hicimos. We did it.
Aseguró ella. Yo asentí.
-Ahora debemos alcanzar al resto.
Tomamos los remos y comenzamos a darle, aunque fuera despacio. Croconaw se negó a quedarse dentro de la pokebola y nos ayudó a navegar.
-Este chico is very amable.
Observó Scotty mientras le acarició la cabeza.
-Como es el único pokémon de agua, supongo que se siente responsable. – Supuse, para luego corregir. – Bueno, ya no es el único.
La chica tomó la pokebola de Wishiwashi y la miró.
-No es un mal pokémon, solo estaba solo y enojado. - Comentó ella. Y tras unos momentos de contemplarlo, en su cara se manifestó la revelación. – Oh right, encomtré esto adherido a él.
Sacó de entre su ropa un aparato. Lo tomé y analicé.
-Así que este es el artefacto.
Un escalofrío me recorrió cuando me di cuenta de que era muy parecido al que tenía Snorlax cuando lo encontré. Pero eso no tenía sentido. Snorlax lo atrapé cerca de la Meseta añil, y esto estaba en un pokémon en medio de las aguas de Alola. El diseño era el mismo, aunque tal vez funcionara de manera diferente porque el de Snorlax dejaba de funcionar con el agua, o también puede ser que tuvieran el mismo principio y se hubiera solucionado el problema de la humedad. De igual manera, ¿qué tenían en común estos dos?
-¿Krees que sigan vivos?
Me cuestionó mi compañera sacándome de mi pensamiento. Entonces me di cuenta de que estábamos cerca de los escombros del barco.
-No te preocupes. – Le tranquilicé. – Una vez hundí a Surge con todo y barco para que reapareciera tiempo después. De seguro este par está bien y volverá en cualquier momento.
Apenas terminé de decir eso, una serie de hojas navaja volaron hacia nosotros. Croconaw al instante saltó y nos cubrió de ellas, cayendo el al agua.
-¡Croconaw!
Grité y estiré mi mano hacia él, pero antes de que pudiera hacer nada unas lianas nos cayeron encima impidiéndonos hacer cualquier movimiento. 
-Así que le di al cocodrilo.
Escuché decir. Apreté los dientes y miré al responsable de todo.
-John Peace.
Escupí. El pirata se encontraba parado sobre una balsa improvisada con Kate inconsciente en sus brazos, Simisage frente a él y un ceño fruncido.
-Ustedes dos…Destruyeron todo lo que tenía. Mi barco y mi reputación. Así que supongo que está bien que los destruya a ustedes.
Traté de tomar una pokebola, pero me era imposible moverme. Scotty intentó romper las lianas, pero tampoco podía. El Simisage se paró bajo un rayo de sol y comenzó a brillar. El capitán extendió su mano hacia nosotros.
-Destruiré su bote con ustedes. ¡Rayo solar!
El mono disparó un rayo de luz contra nosotros. Vi como la luz nos alcanzaba, hasta que algo salió del agua. Se puso de frente y con un torrente de agua intentó frenar el Rayo solar, chocando ambos ataques, sin embargo, su poder no era suficiente. El rayo de luz ganaba terreno cada vez más contra la Hidrobomba, y casi lo alcanzaba.
-Croconaw.
Chilló Scotty, pero entonces una luz lo envolvió.
-No. – Le dije mientras mi cocodrilo crecía en tamaño y fuerza. – Feraligathor.
Con su renovado poder, Feraligathor pudo responder ante el Rayo solar. El ataque del mono retrocedía cada vez más ante el de mi pokémon, hasta que no pudo seguir peleando con él y tanto el pirata como su pokémon recibieron el ataque cayendo al agua. Sin embargo, esto no acababa.
Feraligathor entró al agua y a toda velocidad nadó contra nuestros enemigos, atrapó al mono entre sus fauces recubiertas de hielo y lo mordisqueo hasta que lo derrotó. Soltó al mono a los pies del capitán y le rugió en la cara.
Como pude me puse de pie. Si ya lo tenía, debía sonsacarle información.
-Dime, ¿a dónde ibas a llevar al Wishiwashi?, ¿dónde está la princesa?
Me miro a los ojos y se rio un poco.
-No tengo idea de donde esté la princesa ni la ubicación. – Acercó a Kate a su rostro y la acarició. – Ella es la que tenía toda la información.
-Mientes. – Le dije. – Dime o si no…
-¿Me vas a matar? – Cuestionó sonriendo y luego puso su cara seria. – No sé nada, así que aunque me amenaces no me sacaras nada. Y ella preferiría morir a traicionar a su princesa.
Mordí mi labio. Él tenía razón. Pero no lo podía dejar ir:
-Vamos John, debes saber algo. Y te conviene decírmelo.
-¿Por qué lo dices? – Me cuestionó.
-Porque así podrías obtener tu venganza. Si llego hasta la princesa, tú podrás defenderla.
-Conque una oportunidad de reivindicarme. De vengarme. Interesante. Claro. Tú destruiste todo lo que tenía, y yo voy a devolverte el favor. -Me amenazó con veneno en sus palabras. -Ok, escuché un rumor. Sé que la orden con frecuencia envía suministros a una instalación al pie del Monte Lanalika. Tú ve que haces con eso.
Su balsa comenzó a moverse, así que le dije a Feraligathor que bajara.
-Ya nos veremos, Capitán. – Le dije.
-Tenlo por seguro, duerme con un ojo abierto que ya te he marcado con un punto negro.
Aseguró mientras se alejaba. Mi pokémon regresó con nosotros, rompió las lianas con sus colmillos y lo metí a su pokebola.
-Buen trabajo compañero. Te mereces un descanso.
Le susurré. Scotty me señaló:
-Te ganazte otro enemigo. ¿Ke harras ahora?
Resoplé mientras me tiraba al suelo del bote:
-Lo que hago siempre. Derrotarlos.

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⏰ Última actualización: Nov 30, 2024 ⏰

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