Los Últimos Reyne II | Fanfic GOT

XIII. Confianza

El Norte
Fuerte Terror

Ellys estaba en su habitación, con Harwyn y Lorean compartiendo el cesto de frutas que Lord Wyman Manderly le había enviado junto a la nota donde le pedía reunirse con él a la mañana siguiente, en el pequeño septo de Fuerte Terror.

Los Bolton no habían vuelto a enviar a Theon a su servicio, Ellys supuso que era una orden de Lord Roose, pues el bastardo parecía disgustado desde su llegada, aunque no dejaba de fingir amabilidad y respeto. Tampoco pudo ver a su antiguo esposo por los pasadizos o por el patio, mucho menos durante las cenas, donde fuera que lo tuvieran, no se lo dirían, así que no se tomó la molestia de preguntar.

«Podría empeorar las cosas para él». Pensó.

Aún no tenía claro que haría con esa nueva información. Qué Theon Greyjoy estuviera con vida no afectaba en nada su matrimonio actual, pues él lo había roto incluso antes de que los norteños recuperaran Winterfell. Lo único que ponía en riesgo, era la posición de Harwyn sobre las Islas de Hierro. Si los Bolton seguían controlando al heredero, no tardarían mucho en tratar de controlar las Islas.

—Piensas demasiado en eso... —dijo Lorean, mordiendo la mitad de una frambuesa.

—¿En eso? —repitió confundida.

—En el sirviente —continuó él— ¿Estás segura que es Theon Greyjoy?

—No hay duda de eso, es Theon. Le falta el dedo que me mostró Robb —«y muchos más»— Además él mismo lo confirmó.

—¿Greyjoy? —preguntó Harwyn— ¡Como yo!

—No, claro que no es como tú —respondió  Ellys, escueta— Y no deberías escuchar las conversaciones de los adultos, es de mala educación.

El niño hizo un puchero y se abarrotó la boca con las últimas fresias de abanto que quedaban.

—¡Vamos, echa aquí todo eso, te vas a atorar! —le dijo Lorean extendiéndole la mano.

Harwyn escupió las fresias y se tiró a la cama, no tardó mucho en quedarse dormido. Lorean echó las frutas masticadas al suelo y se limpió las manos con el mantel de la mesita.

—Eso es asqueroso —dijo Ellys.

—No son tus sirvientes los que tienen que lavarlo —sonrió él— Tienes que dejar de ser tan severa con tu hijo, Ellys. Es solo un niño.

—Y porque es un niño, no sabe lo que dice... Si repite ciertas cosas con las personas incorrectas... —dejó la frase sin terminar— Además no logro entenderlo, ni él a mí, supongo.

—Así son los niños —Lorean se alzó de hombros.

—Parece que sabes mucho de niños —replicó con ironía— ¿Acaso tienes hijos?

—Tal vez tenga por ahí algún hijo que no conozco, pero hasta donde sé, soy un hombre sin familia —rió— Además detesto a los mocosos. Pero me llevo bien con el tuyo.

Ella asintió.
Harwyn sentía apego por Lorean desde que se cruzó en sus vidas por primera vez. Tal vez porque en ese tiempo, ella no estaba en sus cabales para atender al bebé como necesitaba o porque por mucho, él había sido su única figura paterna. Lo que fuera, Ellys no podía negar que a lo largo de la vida de su hijo, Lorean había sido más padre para Harwyn, que Theon.

—¿Quieres que averigüe dónde lo tienen? —preguntó Lorean.

—No... ¿De qué serviría? No es como si pudiera sacarlo de aquí.