Roca Casterly
Por primera vez después de muchos años, Ellys volvió a soñar con aquél oscuro callejón de Kings Landing. Otra vez era la pobre mujer embarazada, indefensa y temerosa, a merced de aquellos tres sucios borrachos.
«Ferry... El peor se llamaba Ferry.» Dijo para sus adentros.
Sintió como la invadía el pánico, y el olor a almendras y vino malo se coló por sus fosas nasales. Pero esta vez no empezó a suplicarle a los Siete que la salvaran, sino que le dieran fuerza.
Los atacantes empezaron a desvestirla. El que se arrepintió de forzarla, Walden, se echó a correr. Mientras que Ferry y el otro reían por su desgracia. Las encías sin dientes de Ferry se ensancharon en una sonrisa de júbilo al posicionarse entre sus piernas.
Y fue entonces que oyó el crujido de una espada saliendo de su vaina, se cubrió el cuerpo desnudo con las ropas rotas y comenzó a sollozar.
Apenas alzó la vista para ver como su salvador le abría el cuello de lado a lado a Ferry. Llevaba un yelmo dorado y una armadura del mismo color, tallada con pequeñas flores y garras de león.«Jaime no llevaba yelmo ese día, y esa no es su armadura.» Pensó al verlo.
Además, parecía mucho más pequeño y delgado. Cuando se retiró el yelmo, no vio cabello dorado, sino rojo. No era nadie sino ella misma.
Se despertó agitada, con los rizos pegados a la frente.
Su hijo no había dormido con ella esa noche, así que le llamó la atención ver a Freyri sentado a su lado, mirándola fijamente con sus brillantes ojos amarillos. Ellys movió las sábanas para espantarlo, y el animal le dio un zarpazo en el reverso de la mano antes de bajarse de su cama y colarse hacía afuera, por la terraza.
—¡Mi lady! —Veera corrió desde la puerta con una bandeja llena de pan recién horneado y té de cereza.— ¿Le ha hecho daño? —preguntó, revisandole la herida.
—Sólo un raspón —dijo. Pero ya empezaba a sentir las gotitas de sangre emergiendo del arañazo.
—El maestre Franket me pidió que le dijera que requiere hablar con usted, parece que es algo urgente.
«Para Franket todo es urgente.»
—Bien. Iré a verlo ahora mismo.
—No tiene que ser ahora mismo, aún es muy temprano, mi lady —masculló con timidez.
—Sí, pero sé que no podré volver a dormir hoy.
Nunca podía después de una pesadilla.
—¿Quiere que despierte al pequeño Lord, mi lady?
—No... Él debe estar teniendo bonitos sueños. Déjalo dormir.
****
En la Torre del Maestre, además de Franket, se encontró con Ser Collum Brax y con el mayordomo de Roca Casterly, Lord Gwilym Swyft. Los dos caballeros parecían cansados: Swyft bostezaba de cuando en cuando y pestañeaba varias veces para no quedarse dormido sobre la mesa; Ser Collum por su parte, se veía devastado, como si acabara de recibir una noticia terrible.
—Ahora que Lady Ellys está aquí, debo repitir la trágica noticia que llegó anoche desde Los Gemelos —Franket trató de emular voz de tristeza.
Primero narró los detalles de como el cuervo apareció en su alcoba a mitad de la noche. Despotricó contra el ave y sus alas lentas.
—¡Tardó media semana en llegar hasta aquí! —repitió varias veces.
Después, demenuzó los detalles de la boda de Walder Frey. Su relato se fue volviendo cada vez más oscuro, cada palabra que el maestre decía, la iba poniendo más nerviosa. Ser Collum apretó los labios en una mueca, era tal vez la tercera vez que oía la historia y seguía siendo increíble para él.
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Los Últimos Reyne II | Fanfic GOT
Hayran Kurgu«Pero ahora lluvias lloran en su salón, con nadie que las escuche. Sí, ahora las lluvias lloran en su salón. Y no hay ni un alma para oír». Después de la fallida rebelión de la Casa Reyne contra los poderosos Lannister de Roca Casterly; Tywin Lannis...