Ben Hardy

703 31 4
                                    

Entremos en situación. Mi amiga Helen y su novio Ben nos habían invitado a mi novio Nicholas y a mi a pasar el fin de semana en la casa de campo de Ben.

Cortaba las zanahorias hombro con hombro con Ben. El actor no paraba de hacer bromas y yo solo reía sonrojada.
Ben me ponía nerviosa. Siempre lo había hecho.
-Recuerdas aquella vez en clase de comedia cuando Helen se cayó y todos pensábamos que era parte de su interpretación?
-Que gracioso eres, Benjamin? - Helen le golpeó en el brazo.
Habíamos ido los tres juntos a la escuela de interpretación.
Y si, yo había tenido un crush tremendo en Ben, que, a pesar de los años, seguía ahí. Helen lo sabía, sabía que a mi me gustaba Ben y aún así fue a por él. Obviamente Ben, cayó ante sus encantos. Helen era pelirroja, alta, con curvas, preciosa.  Yo por otro lado, era bastante normal. Nada que destacar. Y no me había enfadado con ella. Por que así era yo. No tenía muchos amigos.
Nicholas me abrazo por la espalda y dejó un beso en mi cuello. Me hizo sentir levemente incomoda.
-Pasa algo?
Negué y le sonreí.
-Tengo que...
-Oh, si, claro.
Nick me dejo poner las zanahorias en la bandeja.
Durante la cena, no podía evitarlo, pero Ben se veía increíble.
A la hora de ir a dormir, ya con mi pijama puesto, dispuesta a meterme en la cama, Nick habló.
-Que demonios pasa contigo?
-Que? No se que quieres decir?
-He visto como lo miras. A Ben. A caso te gusta?
-No se de que hablas Nick, vamos a dormir.
-No te hagas la tonta, Carlota.
-Nick, dejalo.
-Me quieres? Eh!
-Maldita sea, Nick, no levantes la voz.
-Contesta!
Retrocedi asustada, a pesar de estar al otro lado de la cama.
-Es en él en quien piensas cuando te follo, verdad? Por eso querías venir, para ver a tu principito. Que pensaría Helen de ti si lo supiera, eh?! Que te parece si vamos y se lo contamos?
-Nick, por favor vamos a dormir... - supliqué entre lágrimas.
Mi novio me cogió por la muñeca y me arrastro por el pasillo hasta la habitación que compartían Ben y Helen. Aporreo la puerta ruidosamente, gritando el nombre de mi amiga.
-Que ocurre? Carlota? - Helen se alarmo al verme llorando.
-Sabes que tu querida amiga Carlota esta colgadita por tu novio?
La mirada de Helen, fría como el hielo cayó sobre mi.
También Ben me observaba. Boquiabierto.
-Es eso verdad?-Helen me encaró.
Aparte la vista. No podía hacer esto, quería volver a mi casa, a mi pequeño apartamento de Londres, encerrarme ahí y no volver a ver a nadie nunca.
-Te has quedado muda? - Nicholas me sacudió.
-Eh! - Ben aparto la mano de Nick de mi brazo.
-Pensaba que lo habías superado Carlota.
-Lo sabías? - murmuró Ben.
-Claro que si, desde la universidad.
-Joder, Helen... - El rubio se pasó las manos por el pelo. - No me puedo creer que esto esté pasando...
Me empecé a sentir mareada, y en un acto de cobardía huí a la habitación, cerrando la puerta detrás de mi. Me escondí en las sábanas y apreté los ojos con fuerza. Quería que todo este lío acabara. Quería que Ben y Helen siguieran siendo la pareja feliz que eran. Por mucho que me doliera.
Escuchaba gritos en el pasillo, Helen y Ben discutían. También escuche a Nick entrar a la habitación, recoger sus cosas y decirme algo que no fui capaz de entender.
Pasó el tiempo y llegó el silencio. Y pronto, me dormí, exhausta de llorar y de la situación.

Toc. Toc. Toc.
Alguien tocaba a la puerta.
-Carlota. Soy Ben. Son casi las 12 del medio día.
-Pasa-dice con la voz ronca y temblorosa.
No me moví. Las sábanas me cubrían hasta las orejas.
Lo vi acercarse con pasos cautelosos.
-Puedo?
Señaló el hueco a mi lado en la cama.
Asentí.
Se tumbo sobre las sábanas con sus brazos detrás de la cabeza.
Se veía irresistible. Tanto que quería llorar.
-Lo siento... - murmure con lágrimas cayendo de nuevo.
Me miro unos segundos y aparto la vista.
-No deberías. Nada de esto es tu culpa.
Silencio de nuevo.
-Helen ha vuelto a por sus cosas. Ha pasado la noche con Nick en un motel cerca de aquí. Dice que ha sido la mejor noche de su vida y que no se arrepiente. Que ojalá y tu y yo seamos felices juntos.
Se me aceleró el pulso más aún.
Ben estaba tumbado a mi lado, con la respiración calmada, el rostro serio y la mirada perdida.
-Por qué no me dijiste nada cuando estábamos en la universidad?
-No me dio tiempo.
Su rostro se torno levemente blanco.
-Joder.Lo sabía todo. Y aún así...
Sollocé.
Ben me miró.
-Ey...
Cambio de posición en la cama , su cabeza ahora estaba frente a la mía en la almohada.
-Lo siento mucho, Ben.
-Deja de decir eso. Tu no tienes culpa de nada.
Sus dedos acariciaron muy despacio mi mejilla, enrojecida e irritada por las lágrimas.
Sus ojos verdes me miraban con dulzura. Era un momento precioso. Los dos ahí, tumbados, mirándonos, tan cerca... Hasta que mi estómago decidió que tenía hambre.
Ben soltó una pequeña risa y se incorporo. Me tendió la mano.
-Ven, he preparado el desayuno, pero no te despertabas.
Cogí su mano y lo seguí por el pasillo.
Me dolía la cabeza, seguramente por haber llorado hasta quedarme dormida.
Cuando me senté en la mesa, Ben sirvió unos gofres que acababa de calentar.
Se sentó a mi lado y sirvió leche.
-Se que es hora de comer, pero no íbamos a tirarlos, verdad? - se llevó un trozo a la boca- Están recalentados, pero están buenos.
-Ben?
-Dime.
-Helen te ha mentido.
Frunció el ceño.
-Dudo mucho que Nick le haya dado la mejor noche de su vida.
-Y eso por que es? - en su rostro apareció una sonrisa maléfica pelo adorable.
-Nick tiene el pene pequeño y no dura mucho. También se queda dormido casi instantáneamente. Siempre tenía que ir al baño a acabar yo sola.
Ben rompió en carcajadas.
-Eso es genial. El perfecto y educado Nicholas.
De nuevo, nos quedamos en silencio. Terminamos los gofres.
Me sentía nerviosa y tensa. Estar sola y tan cerca de Ben me hacía sentir cosas abrumantes. Se veía muy bien. A pesar de tener cara de cansado, sus ojos verdes brillaban. Su pelo estaba perfectamente peinado hacia atrás y la camiseta que llevaba se ceñia perfectamente a su cuerpo trabajado.
-Me alegra que esto haya pasado.
-Que?
-Ahora tenemos via libre, no?
Casi me atraganté con mi propia saliva.
Ben se puso rojo.
-Qui...quieres que...
Asintió.
Se inclinó sobre la mesa y me dio un pequeño beso en los labios.
-Tu quieres?
-S... Si... Pero... Estas seguro? Yo te...
-Me encantas. Siempre lo has hecho. Pero pensaba que tu no....
Lo corte sujetando sus mejillas y chocando nuestras bocas.
Para mi sorpresa, Ben soltó un gemido.
Me separe asustada.
-Te... Te he hecho daño? - acaricié sus labios con mi pulgar.
Negó sonriendo y volviéndose a acercar.
Segundos más tarde nos encontrábamos ambos de pie besandonos como si no hubiese un mañana.
Reí cuando sus labios pasearon suevemente por mis mejillas.
-Me haces cosquillas.
-Si? - beso mi cuello.
-Si. Y me gusta.
Sus labios eran tan suaves y se sentían tan bien como siempre lo había soñado.
Me miro en los ojos y me sujeto por las mejillas.
-Puedo llevarte a mi cama y recuperar todo el tiempo perdido?
-Ahora?
-Sólo si tu quieres, podemos esperar.
-Hazme el amor, Benjamin.
-A sus órdenes, mi bella dama.
Ben me levanto sobre su hombro. Solte una carcajada.
Cuando caímos en su cama, Ben paro unos segundo para observarme antes de volver a besarme.
Nos fuimos quitando la ropa, y antes de darnos cuenta, Ben se encontraba posicionado en mi entrada.
-Lista?
-Siempre lo he estado.
-No me digas esas cosas o acabaré antes de empezar. - y tomo mis labios con fuerza mientras empujaba sus caderas contra las mías.
Mantuvo un ritmo lento y sensual durande un tiempo. Su cara se encontraba en mi cuello, una de mis manos acariciando el pelo de la una, y la otra entre mis dientes. Me daba vergüenza que Ben escuchara mis gemidos.
Se sentía muy bien. Demasiado bien.
Cuando se dio cuenta, beso mi mejilla y entre lazo nuestros dedos, apartando mi mano de mi boca.
-Quiero oírte, Carlota. - su voz sonaba pesada y grave. - Te gusta?
Empujo un poco más fuerte, llegando más profundo.
-S... Si...
-Así? Ahí?
-Si, Ben, justo ahí... Joder...
-Eso es...
Con su frente pegada a la mía, comenzó a moverse más rápido.
Me encantaba escuchar como gemía en mi oído. Siempre había pensado que Ben era de esos tipos serios durante el sexo, que no dicen ni una palabra.
Sentía que me quería. Me hacía sentir maravillosamente.
Escucharlo me hacía sentirme más carcana.
-Te sientes demasiado bien, Carlota. No creo que dure mucho más.
-No importa, hazlo, Ben... - Le anime, besando sus mejillas y sus labios.
Y segundos más tarde colapsaba sobre mi cuerpo.
Espero un poco para recuperar la respiración.
-Genial, ha sido genial. - murmuró antes de besarme en los labios.
Realmente me sorprendió cuando bajo su cabeza hasta quedar entre mis piernas.
-Ben no hace... Oh... - Sus labios se habían situado alrededor de mi clitoris.
-Bien?
-Genial. Sigue. Por favor.
Y no tardo mucho en hacerme llegar.
Nos limpiamos y nos tumbamos juntos, mi cabeza en su pecho.
-Oye, Carlota. Estamos juntos ahora?
-Seguro que quieres?
-Si. Claro que si. Es más, deberíamos estar juntos desde la fiesta de Halloween de Clare Smith.
Recordaba aquella fiesta. Unas semanas más tarde le confesé mis sentimientos a Helen, y ella no tardo ni unos días en pedirle salir a Ben.
-Siento no haber dicho nada. Quería ser una buena amiga.
-Yo creía que no te gustaba, por eso acepte, para darte celos.
-Créeme que funcionó.
Reí sobre sus labios antes de besarlo de nuevo.
-Entonces... Quieres ser mi novia?
-Claro que quiero, Jones...
-Te quiero, lo sabes, no?
-Si. Lo se. Yo también te quiero, Ben. Gracias por no enfadarte conmigo.
-No podría.
Se movió hasta quedar apoyado en mi pecho. Arregle las sábanas hasta cubrirlo por los hombros.
-Te importa si duermo un poco? He pasado toda la noche dándole vueltas.
-Claro que no, descansa.
-Más te vale seguir aquí cuando despierte.
-Te lo prometo.
Bese su frente y acaricié su pelo. Pronto escuche suaves ronquidos.
Quería saltar y correr por toda la casa. Creo que nunca había estado tan contenta. No me importa a haber perdido a Nick o a Helen. No me importaba nada.
Tenía a Ben y Ben me tenía a mi. No podía pedir más.

Type and imaginas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora