Type and imaginas.

Short: Ben Hardy.

-Si, Joe y yo eramos vecinos de niños.
-Vaya. Eso es mucho tiempo.
-Si, lo es. Pero como es mayor que yo mis padres no me dejaban mucho juntarme con él. Así que nos veíamos en la escuela de danza de sus padres?
-Bailas?
-No! Bueno, no de forma profesional. Solía hacer ballet, pero con los años he perdido flexibilidad.
-Yo tuve que aprender a bailar un poco también.
-Si?
Asintió.
-Es algo así como una de las cualidades obligatorias que necesitas para ser actor.-Dijo riendo.
Era tan adorable.
-Y cantar?
Asintió.
-A veces compongo canciones.
-Wow, eres una caja de sorpresas Benny.
Vi como se sonrojaba ante el mote.
-Oh, me he pasado, no debería haber...
-Ey, no pasa nada. Me gusta.
-Genial. - reí.
Se miró el reloj.
-Quieres que nos vayamos ya de aquí?
-Vale. Es un poco tarde.
-Te acompaño a casa.
Ben y yo salimos del restaurante, mi brazo alrededor del suyo.
-Me lo he pasado muy bien.
-Yo también. Le daré las gracias a Mazzello.
Reí.
-Si. Yo también.
-Te está gustando Londres?
-Me encanta. No me arrepiento de haber aceptado ese puesto.
-Me alegro. Aún te queda mucho por ver. Hay algunos rincones de la ciudad que de verdad merecen la pena.
-Es aquí.
-Es un barrio bonito. Un par de amigos viven en aquella dirección. Te acompaño arriba?
-Vale.
No sabía que era lo que Ben quería exactamente en este momento.
Ben me acompaño hasta la misma puerta del apartamento.
-Si te pasa algo, Joe me mata.
-Gracias, Ben. Me lo he pasado muy bien hoy.
-Yo también.
Se inclinó un poco y beso mi mejilla.
Sonreí y acaricié su brazo.
-Que descanses.
-Igualmente, ten cuidado de camino a casa.
Sonrió y se despidió por última vez.
Cerré la puerta y reí con el corazón acelerado.
Ben y yo habíamos conectado de maravilla. Era tan dulce y educado... Por no hablar de lo atractivo que era. Con sus ojos verdes y pelo rubio.
Escuche unos pasos detrás de la puerta y la abrí al instante. Sonreí al verlo ahí, rojo y con la respiración acelerada.
-Se me ha olvidado decirte que me pareces alucinante y que me encantaría tener otra cita contigo. Que dices?
-Vale.
-Puedo besarte?
-Me moría por que me preguntaras.
Sus grandes manos me sujetaron por la cintura, pegándome a su fuerte cuerpo.
Pegué nuestras bocas, dándole un beso francés en condiciones.
Cuando nos separamos, ambos respirabamos agitados. Mis manos estaban en su cuello y las suyas en mi espalda baja.
-Ben.
-Si?
-Quieres pasar?
-Me moría por que preguntaras. - Dijo imitandome.