Type and imaginas.

Short: Spencer Reid

Veía a Spencer más apagado de lo normal.
En el año en el que había trabajado en el BAU como aprendiz, nos habíamos hecho muy amigos y siempre íbamos juntos a todas partes. Habíamos conectado increíblemente bien, y en solo unas semanas ya pasábamos los días libres de aquí para allá viendo museos y películas.
Me acerque un poco a él, pero me vio y se levantó de su mesa, huyendo.
Me gire hacia Emily, que observaba desde su mesa.
-Que le pasa? - dije casi sin voz.
No entendía que podía haber hecho para que Spencer estuviera así.
Suspiró.
-No lo sé. Es bastante cerrado.
-No conmigo, Emily. Me cuenta todo.
-Escuhame, Spencer es... Difícil. Seguro que tiene algo rondandole la cabeza pero no se siente seguro de contarlo.
Baje la mirada.
-Sabes si va a venir a mi fiesta? - le pregunte.
Evidentemente, había sido el primero en enterarse de la fiesta, pero no me había dado una contestación.
-No me ha dicho nada.
Asentí.
-Iré a ver a Penelope.

Me había quedado hasta algo más tarde en la cueva de Penelope terminando papeleo. No había visto a Spencer en el resto del día, y me encontraba algo triste. Quería a mi mejor amigo.
Al salir, cuando iba de camino al ascensor escuche un ruido. Me gire asustada y alcance a ver a una figura alta y delgada escondiéndose tras una puerta.
Que demonios?
-Spencer! Te he visto.
Se asomó, saludandome con la mano pero sin mirarme a los ojos.
-Que haces, Spencer?
-Na... Nada. - se apartó el flequillo con la mano mientras se mordía el labio.
-Vienes?
Asintió.
Bajamos juntos en el ascensor, con un silencio que prácticamente no nos dejaba ni respirar.
Cuando salíamos del edificio saque las llaves de mi coche.
-Quieres que te lleve?
Titubeó un poco, mordiendose de nuevo el labio.
Sin hablar, asintió, caminando hacia mi coche conmigo.
El camino fue ameno gracias a la música de la radio. Aparque como siempre en la puerta de su casa, pero él no se movió, así que aproveche para preguntar que demonios ocurría con él.
Me miró durante largos minutos, como si estuviera pensando una buena respuesta.
-No digas que no pasa nada porque no dejas de evitarme y... Te echo de menos.
Se miró las manos.
-No quiero que te vayas.
Lo mire sorprendida.
-Todo el mundo se va. - dijo frotándose los ojos.
-Por... Por qué dices eso?
-Mi padre, Gideon, Morgan,... Meave...
-No te entiendo, Spencer.
-Llevas trabajando en el BAU 275 días, 14 horas y 37 minutos. Tu contrato era de 285 dias. Eso significa que te quedan 9 días, 9 horas y 23 minutos con nosotros. Lo siento pero no puedo hacer esto. No iré a tu fiesta de despedida porque no puedo soportar que alguien más se vaya.
No sabía que decir. Estaba completamente congelada. Pero fui lo suficientemente rápida como para bloquear el coche cuando Spencer intentó salir.
-Puedes abrir la puerta?
-Spencer... No se como eres tan bueno en tu trabajo.
Frunció el ceño.
-No es una fiesta de despedida. Quería... Quería reuniros a todos para decir que... Me quedo, Spencer. Me quedo en el BAU. Hotch ya lo sabe, firme mi contrato el martes.
Vi sus ojos brillar.
-Iba a ser una sorpresa. Para todos, pero especialmente para ti. Podía haber pedido una plaza en cualquier otra ciudad, pero cuando Hotch me ofreció el puesto y pensé en todo lo he encontrado aquí durante estos 275 días, 14 horas y 37 minutos... No puedo irme. No voy a encontrar a otro Doctor Reid en otra unidad. Eres mi mejor amigo.
-Te quedas?
Asentí.
-Por mi?
Volví a asentir.
-Nunca... Nunca nadie había hecho algo así por mi.
Cogí su mano, llevándola a mis labios y besando sus nudillos. Sus dedos se cerraron fuertemente sobre los míos.
-Gracias. - dijo en voz baja.
-No las des, Spence. Me haces muy feliz.
Vi como se sonrojaba.
-Em... Quieres quedarte a cenar? Podemos ver Doctor Who.
-No quedamos en que íbamos a ver mi serie?
-The Office?
Asentí riendo.
-Creo que puedo hacer el esfuerzo. - sonrió. Spencer tenía la sonrisa más bonita del mundo.
-Me lo debes, he dejado todo por quedarme en Quantico contigo.
Le di un beso en la mejilla, dejándolo perplejo. Entonces salí del coche.
-Vamos?
-S...si.