Type and imaginas.

Kygo

[+18]

Camino detrás de Martin intentando no despegarme de su lado. Si. Martin Garrix. Nos conocemos desde que eramos unos niños y siempre hemos sido mejores amigos. Me había invitado a una gran fiesta. Se celebraba en casa de Anton, más conocido como Zedd, y bueno, estaba repleta de gente.
Hacia unos meses que había pasado por una mala ruptura. Martin había insistido en que tenía que despejarme.
-Donde me llevas? - dije elevando la voz.
-A por un trago, te hace falta.
Siguio caminando hasta que se detuvo de repente con su cara de idea.
Martin siempre ponía esa estúpida cara cuando se le ocurría algo.
-Voy ha presentarte a alguien.
-Que?!
-Kygo!!eh tío, conoces a mi amiga Sarah?
-Mmm no. - antes de que el muchacho terminará la frase, Martin se había ido. - hace eso muy a menudo?
-Más de lo que me gustaría.
-Kyrre.
Era... Malditos ojos preciosos.
-Creí que...
-Es mi verdadero nombre.
-Oh! Bueno, ya sabes que yo soy Sarah así que...
-Quieres algo para tomar?
-Si. Si. Gin Tonic.
Enseguida me entrego mi copa, de la que di un sorbo sin apartar la vista de la suya.
Dijo algo, pero debido al alto volumen de la música no pude entenderlo.
-Que?!
-Quieres ir a un sitio más tranquilo? - dijo en mi oído para que pudiera oírlo
Asentí.
Me cogió de la mano.
Fuimos hacia el enorme jardín de la casa.
-Creo que me he quedado sorda.
-Pensé que estarías acostumbrada, siendo amiga de Martin.
-No....bueno. Hace mucho tiempo que no iba a una fiesta.
Se apoyó en la barandilla. Desde aquí se veía toda la ciudad, y la brisa fría cosquilleaba en mis mejillas.
Me dejé caer levemente a su lado, con el vaso entre mis manos. Di un sorbo.
-No te gustan las fiestas?
-No es eso.
-Puedo preguntar? - preguntó tímido.
Asentí y me iré hacia otro lado.
-Una mala relación.
Nos quedamos en silencio. Por que no me podía quedar callada? Así espantaba a la gente.
-Yo también acabo de salir de una mala relación. Bueno, hace un par de meses.
-Vaya mierda.
-Si.
Y de nuevo nos quedamos en silencio observando las vistas.
Kyrre se había pegado un poco más a mi, y nuestros hombros se tocaban.
No se cuando tiempo estuvimos así. Estaba a gusto. El dj emanaba paz.
-De que conoces a Matin?
-Del colegio. Siempre hemos sido amigos. Y bueno. Ambos conseguimos nuestras metas al mismo tiempo. Yo solía hacerle las fotos cuando acababa de empezar.
-Te quitaron el puesto?
-No. Ya te lo he dicho. Tuve una...
-Lo siento. No quería...
-No importa. - lo mire con una sonrisa, no me gustaba que la gente se preocupara por mi.
Se inclino un poco hacia mi con la mirada en mis labios.
Cuando me si ponía a besarle, unas manos calleron sobre nuestros hombros.
-Kygo! Ven al piano. La gente ya se está yendo. Sarah tienes que oírlo. Hace maravillas con esos dedos suyos.
Creo que deje de respirar. El noruego se había poesto rojo.
Ambos habíamos pensado mal.
En el salón, había algunas personas, pero ya estaban más tranquilas que antes. Pude reconocer a algunos de los amigos de Martin.
Kyrre y yo fuimos cada uno en una dirección.
Me senté con Martin en el sofá. Mantenía con Robbert y Armin una conversación tremendamente aburrida sobre su trabajo.
-Gracias por aparecer. - Le dije a Anton cuando se sentó a mi otro lado.
-Tan aburridos son?
-Si. Mucho.
Ambos reímos.
Nos quedamos después callados atentos a la melodia que Kyrre tocaba.
-Es bueno. Diría que el mejor de toda la sala.
Mire sorprendida al ruso.
-No me mires así. Es verdad. Lo que el hace es diferente.
-Cierto.
-Os he visto antes, sabes? Ahí fuera.
Me puse roja.
-Acercate y habla con el. Os va ir bien.
-Seguro?
-Si joder. Venga y habla con él.
Me levante y caminé despacio hasta el piano.
- Hola.-dije con la voz baja.
Puse la mano en su hombro. Vaya. Era fuerte.
-Siéntate.
Me senté a su lado, lo más cerca que pude.
Mire fascinada como el noruego tocaba las teclas.
-Haces que parezca fácil. - deje la cabeza caer en su hombro.
Pasaron minutos enteros y no me di ni cuenta. Podía acostumbrarme a esto.
-Sarah.
Lo mire, y entonces, me beso. No fue un gran beso, ni mucho menos, pero se me había movido todo por dentro.
-Quieres que vayamos a otro sitio? Más... Solos...
-Si.
Se levanto y me tendió la mano.
Salimos siendo solo notados por Anton, que miraba sonriente.
-Si quieres... Anton siempre me deja una habitación.
Asentí.
Llegamos a la puerta.
-Aquí es.
Me aferré más a su mano, pegándole por completo a su cuerpo. Estaba nerviosa, si.
Abrió y entramos a la habitación.
-Estas nerviosa? Si quieres volvemos al salón.
-No. Estoy bien.
Cerré la puerta y puse el pestillo.
Kyrre me miro con media sonrisa antes de acercarse a mi y presionar mi cuerpo contra la puerta para besarme.
Por qué tenía que ser asi?
Era tan tierno, tan cuidadoso.
Joder.
Sus labios se movían despacio sobre los míos.
-Te he dicho ya que eres preciosa?
-No.
-Lo eres. Eres... Eres todo lo que alguna vez he buscado.
Pase las manos por sus brazos sintiendo como sus músculos se tensaban.
-No se que decir...
-No digas nada.
Entre besos, nos fuimos me yendo  hasta caer en la cama, ya casi sin ropa.
Kyrre se encontraba entre mis piernas, y joder, nunca había pensado que llegaría a odiar la ropa interior.
Todo mi cuerpo ardía bajo su tacto. Me sentía diferente. Libre de hacer lo que quisiera.
Mis dedos se colaron bajo la goma de sus calzoncillos y rodearon su miembro.
Un jadeo golpeó mis labios.
Acaricie de arriba a abajo mientras mis labios recorrían su cuello.
El dj estaba a mi merced.
-No pares por favor.
-No voy ha hacerlo.
Di una vuelta a la situación haciendo que cayera sobre su espalda.
Me deshice como pude de la última pieza que cubría su cuerpo y me incline sobre su pelvis.
-Joder... - murmuró cuando, muy lentamente, puse su miembro en mi boca.
Agueque mis mejillas cuando empecé a chuparlo de arriba a abajo.
-Sarah.-su nombre sonaba tan bien en sus labios.
Con mi mano, acompañe los movimientos de mi boca hasta llevarlo al borde de la locura.
Tenía los ojos cerrados, una de sus manos mantenía en un puño las sábanas y la otra se hundía en su pelo rubio.
-Deberías parar. O la esto acabará antes de lo debido.
Lo saque de mi boca y lo mire.
-Ven aquí.
Gatee sobre su cuerpo hasta llegar a su boca.
Nos vimos envueltos en un largo beso.
De nuevo, su cuerpo cubría el mío. Uno de sus brazos había quedado rodeandome y mi cabeza sobre este. Midntras, su otra mano, le servía de ayuda para poder entrar en mi.
-Kyrre... No seas así-dije exasperada por su lentitud. - no me tortures.
Entonces empujo, clavandose en mi.
Me arranco un grito de la garganta, que lo llevo a cubrir mi boca con la suya para evitar que todo el mundo se enterara.
Kygo marco un ritmo profundo e intermitente, unas veces era más rápido y otras más lento, haciendo que mi extasis subiera y bajara.
-Voy a matarte cuando acabemos... - gruñi cuando de nuevo, cuando estaba por llegar, bajo  ritmo.
-Es que no quiero acabar. - dio una fuerte estocada.
-Repetiremos, pero por favor Kyrre...
Una pequeña risa salió de su boca.
Entonces volvió a aumentar el ritmo. No tarde mucho en llegar al orgasmo, y el tampoco.
Cayó desplomado a mi lado con sus brazos alrededor de mi cuerpo.
-Podría acostumbrarme a ti-dije mirando sus preciosos ojos.
-Yo ya lo estoy.
-A ti?
-No, tonta, a ti. - y justo antes de dormirnos, me beso en la frente y me apretó más a su maravilloso cuerpo.