Jake Kiszka.

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-Genial. Me gusta como suena. - dijo Jake.
-Si, a mi también. - mi hermano Danny se levantó y se estiró.
-Donde vas?
-He quedado con MacKenzie.
-Oh. Vas a dormir con ella.
-Seguramente.
-Perfecto. Ten cuidado.
-Claro.
Me dio un beso en la frente y un apretón en el hombro.
-Mañana temprano vuelvo.
-Vale.
Se despidió de Jake y de Steve, el chico con el que yo llevaba un tiempo saliendo.
-Ally, no crees que es hora de parar ya? - dijo este.
-Tenemos que terminar esta letra, Stevie, puedes ir pidiendo comida china para cenar, si quieres.
Rodó los ojos y resoplo.
Jake anotaba palabras en su libreta.
Pudimos seguir escribiendo unos 15 minutos. Hasta que Steven se levantó y empezó su drama.
-No me creo que le estés haciendo más caso a él que a mi.
-Que dices?
-Ni siquiera me has mirado desde que he venido.
Parpadee un par de veces.
Había venido sin que yo se lo pidiera. Es más, le había dicho que hoy estaba ocupada.
-Sabías que estaba trabajando.
-Trabajando? Estas sentada en una silla sin hacer nada.
-Estoy escribiendo.
Soltó una risa irónica que hizo que la sangre me hirviera.
-Que significa esa risita?
-Escribir no es un trabajo.
-Si lo és, y es mi trabajo.
Volvió a reír.
-Ni siquiera eres tan buena. No tendrías trabajo si no fuese por tu hermano.
Me dejo fría.
-Es suficiente. - escuche a Jake levantarse y seguidamente estaba entre Steve y yo.
-Que vas a hacer tú? Hombrecito.
Jake y Steve estuvieron discutiendo unos minutos. Yo ni siquiera sabía de qué hablaban. No podía pensar con claridad.
Hasta que escuche un golpe. Steve había pegado a Jake.
-Madre mía! Vete de aquí jodido imbécil!
Saque a Steve a empujones de la casa, gritándole que no quería volver a verlo.
El maldito imbécil había golpeado a Jake. Mierda, mierda. Por mi culpa.
Volví corriendo con Jake, que estaba apoyado con una mano en la mesa mientras que con la otra se tocaba el labio.
-Jake, estás bien?
Acaricié su hombro.
Me miró.
Tenía la parte izquierda de su boca roja e hinchada.
-Si. Tranquila.
-No estás bien, mirate.
Quite las greñas que se le escapaban del moño para poder ver bien su cara.
-Me dejas curarte, tienes una herida ahí.
-Si, claro. - dijo con una pequeña sonrisa.
Cuando volví con el botiquín estaba hecha un manojo de nervios. Jake parecía estremadamente sereno, demasiado para lo que acababa de ocurrir. Me asustaba.
-He vuelto.
Me senté en la silla frente a él y humedeci un algodón.
-Siento que te haya pegado.
-Yo siento haberme metido por medio. No era asunto mío, pero he visto tu cara y... Se ha pasado.
-Si. Me ha dolido lo que ha dicho.
Me acarició la rodilla.
Hizo un guiño.
-Escuece?
-Un poco.
-Puedes hablar conmigo de lo que quieras, vale? Si no estás bien...
-Gracias, Jake. Por ahora estoy bien.
Estuvimos en silencio mientras limpiaba bien la herida.
Tenía los labios bonitos y la piel muy suave.
-Creo que ya está.
Asintió.
Lo vi quedarse pensando, mientras miraba a la nada.
-Jake?
Me miró levantó su mano hacia mí cara y se inclinó hacia mí. Ma iba a besar.
No podía. No ahora.
Por un milisegundo nuestros labios se tocaron, pero me aparte.
Jake suspiró. Le di un leve empujón a su frente con la mía, quería que supiera que no me iba a ir.
Su mano cayó de mí cara a su regazo cuando se dejó caer contra el respaldo de la silla.
-Lo siento. - susurro mirándome.
Odiaba que fuera tan intenso.
Jake me gustaba. Siempre había llamado mi atención. En otras circunstancias no hubiera rechazado un beso suyo. Pero nos encontrábamos los dos muy alterados después de la bronca con Steve.
-No es el momento, Jake.
Le di un apretón en la mano y me levanté.
Por qué temblaba? Yo había sido la que se había apartado. Yo le había rechazado, no él a mi.
Recogí el botiquín y lo mire. Tenía la mirada fija en su libreta.
-Ey.
Me miró un segundo.
-Estamos bien, Jake?
-Si. - aunque sabia que no era sincero, era lo quería oír.
Cuando volví de guardar el botiquín, Sam y Josh ya habían vuelto con la cena.
-Steve. Han... - Jake se dio cuenta de que había vuelto y se calló.
Los hermanos se giraron.
-Hola. - dijeron.
-Hola chicos. Em... Steve se ha puesto hecho un loco, hemos discutido y se ha pasado de la raya. Pero Jake me ha defendido.
-Te ha hecho algo? - pregunto Sammy preocupado.
-No. No.
-Si. - dijo Jake- No tendría que haber dicho lo que ha dicho. No le quites importancia.
Estaba increíblemente serio.
Ahora tenía miedo de haber fastidiado algo entre nosotros.
Era con quien más conexión tenía, a parte de Danny. Éramos muy parecidos, nos gustaban las mismas cosas y solíamos pasar mucho tiempo juntos.
A penas disfrute de la cena y de la película que vimos después, y a la hora de dormir, no podía ni cerrar los ojos.
Mi mente no dejaba de dar vueltas por los diferentes escenarios posibles.
En un mínimo acto de valentía me levante de la cama y salí al pasillo.
Cruce de puntillas y abrí un poco la habitación de Jake.
Chiste un par de veces. Pero no sé enteraba. En un grito-susurro, lo llamé.
Se removió un poco y se sentó.
-Jake, no puedo dormir.
Escuche como suspiraba.
-Puedes venir, si quieres.
Era lo que quería, si.
Entre despacio y me senté en la cama.
Él apartó las sábanas, y cuando estuve tumbada, me tapo con ellas.
-Estas bien? - pregunté.
-Si. Descansa, vale?
Entonces se giro hacia mi y cogió mi mano, que estaba en mi tripa.
-Buenas noches, Jacob.
-Buenas noches, Allison.

Al despertar estaba sola en la cama. La puerta estaba un poco abierta y entraba olor a dulce.
Me levante y fui al baño.
Al salir a la cocina vi a Jake, de nuevo con su pelo recogido y nada más que el pantalón del pijama.
-Buenos días. - dije.
-Buenos días. Estoy haciendo tortitas.
Sonreí. Adoraba ver a Jake cocinar.
Estuvimos un rato callados, yo miraba mi móvil y el se movía de allí para acá.
-Puedo preguntarte algo?
-Si, claro.
-Anoche dijiste que no era el momento.
-Si.
-Cuando hubiera sido el momento?
-Jake...
-Quiero saberlo. Quiero saber si existe alguna posibilidad.
-Jake. Después de lo que pasó no me parecía correcto.
Resoplo.
-Jake, acababa literalmente de echar a empujones al tío con el que me estaba acostando.
-Pero fui yo quien intentó besarte.
-No era el momento, Jake, y punto.
Estaba raro, como dolido.
Dejó la espátula y se frotó los ojos.
-Te incomode? O algo así.
-No.
-Segura?
-Si. - estaba siendo completamente sincera. - En otra ocasión te hubiera dejado.
De sus hombros pareció caerse un peso gigante.
Asintió despacio y siguió cocinando.
Enseguida los chicos habían bajado y Danny había vuelto.
Desayunamos los 5 juntos.
Hoy era día de compras, así que iríamos Danny y yo.
Lo que no había sabido hasta que Josh lo dijo durante el desayuno era que los gemelos se iban unos días a Los Ángeles a solucionar unos papeleos.
-Jake? - dije entrando a su cuarto una vez más.
-Dime.
-Danny y yo nos vamos al supermercado. No se si nos vamos a ver después...
-Tengo que irme en media hora. - dijo mirando el despertador.
Asentí.
-Bueno, quiero... Quiero decirte que...
Estaba muy nerviosa.
Jake cerró la puerta y cogió mi mano.
-Bueno... No se como...
-Respira.
-Me gustas, vale? Y...
Levanto una ceja.
-No pongas esa cara!
Solto una carcajada.
-Perdón.
-Cuando vuelvas de LA si me cocinas una cena y tienes esa herida curada a lo mejor te dejo que me des ese beso.
-Oh, vaya. Creo que puedo hacer eso.
Sonreí.
-Ven, dame un abrazo.
Me agarre a él con todas mis fuerzas, haciendo que riera.
-Voy a echarte de menos.
-Ally! Nos vamos!
Jake y yo nos separamos, mis manos quedaron en sus hombros y las suyas en mi cintura.
-Ten cuidado en Los Angeles.
-Sip.
-Y traeme un recuerdo de la playa.
Soltó una pequeña risa.
Y si...
Con mucho cuidado sujete sus mejillas y me incline, besando la comisura de sus labios que no estaba dañada.
-Buen viaje, Jacob.
-Gracias, Allison. - dijo sonriente con las mejillas rojas.
Entonces salí corriendo hacia el coche, donde Danny ya me esperaba.
-Ey. Y esa cara? - dijo burlándose.
-Que cara? - intente hacerme la loca.
-Es Jake?
-Que? Cómo?
-Te conozco mejor de lo que crees.
Escondí mi cara roja con mi pelo.
-Ally, me alegro mucho.
-Gracias, Danny.

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