-Arnas. Tienes que concentrarte. Mírame.
Sujete su cara y mire sus ojos.
-Este combate es tuyo. Estas en mucha mejor forma. Llevas mejor racha. Eres mas experto. Ten cuidado con su derecha, y mantente siempre en movimiento.
Arnas era el hombre a quien yo entrenaba. Era boxeador y había llegado al gimnasio de mi padre cuando éramos casi unos críos. Entonces nos conocimos, entablamos una amistad, y habiendo aprendido juntos, de un día para otro yo me había convertido en su entrenadora.
Asintió.
Se escuchaban gritos a todo nuestro alrededor, vítores y gente animando a cada luchador.
-Arnas. Un asalto más. Habrás ganado.
Asintió otra vez.
-A por él.
Sonó la campana una vez más. Con suerte la última.
El último asalto fue el más intenso.
Arnas había recibido varios golpes algo feos, pero se había mantenido siempre dominante.
En un mal momento, un despiste supongo, su contrincante le dio un golpe en la cara y otro en el costado. Fue rápido. Arnas casi no pudo reaccionar.
Se tambaleo hacia atrás.
Contuve mi respiración.
Mi padre me agarró el hombro.
Los segundos pasaron como horas. Lo vi caer contra las cuerdas a cámara lenta.
-Vamos...
No podía caer ahora. Lo había hecho tan bien...
-Arnas vamos! Tú puedes. Vamos! Arnas, vamos!
De repente, en el momento menos pensado, lanzó su ataque.
Era realmente bueno.
Acabó con su contrincante. No pudo hacer nada contra él.
Pronto habían proclamado a Arnas vencedor. Así ganaba el campeonato nacional.
Mi padre y yo vimos abrazados como le daban su premio, como le felicitaba todos.
No podía evitar sentir la enorme alegría en mi pecho. Una sensación cálida me abrazaba entera. Verlo tan feliz, casi sin un rasguño, todo gracias al trabajo duro.
Cuando bajo del ring, mi padre fue directo y lo abrazó.
Los observe contenta hasta que ambos extendieron sus brazos hacia mi. Sonreí en medio de nuestro abrazo grupal.
Mi padre se apartó, pero Arnas me sujeto fuerte.
Estaba sudado e incluso ensangrentado, pero no me importó.
Me aferre a su cuerpo como si mi vida dependiera de ello.
-Gracias. - susurró en mi oído.
Tan íntimo y delicado en aquel momento de euforia.
Le abracé más fuerte.Habia pasado casi una hora. Arnas se quitaba las vendas mientras yo limpiaba el corte de su ceja y labio.
Su nariz no se había hinchado casi, era bueno.
-Lo has hecho increíble.
-Ha sido gracias a ti.
Sonreí.
Me incliné y le di un beso en la frente.
-Tú has luchado, yo no.
-Pero tú has sido la que me ha mantenido ahí arriba. Todo ha ido tal y como dijiste.
-No es para tanto. - dije sonrojada.
-Vas a venir luego, no? A la fiesta?
-Claro.
Me gire para recoger el botiquín. Podía verlo perfectamente reflejado en el espejo. Seguía sentado en el banco, con sus manos entrelazadas, aun con su ropa de boxeo.
Aparte la mirada.
-Deberías ducharte. No creo que quieras llegar tarde.
-Soy el campeón.
-Duchate, Federavicius.
-A sus órdenes.
Se levantó y se quito los pantalones.
Sabía lo que hacía, claro que si. Esto ya venía desde unas semanas atrás.
-Voy a buscar a mi padre.
Huí del vestuario completamente sofocada.
Me gustaba mucho. Tantas horas juntos era lo que tenía. Pasábamos casi todos los días juntos. Y era literalmente una delicia. Tan educado, divertido y atractivo. Delicado cuando se debía y una fiera cuando peleaba.El pub estaba a rebosar de gente. Amigos, familiares, conocidos y desconocidos.
Instintivamente me acerqué a él, que alargó su mano y agarró la mía con fuerza.
Busco la mesa en la que nuestros amigos se encontraban.
Estuvimos cerca de tres horas ahí.
Arnas habia mantenido siempre su cuerpo pegado al mío, su brazo alrededor de mis hombros, su mano en mi pierna, etc.
Hacia unas semanas que Arnas había empezado a tratarme de forma distinta. Empezó con pequeños cumplidos aquí y allá. Seguido por las caricias. Sutiles, casi imperceptibles, pero que hacían que me sonrojara cada vez. Después vino realmente el tonteo. Arnas me dejaba cada vez más claro que quería algo conmigo.
Al principio de resultó raro. Tras tantos años siendo mejores amigos me costaba vernos como algo más. Pero sus alagos y su increíble forma de ser me habían ido atrapando.
Me encantaba esto. Me hacía sentir feliz. Veía como poco a poco, una relación de mejores amigos se iba transformando en algo más.
-Estoy un poco cansado. Creo que me voy a ir. - dijo.
Todos se quejaron.
-Eh, dejarlo que se vaya a dormir. Es el campeón se merece un descanso.
Me sonrió.
-Te llevo?
-Em. Si. Claro.
Y ahora, cada vez que me quedaba a solas con el me ponía nerviosa.
Íbamos en su coche, con música de fondo, en silencio.
-No deberías conducir. Te han dado muchos golpes. Si mi padre se entera te mata.
Rió un poco.
-Estoy bien, lo prometo.
-Tu nariz tiene buena pinta. No es como otras veces.
Entrelazo nuestros dedos.
-Quieres venir a mi apartamento?
Me mordí el labio.
-Wow, Arnas que propones?
Soltó una carcajada.
-Me has pillado.
Tuve que aguantar una sonrisa.
Su pulgar hacia círculos en mi piel.
-Quieres?
Asentí despacio, atreviendome a mirarlo.
-Si quiero, Arnas.
No me miro, pero sonrió enormemente.
Él tambien estaba nervioso. Lo notaba en su forma de mover los ojos.
Subiendo en el ascensor, Arnas se acerco un poco.
-Estoy muy orgullosa de ti -susurre acariciando su pecho.
Él tenía una de sus manos en mi cintura.
Y justo cuando pensaba que me iba a besar, se abrió la puerta del ascensor.
Me cogió de la mano e intentó abrir la puerta.
Le temblaba la mano.
Me agarré a su brazo y le acaricié un poco la mano.
-Estoy nervioso.
Abrió la puerta y entramos.
Fue raro. Nos quedamos ahí, mirándonos, sin saber muy bien que hacer.
-En mi cabeza todo esto iba mejor, sabes? Más... Dinámico.
Reí y di un paso hacia él.
-Me gustas muchísimo, Ally.
-Tú... Bueno. Me gustas también. Has jugado bien, Arnas.
Soltó una carcajada.
-No me creo que hayas caído ante mis encantos.
-Es imposible no hacerlo cuando tienes esa maldita cara, Arnas.
-A veces pensaba que hacía el ridículo.
Nos habíamos ido acarcando. Ahora yo levantaba mis brazos para abrazarme a su cuello, y él me sujetaba por la cintura.
-Como vas a hacer el ridículo...
Le di un beso en la mejilla y otro en la barbilla.
Arnas, muy despacio acarició nuestras narices.
Alargabamos el momento para disfrutar aún más de lo que sería nuestro primer beso.
Sentía que estaba haciendo lo correcto. Arnas se sentía como un hogar. No había nadie que me conociera tan bien. Levante un poco la barbilla, rozando un poco nuestros labios. Cerré los ojos y espere unos segundos hasta que el se inclinó.
Cuando nuestros labios se juntaron, Arnas me pego completamente a él.
Acaricié su pelo corto pero suave.
Para ser la primera vez que nos besabamos, parecía que lo lleváramos haciendo siempre.
Era como si nuestros labios estuviesen hechos para estar juntos.
Arnas besaba increíble, despacio y de forma experta.
Nos separamos unos segundos.
-No ha estado mal, no?
-Eres idiota.
Le di un beso en la mejilla.
Me abrazo.
-Quería besarte en el ring. Antes del último asalto. Tenía demasiada adrenalina. Y tú estabas ahí animandome y gritando como loca.
Despacio trace el camino de su garganta con mis dedos.
-Creo que mi padre hubiera acabado contigo.
Soltó una carcajada.
-Él hubiera sido el campeón, si.
-No te preocupes por él, vale? Lo entenderá.
Asintió.
Acaricié sus labios. Había un pequeño corte en el inferior, rodeado por un ematoma que no crecería mucho más que una moneda. Había sufrido heridas peores. Era la peor parte.
Él me sujeto la mano y besó la yema de mis dedos, una a una.
Utilice mi pulgar para separar sus labios y así besarlo en condiciones. Con lengua, con fuerza y con pasión.
Ambos nos aferramos al cuerpo del otro cuando.
Arnas me levantó del suelo. Me aparte sorprendida de su boca.
-Dudabas? Tú eres quien me entrena.
-Callate, idiota.
Cuando me dejo caer en su cama, se subió sobre mi y pude sentir su cuerpo contra el mío, susurre su nombre.
-Es real, esto está ocurriendo?
-Claro que si, tonta.
Nos volvimos a besar, casi sin separarnos mientras poco a poco nos quitabamos la ropa.
Ahora, mientras yo estaba sentada en su regazo tras quitarle los pantalones, él levantaba su camiseta.
Gruño un poco.
-Espera.
Le ayudé con la camiseta y la tire.
Tenía un moratón en el costado.
-Mañana tendrá una pérdida horrible.
-Ahora me duele.
Pasee mis dedos por la piel oscurecida.
-Tumbate.
Obedeció sin rechistar, emitiendo un suspiro de relajación.
Me incline sobre él y lo besé. Él aprovecho para deshacerse de mi sujetador y acariciar mis pechos.
Con mis manos acaricié su costado.
Fui dando besos por su pecho y por su cuello, ganandome suspiros por su parte.
Cuando llegue a la zona del golpe, le di unos cuantos besos más suaves.
Arnas se reía.
-Me haces cosquillas.
-Tengo que cuidar bien de ti.
Acarició mi mejilla con sus nudillos mientras yo besaba su piel. Pasé mi lengua por sus abdominales hasta su ombligo. Veía como la piel se erizaba a mi paso. Enganche mis dedos en la goma de su ropa interior y Arnas aguanto la respiración.
Bese el lunar que tenía debajo del ombligo y empecé a bajar los boxers por sus piernas, acariciando y besando también sus muslos.
Me deshice de la ropa y me arrodille entre sus piernas.
-Eres preciosa, lo sabes?
Sonreí sonrojada.
-Nunca nadie me lo ha dicho como tú.
-Como yo?
-Si. Completamente sincero. Veo como me miras.
-Espero que sea de la misma forma en la que tu me miras a mi.
Me incline sobre sus labios y lo besé, empezando un beso lento, largo y apasionado.
Mientras, agarré su miembro, empezando con suaves caricias.
Gimió contra mi boca.
-Ally... Vas a...
Asentí despacio mientras mordía su labio y tiraba de él.
-Te lo mereces... Has peleado genial.
Le di un beso en la mejilla y mordí su mandíbula.
Tenía el corazón desbocado, quería que le gustara. Iba a ser nuestra primera vez juntos en un día increíblemente importante.
Moví mi mano más rápido. Su respiración se empezaba a descontrolar mientras yo seguía besando donde podía.
Cuando rodee la cabeza de su miembro con mis labios, Arnas se tapó los ojos con la mano.
-Si va a ser así siempre será mejor que me esfuerce.
Entonces, acompañe los movimientos de mi mano con los de mi boca. Hubo momentos en los que pensaba que había dejado de respirar.
-Ally. Ally para...
Me aparte al instante.
Me miró con el ceño fruncido.
-Te he hecho daño?
-No. Es que estaba a punto de terminar y no quiero hacerlo así.
Reí aliviada.
-Me has asustado, Arnas.
-Vamos, ven aquí.
-Ni hablar. Hoy es tu noche. Además, puedes hacerte daño. Yo estoy al cargo.
Me miro sorprendió.
-Entonces... - me dio un preservativo. - Adelante.
Se lo puse y me sitúe sobre él.
-Espera.
Arnas llevo sus dedos a mi centro.
-No quiero que te hagas daño.
Le di un beso.
Sus movimientos lentos me estaban llevando cada vez más y más alto, pero paró. Lo hizo justo cuando estaba a punto de llegar.
-Arnas!
-Ups.
Le di un golpe en el pecho mientras reía.
Despacio fui deslizandome sobre su miembro.
Ambos nos miramos boquiabiertos.
-Cielos, Arnas...
Él no dijo nada, pero cerró los ojos y se mordió el labio.
-Eres perfecto. - acaricié su mejilla mientras empezaba a moverme depacio.
Poco a poco y moviéndonos juntos, Arnas y yo conseguimos encontrar nuestro ritmo.
Se sentía increíble. Era perfecto.
Nos ayudamos el uno al otro a llegar al climax, y unos minutos después estábamos tumbados y mirándonos.
-No puedo creer que esto haya pasado. - toque el corte de su labio con cuidado, después la herida en su ceja y su nariz levemente hinchada.
Cuando fue a abrazarme, frunció el ceño y cerró los ojos.
-Duele?
-Un poco.
-Has salido casi ileso. Nunca te habías movido tan rápido, has estado genial. Estoy muy contenta.
-Te quiero.
Le di un beso en la mejilla y susurre un yo también en su oído.
Me levante y me puse la ropa interior.
-Donde vas?
-A ponerte crema en ese golpe. Tubate boca abajo.
Con cuidado le puse la crema y masajeé.
-Vas a estar unos días sin entrenar, vale? Supongo que mañana estarás más dolorido y te costará moverte.
Le di un beso en el hombro.
-Arnas?
Sus ojos estaban cerrados.
-Arnas. - repetí un poco más bajo.
Nada, se había dormido.
Con cuidado me acosté a su lado y eche las sábanas por encima de nuestros cuerpos.
Tumbada sobre mí costado y con la mano jugando con su pelo negro azabache, poco a poco mis ojos se fueron cerrando hasta que me quede profunda y felizmente dormida.
No había nada mejor que dormir a su lado.
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Type and imaginas.
FanfictionType of boyfriend y imaginas de los chicos oldmagcon, omahasquad, the vamps, 5sos, marvel, edm, actores en general...