Sam Kiszka

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Acabo de descubrir a Greta Van Fleet y me encantan.
Y bueno, me he obsesionado un poco y segurente suba varias historias sobre ellos.

-Danny. - moví un poco a mi hermano.
Abrió los ojos y se apartó el pelo de la cara.
-Dime.
-Puedo hablar contigo de una cosa?
-Em, si. Claro.
Aparte la manta y me metí debajo de ella.
-Verás. Nadie más sabe esto que voy a contarte. Me tienes que prometer que vas a guardarme el secreto.
-Lo prometo-dijo levantando el meñique. Lo agarre con el mio, respire hondo y lo solté.
-CreoquemegustaSam.
-Que? Annie, no te he entendido, habla más despacio.
-Creo que me gusta Sam.
-Sam? Sammy? Nuestro Sammy? Kiszka?
-Si. Danny. - Dije roja y bajando la mirada.
Danny tardo en responder. Pero cogió mi mano y me dio un besito en la mejilla.
-Por qué no hablas con él?
-Daniel, no puedo simplemente ir y decirle, eh, me gustas.
-Sólo era una sugerencia. Desde hace cuanto?
-No lo sé.
-Sam es un buen chico, enserio, tienes que hablar con él.
-Danny, no puedo decírselo, quiero decir, es imposible que le guste, y no quiero pasar por esa vergüenza. No quiero que me rechace.
-Y prefieres quedarte callada viendo como llega alguna otra chica y se lo lleva?
-No se... No quiero darle pena. Ya me ha pasado antes, Danny, y lo sabes bien.
-Sam no es como esos idiotas con los que has salido.
Ese era el problema. Sam era demasiado dulce conmigo, no quería que sintiese pena o se viese obligado a hacer algo que no quisiese.
-Ey, vamos, no es para tanto. Ya me encargaré yo de que se arrepienta si te hace daño.
-Danny... - advertí.

Para variar, Danny me obligó a sentarme en el asiento del medio cuando subimos al coche. Entre él y Sam. Los gemelos delante, Jake al volante.
Habían decidido que sería buena idea ir de acampada.
Me removi incómoda en el asiendo, acercándome más a mi hermano.
El bajista estaba demasiado cerca, olía maravillosamente bien, y su cuerpo desprendía un calor acogedor.
-Cuando dura el viaje?
-Oh, vamos, ya empiezas, no seas pesada, Annie. - se quejo Danny.
Rode los ojos y le di un codazo.
-No discutais, niños. - Nos regaño Josh cuál madre. - Son dos horas y media de viaje, Annie.
-Eso es mucho tiempo.
Pronto me dio sueño. Tanto que apenas podía mantener los ojos abiertos. Lo último que recuerdo fue mi cabeza cayendo hacia un lado.
Abrí los ojos al no sentir el movimiento del coche.
Estaba apoyada sobre algo huesudo y lo primero que vi fueron unas manos sujetando un móvil.
Levante la cabeza. Me dolía el cuello.
-Ey, bella durmiente.
Solo estábamos Sam y yo en el coche.
-Em... Ho... Hola... Donde estamos?
-En una gasolinera, queda poco más de media hora para llegar, pero Josh tenía que ir al baño. Estabas dormida y no queríamos despertarte.
-Oh... - Annie, idiota, di algo- Siento haberme dormido encima de ti.
-No hay problema. - me dio una palmada en la rodilla, haciendo que me pusiese roja. - Eres adorable cuando duermes.
-No lo soy, Sam, ronco y a veces se me cae la baba.
-A todos nos pasa eso.
Reí un poco.
-Ahí vienen los chicos.
Me relaje un poco. Por lo menos no estaríamos solos.
-Te has despertado!-Dijo Danny.
-Si. Estoy despierta.
-Al pobre Sam se le estaba quedando dormido el brazo.
-Que? Por que no me has despertado? Lo siento mucho Sam.
-No pasa nada. Por que se lo dices, Danny?
Quería llegar ya. Bajar del coche.

-Y... Hemos llegado! - Dijo Jake.
Los cinco bajamos del coche.
Me estire cuál gato y respire el aire fresco de la montaña.
-Se lo tienes que decir hoy. - susurro Danny en mi oído.
-Para ya con eso, Danny.
-Ey, nos ayudáis con las tiendas o que?
Los Wagner en una tienda y los Kiszka en otra.
Tardamos un tiempo excesivo montando las y enseguida se hizo la hora de cenar.
Jake preparo una fogata mientras yo hacia las brochetas.
-Annie, tiene una pinta deliciosa. - Dijo Josh sentándose a mi lado para ayudarme.
Los demás llegaron.
Después de cenar nos encontrábamos todos alrededor de la hoguera hablando de cualquier tontería. Hasta que Danny saco una botella.
-Verdad o atrevimiento. Quien se apunta.
-No tenemos 12 años, Danny. - se quejo Sam.
-Eres un soso. - Dijo Josh.
Al dar la primera vuelta, la botella me apunto a mi.
Jake, al otro extremo, me reto a bañarme en la laguna.
-Jake, no me voy a meter al agua de noche. Y si hay cocodrilos?-todos rieron.
-Annie, no hay cocodrilos en Michigan.
-Me da igual. No lo voy a hacer.
-Entonces quítate algo de ropa.
-Vale...
Me quite la sudadera.
-Vas a pagar por esto, Kiszka. Si me muero de frio va a ser culpa tuya.
Tras un buen rato jugando, la botella paro delante de Sam.
-Te gusta alguien, Sam? Alguna chica, chico? - preguntó mi hermano.
-Si. Hay una chica. - Dijo con la vista en el fuego.
Se me cerro el estómago y se me cayó el alma al suelo.
-Quien?! - preguntaron los gemelos al mismo tiempo.
-Es solo una pregunta cada vez.
-Chicos, es un poco tarde, voy a ir ya a dormir, vale?- recogí mi sudadera y me levante.
-Oh vamos! Un poco más. - Dijo Jake.
Danny no dijo nada, solo me miró con lástima.
-Nos vemos mañana. Que descanséis.
-Duerme bien, hermanita.
Conseguí aguantar las lágrimas hasta que entre en la tienda.
Sabía que esto pasaría. Sam nunca se interesaría por mi.
Me metí en el saco y me cubrí hasta la cabeza.
Iba a hacer como si nada. Como si estuviese enamorada de Sammy.
Escuchaba a los chicos reír y bromear fuera, seguramente habían sacado el alcohol. Iba a ser una noche larga.

Abrí los ojos gracias a los ronquidos de Danny.
Eran las 10 de la mañana.
Sali de la tienda.
Estaba soleado y había buena temperatura.
Me quite los calcetines y camine por la hierba.
Vi a alguien chapotear en el agua.
No podía ser otro que Sam.
Me senté en la orilla y lo observe nadar durante un buen rato lo vi ponerse de pie en una zona menos profunda.
Su torso delgado quedó fuera del agua.
Se escurrio el pelo y se giró hacia mí.
Sonrio de oreja a oreja.
-Buenos días!
Se recogió el pelo en un moño.
-Buenos días.
Se sentó a mi lado.
-Que tal has dormido?
-Em. Bien.
-Me alegro. - Dijo con los ojos brillantes. - Te molestamos mucho?
-No. Me dormí enseguida. - mentí. No me había dormido hasta que se fueron a la cama pasadas las cuatro de la mañana
Encogi las piernas y me abrace a ellas.
-El agua está buena. Te deberías bañar.
-No gracias. Seguro que está helada.
-Enserio que no. Esta bien.
-Sam. Tienes los dedos de la mano morados. - bromee.
-Es mentira. - Dijo mirándose.
-Si llegas a pasar un rato más ahí tendríamos que amputartela. A ver como ibas a tocar el bajo solo con una mano.
-Podria apañarmelas.
Me empujó con su hombro.
-No creo.
Nos quedamos un rato callados.
Sam jugaba con la hierba del suelo y yo tenia la vista fija en el agua.
-Annie.
-Si?
-Te pasa algo conmigo?
-Que? No. Claro que no. - sobe más nerviosa de lo que quería.
-Últimamente hablas menos conmigo. Y con todos los demás estas normal.
Suspiré.
A lo mejor no era tan malo contárselo. Incluso me ayudaría a superarlo más rápido.
Me frote los ojos y gire mi cuerpo hacía él.
-Sam. Antes de nada, no es necesario que contestes. Tampoco quiero que te sientas obligado o algo. Y lo siento con antelación si te incómodo.
Cogió mi mano y me dio un pequeño apretón.
Respire hondo.
-Me gustas. Me gustas mucho, Sammy.
Cerré los ojos y espere el rechazo en silencio.
La única respuesta fue un beso en la nariz.
-Abre los ojos.
Hice caso.
Me miraba con una sonrisa dulce.
Vi sus labios moverse pero prácticamente no entendí que dijo.
-Entiendo. Solo quería que lo supieras, no te preocupes por mi, estaré bien. - solté la frase que había ensayado durante toda la noche.
Frunció el ceño.
-Annie, me has escuchado?
Aparte la vista y negué.
Me sujeto por la barbilla y me hizo mirarlo.
-He dicho que la chica de la que hablaba anoche eres tú.
Casi me desmayo.
-Oye. Estas bien?
-Puedes repetirlo?
-Anoche hablaba de ti.
-Oh joder, Sam. Pensaba que... Mierda.
Me arrodilla y me lance contra sus labios. Se tambaleo un poco.
Con una mano me sujeto por la espalda baja y con la otra por el cuello.
Sabía a menta y sus labios estaban fríos por el agua del lago.
Su piel estaba húmeda, y su pelo goteaba sobre mis manos, colocadas en su cuello.
Sonreí contra su boca.
Cuando me separe me miró sorprendido.
-No esperaba eso.
-Lo siento?
-No. Ni de coña. Otra vez.
Está vez fue el quien me besó. Más profundo y lento.
-Danny, no te enfades pero mi hermano está succionando la cara de tu hermana. - escuchamos a Josh.
Sammy y yo nos separamos avergonzados.
-Lo se, lo se. Ya lo sabía.
Sam y yo nos miramos.
-Danny lo sabia?
-Es mi hermano. Le cuento todo.
-Yo también.
Danny miraba orgulloso de brazos cruzados.
-Más te vale portarte bien con ella.
-Lo haré. - Murmuró Sam sobre mis labios antes de besarme otra vez.

Type and imaginas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora