Type and imaginas.

Short: Diego Hargreeves.

Delinoctxx espero que te guste. 🤍

-Es eso todo lo que puedes hacer? - Dijo Diego jadeando tras esquivar un puñetazo mío.
Le lanze otro por el otro lado, y después un rodillazo, pero esquivo ambos.
Era bueno, muy bueno.
Diego era rápido, fuerte y ágil. Lo había visto manejar distintos tipos de armas, y era hipnotizante. Todo lo que salía en las revistas y en la televisión sobre él y su familia era real.
-Estate atenta! - gritó.
Me lanzó una patada, directa al costado.
Me tambalee un poco.
-Elia, Elia, Elia... - Dijo mientras se arreglaba los pantalones. - Estas distraída, estas...
Le lancé un puñetazo, luego otro y después una patada en el costado.
Se aparto riendo. Le había dado.
-Wow.
Antes de que pudiera procesar nada, Diego me había placado.
Estábamos los dos en el suelo.
Tenía todo su peso sobre mi, pero me sujetaba pegada a su cuerpo con uno de sus brazos.
-Te has hecho daño?
Reí un poco.
-Nop.
Rodó hasta quedar tumbado a mi lado.
Me dio frío. Habían sido unos segundos, pero ya echaba de menos la sensación de su cuerpo sobre el mío.
-Has estado bien.
-Wow. El gran Diego Hargreeves está reconociendo que he "estado bien"?
-Claro que si. Si fuera mentira no lo diría.
Me miró.
Me apoye sobre mí codo y alargue la mano hasta la cicatriz que tenía en el lado de su cabeza.
Frunció el ceño.
-Es horrible. Odio esa cosa.
-Es parte de ti, Diego.
Cerro los ojos.
-Fue culpa de mi padre. Todo lo que me ha pasado es culpa suya. Estaba tan obsesionado en que todo fuera perfecto que no les vi venir. Y bam!
Di un respingo.
-Te he asustado?
Rode los ojos.
Acaricié su mejilla y después su cuello.
-Ven aquí.
Enredo sus dedos en mi pelo y me llevó a su boca.
Me dio un beso, largo y lento.
Con la otra mano se levantó un poco, dejándome tumbada.
-Eh! Diego! Tienes un cuarto ahí atrás para hacer esas cosas!
El dueño del gimnasio nos miraba desde la puerta.
-No me ensucies el ring.
-Si, si, lo siento.
Diego se sentó.
Reí un poco, sentandome también.
-Ese viejo cascarrabias...
-Por qué no vienes a vivir conmigo?
Me miro con el ceño fruncido.
-No lo dices enserio.
-Yo creo que si. Ya es hora que salgas de ese cuarto.
-Le tengo cariño.
-Oh, vamos, Diego. Llevamos casi 11 meses saliendo. Creo que es hora de dar otro paso. Que me dices?
Rodo los ojos.
-Me vas a esperar despierta hasta las tantas para curar mis heridas?
-Bueno, creo que me gustaría más acompañarte.
Soltó una carcajada.
-Cuando sepas pelear de verdad.
-Entonces, te mudas o no?
Lo pensó unos segundos.
-Me encantaría.