Type and imaginas.

Douglas Booth

Toque al timbre varias veces.
La puerta se abrió.
-Hola.
-Em. Hola, que haces aquí?
-Tu casa era la más cercana. Puedo entrar?
-Si. Claro.
Douglas se echo a un lado.
Cuando entré me quite el abrigo empapado y las botas para no manchar el suelo.
-Ha pasado algo?
-No me gusta el... Bueno, el sexo duro, muy duro.
-Ha sido Jeff? Te ha hecho algo?-se acerco rápido mirándome preocupado.
-No, Douglas, tranquilo. - acaricié su brazo y pareció relajarse.
-Ven, siéntate y cuéntame.
Reí un poco.
-No estoy segura de querer hacerlo. - si, tenía el trasero adolorido de los azotes.
-Oh, te duele?
-Un poco. Es molesto, más que otra cosa.
-Quieres darte una ducha, y cambiarte de ropa?
Mi bueno y dulce Douglas.
-Si. Estaría bien.
Me acompaño hasta el cuarto de baño y me dio toallas y algo para ponerme después.
-Gracias.
Me dio un beso en la frente.
-Tomate tu tiempo. Luego si quieres, me cuentas, vale?
-Vale.
Cuando quede desnuda frente al espejo, vi como mi trasero estaba enrojecido, y como los dedos de Jeff habían dejado marcas en mis caderas.
Suspiré. No debería de haber acabado así.
Me duche y me puse la ropa de Douglas. Olía a él. Tan bien.
-He vuelto.
-Como estas? - dijo con la boca llena de sándwich. Ya había confianza, no me importaba.
-No lo se. Es raro. No pensaba...
-Me cuentas lo que ha pasado? Para que entre en situación.
Me senté como pude en la silla de la cocina.
-Quieres? Estaba a medio cenar cuando has venido.
-No, he cenado con Jeff.
Douglas se apoyo sobre su codo y me escucho atentamente.
-Jeff y yo aún no estábamos en el punto sexual de nuestra relación. Habíamos hablado de nuestros gustos y todo eso. A Jeff le gusta el sado. No de una manera muy exagerada. Pero le gusta. Me lo contó y pensé que estaría bien, que sería divertido. Hoy lo hemos probado y no es lo mio. Las cuerdas, y los azotes y todo eso...
-Pero... Ha parado, no? Cuando se lo has pedido.
-Si. Ha parado. No había dicho kiwi tantas veces en tan poco tiempo, nunca.
-Y... Por que estas en mi casa en vez de la suya ahora? - Sus ojos verdes brillaban curiosos.
-Por qué me ha dejado. Dice que quiere una chica con la que poder estar completamente satisfecho y blah, blah, blah. Pero oye, que no lo culpo. No quiero tener que pasar por esto cada vez que me acueste con alguien. - señale mi culo.
-Te duele mucho?
-Escuece.
-Tengo crema. Quieres?
-Estaría bien. Pero termina primero de cenar. No quiero molestar.
-Nunca lo haces.

Douglas me había dejado quedarme a dormir. Lo había hecho tantas veces que ya no necesitaba ni pedir permiso.
Pero no podía dormir.
Daba y daba vueltas en el sofá. Me encontraba incomoda y tenía un nudo extraño en el estómago.
Me levanté y fui hasta el cuarto de Douglas. Como siempre la puerta estaba abierta.
Entre de puntillas hasta que llegue a la cama.
En la tenue luz, vi como se abrían los ojos del muchacho.
-Que pasa? - su voz sonó grave y rasposa, haciendo que se viera aún más atractivo.
-No puedo dormir. - Dije forzando la voz.
-Quieres hablar?
Me encogi de hombros. Si hablaba lloraría.
-Quieres dormir aquí?
Asentí.
Abrió sus brazos y yo me lance entre ellos.
Presioné la cara contra su pecho.
-Cuéntame que ocurre.
-No pensaba que fuese a acabar así. Iba todo bien...
-Eso es por que el no es la persona.
-Tu crees? Como lo sabes?
-Por qué si no estarías entre sus brazos y no entre los míos.
Roce mi nariz contra su piel.
Empezó a darme besitos en la frente.
-Sabes que no pasa nada por llorar. Esta completamente bien.
Y fue suficiente.
Lo siguiente que recuerdo fue despertarme sola en la cama. Ya era de día.
Escuche la puerta del baño abrirse.
Douglas salió entre las nubes de vapor de agua, sólo llevaba la toalla, colgando de sus caderas. Debía de ser ilegal.
Se veía bien. Demasiado.
La toalla cayó y mis mejillas se volvieron rojas. Douglas tenía un buen culo. Quiero decir, lo había visto antes, pero joder...
Estaba mal espiarlo, pero no podía despegar mis ojos de él.
Cuando se fue a girar, ya vestido, me hice la dormida.
-Ellie. - su voz era suave. - Despierta, quieres desayunar?
Abrí los ojos y fingi un bostezo.
-Buenos días.
-Buenos días, dormilona.
-No me culpes, tu sofá es horrible.
-Vamos, ven a desayunar.
Note sus labios en mi sien, y seguidamente, me había destapado.
-Ey, hace frío.
-Vamos!
Y si, prácticamente me arrastro de la cama.
-Estas mejor?
-Eso creo. Solo me duele la cabeza.
-Me refiero a...
-A Jeff. Si. Bueno. Tampoco fue una relación tan larga.
-Encontrarás a alguien, ya verás.
-Espero.

Tres semanas más tarde, después de una tarde bastante aburrida, Douglas y yo decidimos ir a cenar a McDonald's.
-Pídeme una hamburguesa de pollo, y patatas deluxe. Y...
-Lo se... Lo se...
Fui a buscar sitio y esperé observándolo.
Desde que Jeff y yo terminamos, Douglas no me habia dejado sola, había estado para mi. La ruptura había sido más dura de lo que yo pensaba. Tal vez por la manera de la que había acabado.
Lo vi en la cola, me saludo sonriente.
Le devolví el saludo.
Pronto vino con la bandeja.
-Tienes hambre?
-Estaba a punto de morderle a la señora de atrás.
Rodó los ojos.
-Ten, tu hamburguesa y...
-Ellie!
Ambos nos giramos.
-No puede ser... - murmuró mi amigo.
-Jeff.
-Como has estado?
-Bien, he estado bien.
-Ya veo. - Dijo mirando a Douglas.
Douglas estaba tenso. Lo miraba serio.
-Que haces aquí, Jeff?
-He venido a saludar a una antigua amiga.
-Una antigua amiga. - reí amarga.
-Estas bien? Respecto a...
-Si, Jeff, aguanto más que unos azotes.
Rodó los ojos.
-Bueno, chicos, me alegro mucho de lo vuestro, suerte. - se levanto y se fue. - Me vuelvo con Alice.
Suspiré.
-A qué se refiere?
-Creo que piensa que estamos saliendo. - Dijo él mirandl por la ventana.
Y la cena fue completamente en silencio. Cada uno sumergido en sus pensamientos.
Pensándolo bien, Douglas y yo nos habíamos comportado prácticamente como una pareja en los últimos días.
-Has terminado?
Asentí.
-Vamos? - dije levantandome.
Sali primero, y vi como Douglas recogía mi cazadora y la suya y le daba una última mirada a Jeff
-Se te olvidaba.
-Oh, si, lo siento, se me ha ido la cabeza.
-No le des importancia a Jeff.
-Es que actuaba como si nada. Como si no hubieramos pasado nada entre nosotros.
-Dejalo, es un idiota.
Me ayudo a ponerme la cazadora y me sonrió.
-Vamos a dar un paseo? Aun no quiero ir a dormir. - Dije poniendo mis mejores ojos de perrito.
-Si insistes...
Me abrazó por los hombros.
Llevábamos un buen rato andando por el parque, hablando de cualquier tontería.
-Puedo comentarte una cosa? - dijo al cabo de un rato.
-Claro Dougie.
-He estado pensando en lo que ha dicho Jeff. Y creo que si que parecemos una pareja.
-Si. Yo también lo creo.
-Mhm. Y... Que crees que debemos hacer?
Mierda, mierda. Por que me estaba poniendo tan nerviosa. Era Douglas. Mi Dougie. Mi mejor amigo. Mi guapo y buen mejor amigo.
-No entiendo que quieres decir? - si, si lo hacia, quería oírlo de su boca.
-Creo que hay dos opciones. La primera, dejar todo este rollo. Quiero decir, bueno... No importa. La segunda es ser de verdad una pareja. Tomarlo enserio.
-Tu que quieres hacer.
Hubo unos segundos de silencio en los que temí que Douglas solo quisiera ser mi amigo.
-Yo... Quiero algo más. Ellie, me gustas desde hace mucho tiempo. Y me da miedo que tu no quieras.
-Yo quiero.
Se detuvo en seco, sujetando su mano en la mia, nuestros dedos entrelazados.
-Segura? No te sientas obligada.
-No me siento obligada, Dougie, tu también me gustas. Puede que desde hace no mucho, pero eres bueno y me cuidas y me respetas. Acaricié su pecho.
Sus manos, despacio encontraron sitio en mi cintura.
-Dougie.
-Si, Ellie?-parecía demasiado embobado mirándome con esos bonitos ojos suyos.
-Puedo besarte?
-No se, quieres hacerlo? - bromeó inclinándose hasta que nuestras bocas se rozaban.
-Tu que crees?
-Hazlo.
Y lo hice. Junte nuestros labios, despacio primero, pero pronto, cuando sus brazos me rodearon completamente cuando el beso se profundizó.
Su mano después subió a mi nuca y las mis se aferraron a su cuerpo.
Fue él quien me separó.
-Eres mi novia ahora?
-Creo que si, no?
-Haremos que funcione.
-Claro que si.
No había ninguna posibilidad de que esto fallara. Eramos mi mejor amigo y yo.