Josh Kiszka

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Estaba sentada en la barra viendo la actuación. Mi tío tocaba en el grupo y desde pequeña siempre había ido a verlo.
Casi en el final, un chico bajito subió al escenario. Era el hijo de Kelly. Josh, creo. La estrella del rock.
Todos aplaudieron.
Canto la última canción junto a su padre, copa en mano y sonrisa en la cara.
Era muy guapo. Y parecía haber nacido para el escenario.
-Ey, es guapo. - Natalie parecía leerme la mente. - Podrías hablar con él.
-Seguro que tiene novia.
Me gire hacia la barra, con mis codos apoyados en ella y esperando a que el camarero me viera.
-Bueno, si tiene novia puedes tener una bonita amistad con él.
-Natalie...
-Mierda, viene hacia aquí. Viene hacia aquí, Christine.
La mire asustada.
-Em... Me permites?
-Oh, si, claro, lo siento.
Me aparte un poco, decepcionada por qué no venía a hablar conmigo.
Natalie me dio una palmada en el hombro.
-Voy al servicio.
-Vale.
Me quede sola en la barra, con el chico esperando su copa a mi lado.
Mire de reojo. Él también me miraba.
-Hola. - dijo con una enorme sonrisa.
Oh mierda.
-Hola.
-Me suena mucho tu cara.
-Y a mi la tuya.
-Bueno, yo he cantado en el escenario.
Reí un poco.
-Eres el hijo de Kelly.
-Tu...
-Sobrina de Nick.
-Oh. Claro. Vienes a verlos a menudo?
-Si, siempre.
-Una fan fiel.
Asentí.
-Josh. - me extendió su mano.
-Christine.
-Quieres una copa? Este vino esta bueno. Quieres un poco? Yo invito.
-Si, estaría bien. Pero no hace falta que me invites.
-Ya lo se, quiero hacerlo.
Josh pidió el vino.
-Chin chin.
-Chin chin.
Bebimos sin quitarnos la vista de encima.
-Esta bueno.
-Te lo he dicho.
Me quedé callada. No sabía que decir.
-Cuál es tu película favorita?
-Que?
-Bueno, no se muy bien de qué hablar, estoy poco nervioso.
-Oh. Bueno... El indomable Will Hunting.
-Vaya, es buena, enhorabuena.
-Enhorabuena?
-Tienes buen gusto.
Nos dio la risa.
-Gracias, supongo. La tuya?
-Odisea en el espacio.
-Enhorabuena también.
-Entiendes de cine?
-No mucho.
-Oh, bueno, yo estudie cine, podría enseñarte algo.
-Me gustaría mucho, Josh.
Josh era un chico alucinante. Nunca había conocido a alguien como él. Su forma de pensar era completamente diferente a la de cualquier otro. Me encantaba la forma en la que gesticulaba tanto con la cara como con las manos.
Y dos horas después seguíamos en la barra del bar.
-Bueno, pues ya habían dado el aviso por el tornado. Entonces, todos nos fuimos al sotano, al refugio. Cerramos la puerta y, a qué no sabes que?
-Dime.
-Nos habíamos olvidado de Sam.
-No puede ser. - dije riendo.
-Si, pero la historia mejora. Él estaba en la ducha. Cuando salió del cuarto de baño, con la toalla puesta, no había nadie. No se había enterado de que había un tornado.
Me reía tanto que hasta lloraba.
Cuando conseguí calmarme, Josh me miraba sonriente.
-Que pasa?
-Eres preciosa.
-Yo?
-Quién más?
-No se, cualquier otra?
-No digas tonterías. - acarició el dorso de mi mano.
Mordí mi labio mientras mis ojos recorrían sus facciones.
-Si sigues mirándome así empezaré a creer que te gusto. - susurró.
Un escalofrío recorrió mi espalda.
Me incliné un poco hacia él, sintiéndome completamente atraída por su cuerpo.
Josh hizo lo mismo, deslizando sus dedos por mi brazo.
Nuestros labios se tocaron por una milésima de segundo.
Su mano se enredo en mi cabello, a la altura de la nuca, inclinando mi cara hacia atrás y por fin, besandome como se debía.
Cerré los ojos al instante, agarrandome a los bordes de su chaqueta y pegándome más a él.
Cuando nos separamos, las mejillas de Josh estaban rojas y sus labios brillaban por la saliva.
-Q... Quieres salir de aquí?
Asentí rápido.
Josh me ayudo a ponerme la chaqueta.
-Tienes que despedirte de tu amiga?
Reí un poco.
-Hace más de una hora que se fue.
-Oh. Entonces vamos.
Salimos del bar y nos miramos.
-Podemos ir a mi apartamento, si quieres, claro.
-Estaría bien, si.
-Por aquí.
-Andando?
Asentí cogiendo su mano.

Cerré la puerta, y al instante, Josh estaba besandome.
-Ven por aquí. - susurre mientras tiraba de él hacia mi habitación.
Cerré la puerta detrás de él y lleve mis manos directamente a la chaqueta.
Él se ocupaba de la cremallera de mi vestido.
Empecé a quitar lo botones del mono marrón que llevaba.
Lo hice caer de sus hombros.
-Por qué llevas tanta ropa? - susurre.
-Hace frío.
Me incline para besar su cuello.
Su mano acariciaba mi pelo mientras la otra hacia caer mi vestido.
Me separó y me miró de arriba a abajo, mordiendo su labio.
-Siempre llevas lencería?
Negué.
-Sabías que acabarías con alguien en casa? - dijo en un tono suave.
-No. Pero me gusta verme bien de vez en cuando.
-Estas preciosa. - dijo con una sonrisa mientras acariciaba mis costados.
Oh mierda. Era esto un sueño?
Baje las manos al borde de su camisa y la quité.
Si. Tenía que ser un sueño.
Estaba boquiabierta.
Josh si que era precioso. Tenía la piel suave y lisa, perfectamente bronceada y torneada por los músculos que aparentemente no parecía tener.
No pude evitar inclinarme y besar la piel de sus hombros. Llevé mis manos hasta su espalda, acariciandola entera.
Sentia que la piel me ardía. Quería que Josh me tocará por todas partes. Quería sentirlo.
Sentí como suspiraba contra mi cuello.
Josh levantó mi barbilla y me besó de nuevo.
Sus movimientos eran lentos y cuidadosos, milímetrados para que todo fuera perfecto.
Tuvo mucho cuidado cuando mis piernas tocaron la cama. Con una mano en mi nuca y otra en mi espalda baja me tumbó.
-Desnudate. - susurre en su oído.
Me dió un beso en la mejilla, lo que me pareció lo más tierno del mundo, y se puso de pie.
Primero soltó el lazo que sujetaba el mono a su cintura.
Me mordí el labio para no reír. Josh estaba haciendo un estúpido bailecito mientras se bajaba despacio el pantalón.
-Te gusta?
Le gesticule para que bajará la voz.
-Natalie duerme en la habitación de al lado.
-Oh. Te gusta? - susurro ahora.
-Mhm. Muy sexy.-bromee.
Ahora nos encontrábamos los dos en ropa interior.
Baje el elástico de sus calzoncillos, liberando su miembro justo enfrente de mi.
-No tienes por qué.
Lo ignore. Era grande. Mierda. No me lo hubiera imaginado.
Cuando lo agarre con mi mano, él jadeó.
-Christine. Enserio. No es ne...cesario. Déjalo para la próxima.
-La próxima?
Me beso, haciendo que cayera de nuevo de espaldas en la cama.
Separó mis piernas y se posicionó entre ellas.
-Estamos a tiempo de parar.
-Tú quieres parar?
-No. Y tú?
Negué y volví a besarlo.
Josh pego sus caderas a las mías, dejando que su miembro, ya completamente erecto se deslizar a contra la tela de mi ropa interior.
Lo vi morderse el labio y repetirlo, esta vez con más fuerza.
-Oh. - fue lo único que pude decir.
Josh beso mi cuello hasta llegar a mi mejilla.
-Estas muy mojada.
-Lo has hecho tú.
Bajo mi ropa interior despacio, mirándome con una sonrisa burlona.
Mientras, yo me deshice del sujetador.
-Puedes darte prisa? - dije impaciente.
Josh soltó una carcajada.
Le tape la boca riendo.
-Baja la voz, por favor.
Me sujeto por la muñeca y quito mi mano.
Me beso una vez más.
-Estas lista o...
-Podrías... Bueno, ya sabes...
-Oh... Quieres que... Si. Claro. Voy a...
Me tape los ojos con las manos. Estaba muerta de vergüenza. Y él también.
Josh levantó mis piernas sobre sus hombros. Sentí sus labios bajando desde mi rodilla hasta mi centro.
-Josh... - suspiré.
Empezó despacio, moviendo su lengua de arriba a abajo, acariciando a la vez mis piernas.
Me destape los ojos.
-Oh Josh.
Aparte sus rizos de su frente.
Tenía una boca experta y yo me sentía cada vez más cerca.
-Josh... Josh... Para.
-Que? Te he hecho daño?
Acaricie sus labios.
-No.
-Entonces?
Empujó un dedo en mi. Me retorcí de placer.
Lo movió despacio.
-Josh... Por favor.
Sin parar, trepo sobre mi.
-Estoy lista.
Se arrodilló entre mis piernas mientras yo buscaba preservativos en el cajón.
-Toma.
-Estoy nervioso. Le temblaban las manos mientras se lo ponía.

-Te mentiría si te dijera que yo no.
Nos miramos y reímos.
-No quiero cagarla.
-No lo vas a hacer.
Se posicionó encima de mí, con un codo apoyado en la cama y la otra mano alrededor de su miembro.
-Vamos allá.
Despacio empujó.
-Oh cielos. - dije sonriendo.
Josh me dio un beso.
-Todo bien?
-Perfecto.
Escondió la cara en mi cuello y empezó a moverse.
Cada vez que sus caderas se movían hacia las mías los sentía más profundo. Cada vez se sentía mejor y mejor.
No le daba vergüenza ser vocal. Se sentía bien y me lo estaba haciendo saber.
-Déjame, déjame a mi.
Lo empuje y me subí sobre él.
Cerró los ojos y se dejó caer sobre la almohada.
-Eres fantástica.
Con una mano en su abdomen y otra junto a su cabeza me movía a ritmo lento.
-Oh mierda.
-Más rápido, Christine...
Su piel brillaba con una fina capa de sudor.
Me agarro del trasero para ayudarme.
La cama chocaba contra la pared.
Entre mis piernas el cosquilleo aumentaba.
-Tocame.
Obedecio sin rechistar, abriendo los ojos y observando su trabajo.
-Vamos... - me animo. - Estoy cerca, Christine.
Cerré los ojos y deje la cabeza caer hacia atrás.
-Voy a...
-Si...Si...
Josh copio mis movimientos. Tuve que cubrirme la boca.
Todas las sensaciones parecían estar al límite.
Y de repente llegué, llevando a Josh conmigo.
-Oh madre mía. - susurre, intentaba no hacer demasiado ruido. Natalie no tenía por qué enterarse.
Y Josh era jodidamente ruidoso. Ni con la boca tapada conseguía mantenerlo callado.
Minutos después me baje de él y me senté en la cama, con las piernas dobladas y la cara escondida en mis brazos, intentando recuperar la respiración. Josh me acarició la espalda con un único dedo.
-Ha estado bien. - lo escuche decir- Bastante bien.
Le dio la risa.
Me gire a mirarlo con una sonrisa, aun procesando lo que había pasado.
Cómo podía haber acabado yo con un chico así?
-Ven, dame un beso. - dijo levantándose sobre su hombro.
Me incline sobre él y junte nuestras bocas.
-Ey, estas temblando. - dijo acariciando mi brazo.
-Bueno, es culpa tuya.
Le dio la risa.
-Lo siento?
Reí y lo volví a besar.

Abrí los ojos. Todo había parecido un sueño, pero Josh estaba aún tumbado en mi cama, acostado sobre su costado y tapado hasta las orejas.
Me acerque un poco a él para verlo más de cerca.
Parecía un ángel. Retire el pelo de sus ojos y le di un beso en la frente antes de levantarme.
Me puse algo de ropa y salí en silencio.
En la cocina, Natalie se preparaba el café.
-Buenos días.
-Wow, buenos días. - dijo riendo- No creía que te fueras a despertar hasta medio día.
Rode los ojos sonrojada.
-Quién es? Dime qué es Josh. Sigue ahí?
-Es Josh. Y si, sigue ahí.
-Madre mía, Chris. Estuvo bien, no?
-No te enteraste?
-Claro que si, cuanto, dos veces?
-Tres. Fue increíble, Natalie.
-Estoy muy contenta por ti.
-Creo que quiere verme de nuevo. No paraba de hablar de la próxima vez y...
Escuchamos ruido.
Un par de minutos más tarde, Josh apareció en la cocina.
-Buenos días. - dijo con una sonrisa tímida.
Ya llevaba puesta su ropa.
-Buenos días. - conteste yo también sonriendo.
-Buenos días, soy Natalie. - se estrecharon la mano. - Quieres desayunar?
-Vale.
Desayunamos los tres juntos.
-Me voy a ir ya. - dijo Josh después de recoger sus cosas.
-Te acompaño a la puerta.
Salimos al rellano del edificio. Josh apretó el botón del ascensor.
Estábamos uno frente al otro.
Era, quizá, el momento más incómodo de mi vida.
-Josh. Lo pasé muy bien. No solo aquí.
Asintió.
-Yo también.
Me acerque un poco.
Sonó la campana del ascensor.
-B... Bueno, nos vemos. Gracias por el desayuno.
Me dió un abrazo y un beso en la mejilla, dejándome con cara de tonta y ganas de llorar en el rellano.
Lo vi irse en el ascensor sin ni siquiera mirarme.
-Chris? - Natalie se asomo. - Cariño, que ocurre.
Me cogió de la mano y me metió a nuestro apartamento.
-Pe... Pensaba que le había gustado...
Estaba decepcionada.
-No te ha dicho nada?
-No. Me ha dado un abrazo y se ha ido.
-Chris, seguro que está nervioso...
Me apoye en su hombro y lloré.
Pensaba que Josh estaba interesado en mi, que quería verme otra vez. Pero no. Solo había sido una noche de sexo y nada más.
-Christine. Ve a tu cuarto, cámbiate de ropa y vayamos a pasear.
Asentí y fui al baño primero. Me lave la cara y los dientes. Odiaba llorar.
Después cruce a mi habitación y busque ropa. Me senté en la cama.
Cuando estaba a medio vestir, vi algo en la mesa de noche.
Un papel perfectamente doblado.
Sentía el corazón latiendo fuerte.
Con cuidado lo cogí y lo abrí.
"Lo de anoche fue increíble. Tú eres increíble, mi querida Christine. Espero verte de nuevo, me encantaría llevarte a cenar, y si tu quieres al cine.
Josh M. Kiszka."
Su número estaba escrito también.
-NATALIE.
Sali corriendo hacia ella.
-Que pasa? Ahora te ríes?
La abrace.
-Mira.
-Oh cielos. CHRISTINE!
-Voy a tener una cita con Josh. Quiere verme. Quiere verme, Nat. Josh esta interesado.

Type and imaginas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora