CAP 104

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NARRA ALBA

Antes de salir del departamento me encuentro a Bruna, le digo que por nada del mundo deje salir a Aida. 

Al llegar a la comisaría, Karen me pone al tanto de todo. Como lo sospechaba estos dos son gente del diablo, me voy hacia el cuarto de interrogatorio.
Juro que solo de verlos me da ganas de matarlos, pensar que pudieron haberle hecho daño a Aida hace que pierda la cordura.

Xxx: La gran general Paul.
Alba: Cierra el hocico, caballo.
Caballo: Uyyyy por qué de tan mal humor? (Dice burlón)
Alba: Donde está el diablo?
Caballo: Me suena, me suena ese nombre, tú lo conoces? (Mirando a su cómplice)
Alba: Déjate de estupideces y habla de una puta vez.
Caballo: No te diremos nada, imbecil.
Alba: Ya me estás cansando (golpeando la mesa), por qué la seguías?
Caballo: A quien? Yo solo me detuve a llenara gasolina.
Alba: La policía te está buscando, no creo que seas tan imbecil como para andar de lo más tranquilo, o bueno si eres muy imbecil.
Caballo: Piensa lo que quieras Paul, no te diremos nada.
Alba: Llévense a estos mal nacidos. (Digo gritando)

Entran los oficiales para llevárselos. Voy hacia mi oficina muy enojada, Karen viene tras de mi.


Alba: Nada! No me dijeron nada! No van hablar así los mate.
Karen: Pero ya de aquí no saldrán, mañana los trasladaran.
Alba: Eso no me tranquiliza, estoy exponiendo a Aida y eso es lo que más temor me da.
Karen: Créeme que te entiendo, pero tenemos que ser más inteligentes que ellos. Será mejor ir al departamento, no hay que dejarla mucho tiempo sola.

Al llegar al departamento Aida se viene a mi, nos vamos a la habitación. Ella aún sigue enojada conmigo, hablamos de lo que sucedió, todo esto pasó por mi estupidez. Voy alejarme de Silvia, no puedo permitir que me siga trayendo problemas, mi prioridad es Aida y no me arriesgaré a perderla.
Al dejar a mi novia en su casa, me voy para la comisaría.
Estoy en mi oficina trabajando hasta que Karen me anuncia que González quiere hablar conmigo.

Alba: Que se te ofrece González?
González: Te dijeron algo? Hablaron?
Alba: Gracias por preocuparte por mi. (Digo sarcástica)
González: No hables gilipolleces, no te das cuenta que todos estamos en peligro.
Alba: Precisamente eso me tiene muy pensativa, ya que en aquel operativo todxs estuvimos involucrados; sin embargo hasta ahora a ti no te han hecho absolutamente nada, qué raro, no crees?
González: Que estás insinuando?
Alba: No sé, dímelo tú.
González: No se puede hablar contigo, me voy a mi oficina.
Alba: Gracias por la visita.

Ya es casi la hora de comer, quiero estar con Aida, asegurarme que está bien, iré a verla a su casa.

Karen: Vamos a comer?
Alba: He pensado en ir a casa de Aida, quiero ver cómo está.
Karen: Si si es buena idea, después nos vemos.
Alba: Después nos vemos, avísame cualquier cosa.

Salgo de la comisaría, me subo al auto. Voy pensando en todo lo que ha venido sucediendo, me detengo en un alto, el semáforo cambia dándome pase,pongo en marcha el auto hasta que siento un fuerte impacto que hace que pierda el conocimiento.

Siento como si una aplanadora me hubiera pasado por todo el cuerpo, me pesa mucho abrir los ojos, solo escucho una voz o mejor dicho varias voces, no entiendo lo que dicen.

Xxx: Aléjate de ella!

Por más que intento no logro abrir los ojos, haciendo que vuelva a dormirme.
Ya no sé cuánto tiempo llevo dormida, me siento un poco más fuerte, ahora si logro escuchar, puedo escucharla a ella, a mi bonita.

Aida: Abre los ojos mi amor, tienes que despertar. Te necesito mi tarzan, despierta. (Dice llorando)

Suelto un fuerte suspiro, abro poco a poco los ojos encontrándome con esos preciosos ojos verdes.

Alba: Definitivamente tú eres mi mejor medicina. (Intentando sonreír)..


Mi Felices Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora