CAP 116

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NARRA ALBA

Nos vamos directo a su casa en completo silencio. Traje a Gutiérrez porque sé que al verme se negara tan siquiera de verme. Llegamos a su portal, me escondo para que Gutiérrez hable por el interfono, le ha costado lograr que nos de acceso. Ambos entramos, al ver que Gutiérrez viene conmigo se queda de piedra.

Alba: Ahora si mal nacido, tú y yo vamos hablar.
Xxx: Qué haces aquí, Paul? Que cojones quieres?
Alba: Tu mataste a Sam, tú mataste a mi hermana! (Digo gritando)
Xxx: No se de qué estás hablando, te has vuelto loca.
Alba: Claro que no hijo de puta, tú y el maldito del diablo mataron a mi hermana.
González intenta cerrar la puerta, pero Gutiérrez se lo impide. Voy hacia González para golpearlo, lo hago sin control hasta que el grito de una mujer hace que me detenga.

Xxx: Vas a matarlo, para Alba por favor.
Alba: Eso es lo que merece tu marido, merece estar muerto.
Diana: Mis hijos están arriba por favor Alba, te lo suplico.
Alba: Y por qué tendría que tener compasión por esta rata asquerosa, mató a mi hermana. (Golpeándolo en la cara)
Diana: Eso no puede ser cierto, el no es capaz.
Gutiérrez: González es capaz de todo con tal de salirse con la suya.
González: Si la matamos y es algo de lo que siempre me voy arrepentir, peor aún porque expuse a toda mi familia.
Alba: Vete Diana, vete con tus hijos.
Diana: Perdóname, perdónalo. (Dice llorando)

La esposa de González se sube, lo pongo de pie y hago que Gutiérrez lo agarre por atrás.

Alba: Voy hacer que desees estar muerto, me las vas a pagar, me quitaste lo que más amaba y todo por tu estupido odio! (Volviendo a golpearlo)
González: Yo no quería que suceda, pero cuando me di cuenta vi que ya no podía salir de ahí.
Alba: Dame una buena razón para no matarte ahora mismo. (Apuntándolo con el arma)
González: No me matarás porque yo soy la única persona que te puede ayudar a dar con el diablo.
Alba: Que me garantiza que no me traicionaras? Tú eres un mal nacido que no cree en nadie.
González: Porque a mí también me debe varias, quiero verlo muerto.
Alba: No te creo! (Golpeándolo)
González: Por culpa de él Diana perdió a nuestro hijo, cuando estaba a un mes de nacer. Ese desgraciado mando a que la atropellen así como hizo contigo.

Me quedo en silencio, sin saber qué decir o hacer. Y si me está mintiendo?
Aunque a estas alturas González ya no tiene motivos para mentir, está atrapado.

Alba: Donde lo encuentro?
González: En dos semanas estará de regreso a Barcelona.
Alba: Por tu bien espero que no me traiciones, ya no tengo nada que perder así que créeme que no me va temblar la mano para matarte a ti y a tu familia.
González: No serías capaz de tanto.
Alba: Bastardos como tú no merecen vivir, y me importa una mierda tu familia.
González: Te juro que no voy a traicionarte, se que cuando termine todo esto voy a ir preso. Y podré hacerlo tranquilo sabiendo que atrapaste al diablo y no hará más daño, cometí el peor error de mi vida, pero créeme que ya he pagado.
Alba: Yo misma me encargaré de que te pudras en la cárcel. (Soltándolo)
González: Una cosa más Paul.

Me detengo antes de salir.

González: Aleja a Aida de tu lado, el no va dudar en matarla, no permitamos más muertes.
Salgo de ahí, me subo a la patrulla con Gutiérrez. Las últimas palabras de González retumban en mi casa, el tiene razón, tengo que alejar a Aida de mi lado, esta vez tengo que hacerlo.
Saber la forma en como murió mi hermana hace que se me destruya el alma, ella dio su vida por la mía, todo el tiempo no hizo más que protegerme. Debería ser yo quien esté muerta, yo y no ella.

Gutiérrez: General hemos llegado, necesito hablar contigo.
Alba: Hoy no, solo quiero descansar, espera a los oficiales para que todos regresen a la comisaría.
Me bajo del auto sin decir una sola palabra más, subo hasta mi piso encontrándome ahí a los oficiales.

Alba: Está todo bien?
Oficial: Si general, las señoritas están bien.
Alba: Vale, vayan que Gutiérrez los está esperando.

Respiro profundamente antes de entrar al departamento, nada más estoy adentro y Aida viene corriendo hacia mi. Sentirla entre mis brazos y pensar que será la última vez, que ya no podré hacerlo más.
La abrazo tan fuerte, lleno mis pulmones con su delicioso aroma. Ella me cura todas mis heridas, intenta ponerse de pie para traer una crema, pero no la dejo.
Mientras me cura acaricia todo mi rostro, siento su cálida mano y no sé cómo voy hacer para estar sin ella.
Nos quedamos las dos solas, nos abrazamos y le pido perdón una y otra vez, sé que en el fondo ella sabe lo que va ocurrir. Nos vamos a mi habitación para tratar de descansar, no lo consigo, no puedo dormir. Quisiera tenerla así, no tener apartarme de ella, pero tengo que hacerlo, ella no puede estar a mi lado, lo único que conseguiría es que la maten y si eso sucede yo me voy tras ella. Tengo que hacer esto sola, aunque me desgarre el corazón, tengo que alejarla de mi.
Me levanto sobresaltada, pero al ver a Aida a mi lado me doy cuenta que solo fue una horrenda pesadilla, le doy un beso en la cabeza.

Alba: Aunque me quede sin vida tengo que dejarte, tú eres lo que yo más amo, mi razón de ser, eres el amor de mi vida, pero ahora no puedo ofrecerte nada. Te quiero viva y sé que ahora eso está en juego, me aterró la sola idea de que puedan tocarte. No pienso cuando alguien intenta hacerlo, soy muy vulnerable a tu lado. Espero que algún día puedas perdonarme. (Digo llorando)

Después de un rato, Aida empieza a moverse. Tengo que hacer mi mejor actuación, esto se tiene que acabar hoy mismo.
Me pongo de pie para darme una ducha y vestirme, cuando ya estoy terminando de hacerlo veo que Aida también se viste, al verme se acerca a mi.

Aida: Buenos días bebe.

Intenta darme un beso, pero le corro la cara.

Aida: Te pasa algo?
Alba: No, solo que se me hace tarde, termina de vestirte te estaré esperando abajo.

Salgo de la habitación sin darle tiempo a que me responda, después de unos minutos aparece, le abro la puerta y nos vamos hacia el auto. La subo y yo hago lo mismo. Durante el camino ella intenta acariciarme, pero me muevo para que no lo haga. No le digo ni una sola palabra. Llegamos hasta su casa, tengo que hacerlo ahora.

Alba: Solo lo diré una vez, nuestra relación se terminó. A estas alturas tenerte a mi lado solo me atrasa, contigo a mi lado no puedo concentrarme. (Sin mirarla) Ya no quiero ni puedo estar contigo, espero que lo entiendas y lo respetes.
Aida: Voy hacer de cuenta que no escuché nada o que todo lo que dijiste solo lo haces para lastimarme y que así yo me aleje de ti.
Alba: Por qué lo haces más difícil? No te quiero a mi lado, no puedo avanzar contigo a mi lado!
Aida: Somos un equipo, tú sabes que no puedes vivir sin mi ni yo sin ti, separarnos solo nos haría frágiles. Enfrentemos esto juntas mi amor.
Alba: No, claro que no. No podría vivir si te llegara a pasar algo.
Aida: Y por eso mejor me alejas?
Me giro hacia ella para verla a los ojos.

Alba: Déjame hacer esto sola.
Aida: Y si la que muere eres tú? No te has puesto a pensar en eso?
Alba: Se defenderme, tengo que protegerte, entiéndelo caray.
Aida: Eres una egoísta! No piensas en que yo también sufro, solo buscas el camino más fácil!
Alba: Fácil? Tú crees que para mí esto es fácil? Me estoy quedando sin alma, sin vida y me dices que es fácil! Ayer me enteré como esos hijos de puta mataron a mi hermana (Digo llorando) y tú me dices que esto es fácil.
Aida: Entonces superémoslo juntas, date cuenta que juntas somos muy fuertes. (Abrazándome)
Alba: No puedo perderte, no a ti. Si te pierdo me pierdo yo misma. Esta es la última vez que nos vemos, no te quiero cerca de mi.
Aida: Pues no lo haré, no me alejare.
Alba: Claro que lo harás, soy capaz de contarle todo a tus padres para que ellos entiendan que solo soy un peligro para ti.
Aida: Por qué eres tan cruel? Por qué se te hace tan fácil alejarme de ti? O es que acaso dejaste de amarme?
Alba: Pues tal vez sea eso.
Aida: No porque si así fuera no me protegerías tanto.
Alba: Muchas veces la conciencia pesa más, no te quiero a mi lado, no hagas esto más difícil.

Aida: Me estás lastimando y sé que lo haces solo para alejarme de ti. (Dice llorando)
Alba: Vete de una vez, no te quiero conmigo, no te amo y te lo digo aquí mirándote a los ojos. Se acabó mi amor por ti, no me hagas las cosas más difíciles ni me pongas más piedras en el camino. Perdóname por haberte expuesto tanto, sigue con tu carrera, sigue con tu vida y olvídate de mí así como yo lo hice de ti.
Siento una fuerte bofetada en mi rostro, Aida me ve con mucha furia.

Alba: Créeme que entiendo me la merezco por haberte engañado, ahora bájate de mi auto. Cuídate mucho Aida, espero que algún día puedas perdonarme.
Aida: Como lo hiciste? Como lo haces? Espero que cuando te des cuenta no sea demasiado tarde.
Termina de decir eso, se baja del auto dando un fuerte portazo. Mis ojos se inundan de lágrimas, veo que entra a su casa y yo conduzco para alejarme de ahí. Siento como el alma se me arruga, se que mi corazón se está quedando ahí con ella, pero es lo mejor. Muchas veces amar también es dejar ir a quien tanto se ama, sabiendo que solo estarás destinado a la infelicidad...


Mi Felices Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora