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Ester Exposito

Todo lo que pasaba entre Itzan y yo últimamente es otra de pruebas que nosotros no somos buena pareja, no hay confianza solamente dolor.

Estaba pensando en llamar a Iván y pasar tiempo con él un poco, el sigue muy interesado en mi y eso me hace sentir bien.

-Te ves feliz. – dice Miguel

-¿Acaso no debía estarlo? – pregunto

-No, solamente pensaba que sigues en guerra con Itzan. – comenta

-No, todo está bien, de verdad. – digo

-Muy bien, entonces eso significa que sigues con ese tal Iván. – dice

-Si, yo quiero estar con él y Itzan quiere estar con Sara, los dos somos felices. – le digo

-El no está con Sara, de hecho ni siquiera hablan. – dice

Me extrañaba mucho oír eso, pensaba que él decidió estar con ella y que lo que paso entre nosotros dos fue como una despedida o algo así.

-¿Qué? – pregunto

-Si, ellos no están juntos. – dice

-¿Pero por qué? – pregunto

-No sé, Ester. Eso debías preguntarle a él, parece que él es muy confundido, no sé qué decir más. – dice

Me estaba preocupando por Itzan pero no quería preguntarle nada para no causar más problemas entre nosotros dos.

Pero notaba que Itzan seguía en su habitación, decidí entrar y al menos tratar averiguar lo que estaba pasando sin enojarle.

-Hola. – le digo al entrar

-¿Qué pasa? – pregunta

-Nada, quería ver como estas. – digo

-Bien. – dice

No sabía cómo preguntarle lo de Sara porque no tenía ganas de hablar mucho, eso lo notaba de inmediato.

-¿Necesitas algo? – pregunta

-Quería averiguar cómo van las cosas con Sara. – digo, aun que ya sabía todo

-Mal – dice

-¿Por qué? ¿Qué había pasado? – pregunto, cruzando los brazos

-Nada, no importa. – dice, levantándose

-¿Te puedo ayudar en algo? – pregunto

-No, yo estoy bien. – dice, sin convencerme

-Itzan, espera. – le digo antes de que se va

-Joder, eres muy pesada. – dice

-Estoy tratando a ayudarte pero no me escuchas. – digo

-Si necesito tu ayuda voy a llamarte, ahora quiero estar solo pero tú sigues insistiendo. – dice

-De nuevo te comportas como imbécil. – digo

-No es cierto, quiero que respetas mi decisión de no hablar de esta tema. – dice

No podía aguantar como se ponía así, un día era cariñoso y bueno, el otro se comportaba tan enfadado y tenso. Ojala podría decidir cómo quiere comportarse y seguir así todos los días.

Esa noche decidí irme a cenar con Iván, nos estábamos divirtiendo, decidió acompañarme a casa.

-¿Estás segura que estas sola? – dice

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