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Itzan Escamilla

Pocos días despues nos fuimos a ver el doctor, nos dijo que todo esta bien y que podemos tener relaciones. Me sentia mas tranquilo, dejaba de pensar en lo peor y lo disfrutaba mucho.

Me fui a universidad para terminar algo y al salir me encontraba con Claudia.

-Hola. – me dice

No sabia que decir, estaba congelado, sin palabras.

-¿Al menos podrias saludarme, no? – dice, sonriendose

-Estoy sorprendido. – le digo

Ella me abraza.

-¿Que haces aqui? – la pregunto

-Te extranaba. – confiesa

Ambos nos fuimos a tomar un cafe, fue extrano verla, me sentia confundido desde la ultima vez que nos vimos.

-¿Ahora estas con ella? – pregunta, hablando de Ester

-Si, estamos juntos. – digo

-Tranquilo, vine en paz, no quiero causarte problemas ni nada. – dice, calmandome

-Lo se, tu jamas podrias causarme problemas. – digo

-Me gusta verte tan feliz. – dice, mirándome

-También fui feliz contigo pero no de misma manera, sigo teniendo mucho cariño, no te olvides de eso nunca. – digo, sincero

-¿Hay algo nuevo en tu vida? – pregunta

-Si, voy a tener un hijo con Ester. – digo, sonriéndome

Claudia era más que sorprendida, estaba callada, quizás le tomaba por sorpresa la noticia.

-Eso es una locura. – comenta

-Lo sé, yo estoy loco por ella y ella está loca por mí. Entiendo que te hice mucho daño, te engañe y te utiliza como para olvidarla pero esa no fue mi intención. – le digo, tomando su mano

-Es el destino, Itzan. Yo siempre te voy a querer de alguna manera pero tú encontraste tu felicidad con otra persona, eres feliz y eso me hace estar contenta. – dice

Cuando regrese a casa vi que Ester estaba sentada en sofá, estaba comiendo.

-¿Quieres? – pregunta

-No. – digo

Me acerco a ella, dándole un beso en mejilla.

-¿Cómo te fue? – pregunta

-Bien. – digo

No quería decirle nada sobre Claudia porque no quería alterarla o hacerle preocupar sobre eso.

-Tardaste mucho. – comenta, dejando helado al lado

-Si, pues un poco. – digo, nervioso

Necesitaba tomar una cerveza, me levantaba de cama, entraba en cocina. En ese momento notaba que mi celular estaba soñando, me llegaba un mensaje.

-¿Puedes ver qué es? Quizás es importante. – le grito a Ester

Al tomar cerveza regresaba al salón, notaba a Ester mirando el mensaje, estaba diferente, quizás un poco enojada.

-¿Quién es? – pregunto

Ella tiraba el móvil en mi dirección, por suerte no caía.

-¿Qué haces con ella? – pregunta, enojada

Al ver mensaje notaba que es Claudia.

-Joder, la vi hoy. – le digo, tratando a tranquilizarle

-¿La viste? Claro, por eso tardaste. – dice, cruzando los brazos

-Tomábamos un café y nada más. – le confieso

-¿Por qué no dijiste nada? – pregunta, sospechosa

-No es importante, le hablaba de nosotros y que vamos a tener un hijo juntos. – digo, tratando a tomarla por mano

-¿Le dijiste? ¿Por qué? – dice acercándose a mi

-Creo que fue importante que lo sepa. – digo

-Vete a la mierda, Itzan. – dice, alejándose de mi

No entendí porque estaba tan enojada, no hice nada mal, simplemente tomaba café con mi ex novia que sigue siendo buena amiga y le dije como va nuestra relación.

Todo el día trataba a pedirle perdón a Ester pero ella no quería hablar conmigo.

Me fui a tomar una cerveza con Miguel y al regresar decidí hacerle Ester entrar en razón de una buena vez.

Notaba que se estaba bañándose así que decidí entrar en el baño.

Al entrar quitaba mi ropa con cuidado, quedaba desnudo y entraba en la ducha.

-Itzan... - ella dice

-No digas nada, por favor. – le digo, poniendo mano sobre su mejilla

Agua caliente estaba cayendo sobre nosotros.

-No me gusta cuando te pones celosa, no tienes ninguna razón para hacerlo, mejor olvidamos de todo. – le digo

Ella ponía manos sobre mis brazos, acercándome a ella.

-Perdóname, son hormonas, nada más. – dice

Toda la noche pasábamos en el baño, nos estábamos bañando.

Ambos estábamos en el baño, yo ponía mis manos sobre cintura de Ester, acariciándola, besaba su cuello despacito.

-¿Cómo te sientes? – la pregunto, analizando su rostro

-Feliz. – dice, dando vuelta y mirándome

-Quiero quedarme aquí toda la vida, contigo. – le digo

-Pronto vamos a tener que salir. – dice, triste

-Entonces debíamos aprovechar el tiempo libre para otras cosas. – le digo al seguir acariciando su cuerpo

-Perdóname por lo de hoy, no va volver a pasar. – dice

-Yo soy tuyo, solamente tuyo, siempre fui tuyo y siempre seré. – le digo, mirando su labios

Ester dio vuelta completamente, montaba su piernas sobre mi cuerpo, estábamos más unidos que nunca.

-Y yo soy tuya. – dice, poniendo manos sobre mi pelo

Bañándose con ella fue una de mejores cosas que podía hacer, pasábamos tiempo juntos besándose, hablando cosas bonitas, acariciándose, era una sensación increíble.

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