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Ester Exposito

Me sentí extraña al estar durmiendo en mismo apartamento que Itzan, de nuevo. El insistía y yo quería volver a normalidad.

Extrañaba a mi cama, le agradecía mucho a Danna por decidir a ayudarme y recibirme en su casa.

Toda la noche me quede pensando sobre cómo decirle a Itzan que pienso irme a vivir en Barcelona.

Parecía como si podría volver a hablar normalmente pero le hice bastante daño como para seguir estando cerca de él.

El siguiente día esperaba para que Itzan despierte, tomaba un café para despertarme.

-¿Ya le dijiste? – dice Miguel, llegando de su habitación

-En cuanto despierta. – contesto

-Yo no le dije nada, no pienso meterme en tus asuntos pero debías pensarlo bien. – dice, preocupado

Sabía que él iba querer cambiar mi opinión pero creo que tomaba una decisión correcta, no solamente por mi bien si no por el bien de Itzan.

-Ya sabes que va pasar si sigo viviendo aquí. – digo

-El tiempo cura todo, esto también. Ya ves que Itzan decidió no seguir bebiendo, creo que tú tienes ese efecto en el de hacer cosas bien. – dice, tratando a convencerme

-No te engañes, Miguel. Si él no sigue bebiendo es porque casi murió, es una experiencia que lo cambia todo, le da un nuevo punto de vista. El me dijo que jamás vamos a volver a estar juntos así que no creo que debia seguir aquí. – digo, dolida

-Voy a extrañar tenerte aquí. – dice, sincero

Yo también le iba extrañar a él, es un gran amigo, es alguien con quien puedes hablar sobre todo, cualquier problema que tienes el te iba apoyar sin importarle nada. Ni siquiera es capaz de darme espalda por el asunto de apuesta, es capaz de ver lo que realmente pasa o lo que realmente siento y hacerme enfrentar.

Pocas horas después Itzan despertaba, decidí que era la hora perfecta de hablar con él.

-Hola. – le saludo

-Veo que soy el último en despertar. – dice, con sonrisa

-No podía dormir. – digo

-¿Y eso? – pregunta, tomando café

-Necesito decirte algo y quiero que me escuchas. No creo que podrías cambiar mi decisión pero al menos necesito decírtelo. – digo

El me estaba mirando muy serio, creo que tenía miedo de lo que iba escuchar, nada más le podría sorprender después de descubrir sobre apuesta.

-Pienso mudarme a Barcelona. – digo

No quitaba ojos encima de el, quería ver su reacción, quería mirarle a los ojos cuando le estaba diciendo eso.

-No entiendo. ¿Por qué? – dice

-Es lo mejor para todos. – digo

Itzan estaba callado, trataba entender porque había tomado esa decisión tan rápidamente, en el fondo sabia porque pero no quería decirlo en voz alta.

-Así que tomaste esta decisión porque pensabas que es lo mejor para todos pero no me preguntaste a mí lo que pienso. – dice

-¿De verdad crees que podría seguir viviendo aquí después de todo lo que paso entre nosotros? – pregunto

-Si. – contesta

-Itzan, tú me dejaste claro que no vamos a volver juntos, no tengo nada que hacer aquí. Porque si sigo aquí, vamos a terminar haciéndonos aun más daño, vamos a sufrir. – digo, acercándome a el

-Pensaba que jamás voy a poder mirarte o hablarte pero estoy logrando, de alguna manera. Podemos hablar sin sentir presión, te tengo mucho cariño . – dice

-No puedo mirarte sin pensar lo que te hice, te provoque tanto daño. ¿Me dijiste que me perdonaste pero lo estabas diciendo enserio o porque estabas harto de destruyendo? – digo

Itzan cruza las manos.

-Yo digo lo que pienso, puedes quedarte aquí para siempre. No te estoy mintiendo para hacerte sentir menos culpable, no es eso. Simplemente creo que podemos ser amigos a pesar de todo lo que paso . – dice

Itzan estaba sincero pero yo no creo que podría ser su amiga y si él me quiere como amiga entonces toda la situación iba hacerme sufrir mucho.

-Ya esta, decisión está tomada. – digo

-La decisión la tomaste tu, nadie más. No es justo que quieres mudarte a otra ciudad sin preguntarme a mí como me siento o a Danna o cualquier otra persona que está en tu vida. – dice

Notaba que estaba bastante enojado por no decirle nada hasta ahora, no se sentía rechazado o algo así pero parecía enojado.

-Es mi vida, no tuya. – digo

-No te puedes ir, Ester. – dice

-¿Y por qué no? – pregunto

-Pues, porque no puedes y ya. – dice

-No quiero hacerte vida más difícil. – digo

-¿Crees que tú me estás haciendo vida difícil? Joder, Ester, mi vida lleva siendo difícil desde hace tiempo, nada mas puede romperme. – dice

-¿Vaya, pues eso dices porque yo te hice mucho daño y nadie va poder hacerte sufrir más que yo o qué? – dice

-¡No! Joder, no me estas escuchando, quiero decir que no puedes hacerme vida aun mas difícil porque todo he terminado. Paso lo que paso, nosotros podemos volver a ser amigos o tratar a serlo y ya. Yo estoy bien y sé que tu también así que podemos volver a ser esos amigos que comparten apartamento. – dice

-No puedo, Itzan. – digo

-¿Así que esa es tu decisión final? – pregunta

No quería responder esa pregunta, lo conocía muy bien para saber que cuando quiere algo él hace todo el esfuerzo que puede para tenerlo y esta vez quería convencerme de quedarme aquí y creo que sabía lo que debía hacer para convencerme.

Quería irme de allí y olvidarme de el por completo, le hice tanto daño que no creo que iba poder perdonármelo algún día. El quizás está convencido de que todo está perdonado y olvidado pero yo no estoy tan convencida de eso.

-Si, es mi decisión final. – contesto

Itzan no me decía nada mas, dio la vuelta y se fue.

Sentía alivio porque sabía que no iba emborracharse de nuevo, estaba tan segura de eso pero me preocupada su reacción y lo que iba hacer después de entender que tengo que irme de aquí.

No quiero dejarme llevar por sus encantos y quedarme aquí, no podía.

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