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Itzan Escamilla

La respuesta de Ester me sorprendió un poco, jamás pensaba que íbamos a alejarnos tanto. Aun no entendí que era razón de su alejamiento. Por mi parte, se que la sigo queriendo y  jamás le hice daño así que debe ser otra razón.

-Comprendo tu decisión, Ester. – le digo al oír su respuesta

-Me siento un poco aliviada. – me dice

Podía sentir y ver esa mirada de tristeza.

-¿Te puedo preguntar algo? – le digo

Ella asienta con cabeza.

-¿Eres así por Álvaro? – la pregunto

Hasta ese momento jamás se me pasaba por cabeza la idea de que ella podría seguir sintiendo algo por él, si no fuera por mi quizás jamás se separaran.

-¿Qué dices, Itzan? Álvaro forma parte de mi pasado. – me dice

-¿Entonces? ¿Si no es por él, que te pasa? – la pregunto

-Te juro que no tiene nada que ver con él. – me asegura

-Se que estabas o parecías feliz con él, yo tengo la culpa de que el te dejaba. – le digo, sincero

-No tienes culpa, si no fuera por eso entonces seria por su propuesta de irme con él a Londres. Yo no podía vivir allí, al menos no ahora. – me dice

-¿De que querías hablar conmigo? – la pregunto

Esperaba que las cosas entre los dos podrían mejorarse, la quería mucho y tenía miedo de perderla.

-Si, quiero ser sincera contigo. – me empieza decir

Ya tenía miedo oír lo que viene pero la detuvo sonido de mi móvil.

-Espera. – le digo

Al ver notaba que es una llamada de mi madre, así que decidí contestarle.

-Dime, mama. – le digo

-¿Donde estas, hijo? – oigo su voz rara

-En mi apartamento. ¿Pasa algo? – la pregunto

Quizás algo pasaba con mi padre ya que ella sigue visitándolo.

-Tengo que decirte algo muy importante, no sé como lo vas a tomar. – dice

-Te escucho. – le digo

-Tu padre murió hace una hora, doctores lo confirmaron, ya sabes que también tenía muchos problemas con corazón. Lo siento, hijo. – dice, llorando

Yo no decía nada, no salían las palabras pero tampoco lagrimas.

-Te llamo luego. – le digo y cuelgo

Ester notaba que algo pasaba pero yo no sabía ni como aceptar aquella situación. Por un lado Ester quería contarme algo importante y por otro mi padre murió. De verdad pensaba que iba seguir con vida por muchos anos, como siempre pero me equivoco y ahora el está muerto.

-¿Itzan, que pasa? – pregunta Ester

Yo dejo mi móvil en sofá y la miro.

-Me estas asustando. – me dice

Yo la abrazo, callado, necesita un abrazo suyo para poder tranquilizarme y decirle lo que ha pasado.

La única manera de sentirme calmado era cuando la abrazaba, ella ponía manos sobre mi espalda.

Sabía que algo pasaba pero no sabía que exactamente, necesitaba sentirla.

-Mi padre murió. – le suspiro

Ella me acerco aun mas con sus manos muy calientes, yo dejaba una lagrima escapar y cayeran sobre mis ojos.

No sabía que decir pero sabia como me sentía.

-¿Estoy aquí, vale? – me dice

-Joder, está muerto. – digo

Pocos minutos después me fui a dormir un poco, quería escapar de esa realidad donde siguen pasando cosas malas, siempre pensaba que jamás iba conseguir ser feliz, mi padre me hico creer en esas cosas, algo que jamás va poder decirme de nuevo.

Nuestro último encuentro me hico ver como era su vida pero todo eso no justifica su comportamiento. Aun no consigo perdonarle pero debo reconocer que le voy a extrañar, era fácil tenerlo aquí vivo sin verlo, pero tenerlo muerto es otra cosa.

Al despertar decidí tomar una ducha.

Estaba solo, triste y confundido, ni siquiera lograba pensar en otra cosa que no sea su muerte.

-Itzan. – oigo la voz profunda de Ester

Al dar vuelta la notaba desnuda, entrando, acercándose a mí.

Estábamos muy cerca, callados, en silencio, mirándonos en los ojos.

-Quiero estar contigo, no puedes estar solo. – me dice

-Aun no entiendo porque siguen pasando estas cosas. – comento

Ester pone mano sobre mi mejilla, no podía evitar sus ojos.

-Olvídate de eso ahora, estamos solos y juntos, no quiero perder el tiempo. – dice

-Puedo oír tu corazón. – le digo

Ella cierra los ojos, dándome beso en labios de manera sensual.

-Eres tan hermosa. – le suspiro mientras ella gemía

Sentía culpa por estar haciendo eso en esos momentos cuando todo lo que tenía que hacer era llorar y sentir pena porque mi padre había muerto.

Estaba acariciando su cuello lentamente, así como a ella le gustaba.

- Itzan. – ella gemía

-Te quiero. – le digo mientras la levanto

Estar con ella era la única cosa que me hacía sentir mejor, si ella no estuviera allí ahora mismo me estuviera drogando, de seguro. Es algo que sabía hacer desde colegio secundario porque quería experimentarlo todo.

Ester fue el luz al fin del túnelo que era mi vida, fue la única cosa que me importaba y jamás podría darme por vencido.

-Te quiero mucho, jamás me cansare de repetirlo. – le digo

-Yo también te quiero, estoy capaz de hacer todo para que estés feliz. – me dice, besándome

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Tres capitulos mas!
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