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Itzan Escamilla

Llevo trabajando todo el día, ni siquiera tenía tiempo para llamar a Ester o Miguel, me sentí muy cansado pero tendría que aceptar el hecho de que esa va ser mi vida desde ese momento, tendría que ganar dinero para mi hijo, quería darle una vida que se merece. El dinero nunca me faltaba, pero quería dejarlo algo que tendrá para el resto de su vida, algo que mi padre no hico por mi.

Me estaba preparando para ir a casa, en ese momento recibí llamada de Miguel, me dijo que Ester va dar la luz así que me fui corriendo a hospital.

Tomaba un taxi, en camino a hospital llevaba pensando en varios escenarios de cómo va terminar todo esto, no quería ser pesimista pero ese tipo de cosas me dio mucho miedo.

Pensaba en como quería llamar a mi hijo, no quería darle algún nombre que no significa nada pero es bonito, quería llamarle como una persona que significo mucho para mí.

Era la persona más adecuada, era como un honor a alguien que no sigue conmigo desde hace tiempo.

-¿Podría manejar más rápido, por favor? – digo al taxista

El me mira con mala cara pero me hace caso.

-Perdón, es que, mi novia va dar la luz y no quiero perder ese momento por nada en el mundo. – digo

-¿Primer niño? – dice

-Si, estoy muy nervioso. – digo, sincero

-Yo también fui así, que lindo es recordar la juventud y momentos que te hacen madurar y crecer. – dice

-Si, es como si empieza mi vida, digo como si hasta ahora no estaba viviendo una vida real, me estaba preparando para algo y es ahora que empiezo vivir de verdad. – comento, feliz

En cuanto llegaba al hospital, me encontraba con Miguel y Danna.

-¿Dónde cono estabas? – dice Miguel

-¿Dónde está ella? ¿Todo está bien, verdad? – digo, notando a Danna muy nerviosa

-Si. – dice Miguel

-¿Cuánto tiempo lleva adentro? – pregunto

-Itzan, estas cosas duran mucho, tienes que esperar un poco. – me dice Danna

Doctor se acercaba a nosotros.

-¿Tu eres el padre, verdad? – me dice un joven doctor, acercándose a mi

Yo asiento con cabeza.

-¿Podemos hablar un momento, a solas? – me dice

Me parecía bastante arrogante y muy creído.

-¿Qué está pasando? – le digo, cruzando los brazos

Ambos nos alejamos un poco, para tener privacidad.

-Todo está bien, va poder entrar pronto. Ester es una mujer muy fuerte, no tienes nada de qué preocuparte. – me dice

-¿Y tú que cono sabes? ¿Quién eres? Es la primera vez que te veo y no te conozco. – le digo, un poco enojado

-Yon Velasco. – dice, ofreciéndome la mano

-Aun no me diste la respuesta. – le digo

-Mi padre es Mario Velasco, es el doctor de Ester. Yo soy su hijo, el está adentro con ella, nada mas quería informarte de cómo están las cosas. – dice

-Vale. ¿Me digas cuando puedo entrar y estar con ella? – pregunto

-Claro. – dice, alejándose de mi

Ese tipo no me daba buena pinta.

-¿Tu conoces a este doctor? – le pregunto a Miguel al volver a acercarme a ellos

-Ni idea, debe ser el hijo del dueño, el que va heredar todo esto. – comenta

-¿Nuestro doctor es el dueño de hospital? No lo sabía, ni me informaba. – digo

-¿Por qué preguntas? – dice Miguel

-Por nada, no me cae bien, eso es todo. – digo, sincero

-Es bastante guapo, sinceramente. – dice Danna

-¿Tu no sigues con Jorge? – la pregunto

-Que pesado eres. – me dice

Los tres seguíamos allí, los padres de Ester aun no llegaban.

Me ponía bastante nervioso, quería entrar y estar con ella pero al parecer el parto aun no empezaba, eso me preocupaba.

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