Itzan Escamilla
Llevo noches bebiendo, quería olvidarme de todo, sobretodo de Ester y de lo que teníamos juntos.
Todo el día pasaba en cama, durmiendo, necesita descansar un poco porque tenía plan de volver a irme de fiesta.
Miguel entraba en mi habitación, justamente cuando lograba quedar dormido.
-¿Qué? – le digo
-Levántate. – dice
-No puedo ahora. – le digo
-¡Te dije que te levantas! – levanta la voz
De inmediato me levantaba, me preocupaba su tono de voz, jamás le había visto así.
-Ester se fue. – dice
-¿Dónde? – pregunto
-Se fue en casa de Danna, va quedar allí par de días. – dice
-¿Y? – digo
-Se fue por tu culpa. – dice, enojado
-Así que también es mi culpa de que se fue. ¿Acaso yo tengo la culpa de apuesta? – digo
-Pues, siempre fuiste un idiota, sobre todo con ella así que quizás si te hubieras comportado como una persona normal ella no tendría porque hacer lo que hico. – dice
Por un momento pensé que Miguel estaba diciendo verdad, era cierto pero sigo sintiendo dolor.
-Yo no pienso ir y pedirle que regresa porque no la quiero ver aquí. Está jugando papel de víctima, todo el tiempo dice que me quiere y que está sufriendo y yo no pienso caer en ese juego de nuevo. – digo
-¿Qué piensas hacer, emborracharte de nuevo? – pregunta
-Si, eso es lo que voy a hacer precisamente. – digo
-Te vas a convertir en tu padre. – dice
Eso me enojaba mucho, lo que menos quería es ser mi padre y terminar como el pero yo no tenía otra opción que estas bebiendo y tener fe que podría olvidarla pronto.
-¿Qué dijiste? – le pregunto, acercándome a el
-Me escuchaste bien, si sigues así vas a acabar como él. ¿Eso quieres? – pregunta
-Nos vemos luego, Miguel. – le digo, saliendo de habitación
El comportamiento de Miguel me enojaba aun mas que Ester, sigue con ese empeño de que la escucho pero yo no podía. Sabía que iba escuchar su historia voy a creerle y entonces voy a estar inseguro, no podría realmente ver si está diciendo verdad o no.
Quiero creer que cuando estábamos juntos ella realmente sentía todo lo que decía pero es imposible. Si yo estuviera en su lugar jamás trataría a convencerla de contrario ya que jamás me enamore de alguien por una simple apuesta.
Esa noche me fui al bar pero decidí cambiar lugar, no quería que el camarero me recuerda, eso me haría sentir peor de lo que estaba.
Estaba bebiendo mucho, creo que gastaba todo el dinero, no me importaba nada.
Toda la noche quede pensando en Ester y como sacarla de mi cabeza.
Estaba borrando algunas fotos que tenia de ella en mi móvil, me parecía una buena idea.
Casi lograba borrarlas todas por el cantidad de bebida en mis venas.
Pocas horas después ya era madrugada me despertaba en sofá, pero no era mi apartamento.
Era un apartamento muy familiar, creo que de inmediato reconocía estando allí par de veces.
Me estaba levantando, sentía gran dolor en cabeza, mis piernas estaban temblando, creí que me iba desmayar.
-Joder. – digo
-¿Estas despierto? – dice una voz muy familiar
Al levantar mi cabeza veía a Claudia, con un vaso de agua.
-¿Qué hago aquí? – le pregunto
Ella sienta a mi lado.
-¿No recuerdas de nada? – pregunta
Mi mente esta bloqueado, no podía recordar nada, no entendí como logre llegar desde ese bar hasta apartamento de Claudia y porque precisamente ese lugar.
-No. – contesto
-¿Quieres que te diga o quieres seguir viviendo la vida sin saberlo? – dice
Tomaba vaso de agua de su mano, la bebía de inmediato.
-Tengo sed. – digo
-Me imaginaba, bebiste demasiado, es milagro que sigues de pie. – dice
-¿Cómo llegue aquí? – la pregunto
-Me llamaste varias veces, hablábamos por teléfono pero en cuanto te dije que estoy ocupada tú estabas insistiendo, estabas muy desesperado. Luego me estabas mandando mensajes, me preocupabas mucho. Hablabas de Ester, cuanto la odias y cuanto la quieres en mismo tiempo. Me di cuenta que es por eso que estabas tan borracho, me dijiste que vas a ir a casa pero luego apareciste aquí. – dice
-Joder. – suspiro
-No te quería dejar entrar pero tampoco podía impedírtelo. ¿Qué te está pasando, Itzan? – dice
Yo me levanto de sofá.
-Prefiero no decirte toda la historia. – digo
-Estabas muy borracho, pensaba que te ibas desmayar o morir. ¿Entendí que no sigues con Ester, te peleaste con ella o algo? - dice
-Es más complicado que una pelea. – digo, aun desesperado
-Jamás te había visto así, esto no eres tú. – dice
-Lo sé, todos dicen eso pero me da igual. Ester es una chica muy diferente de lo que pensaba, mi corazón está roto, me engaño, me mintió y ahora ella es la víctima. – digo, casi gritando
-Itzan, yo la conocí. No digo que lo que estás diciendo no es cierto pero ella te quiere, estoy segura de eso. Sea lo que sea, podrías arreglarlo. En vida todo tiene solución, excepto la muerto, ya sabes como dicen. – dice
Tenía razón pero yo no iba volver a huir tras ella para pedirle perdón ya que el que está sufriendo soy yo y nadie lo ve.
-Me voy. – le digo
-No puedes irte así, podemos hablar de esto, quizás yo puedo ayudarte. – dice, tomando mi mano
-Muchas gracias por preocuparte por mi y por soportarme anoche. Te prometo que no va volver a pasar. – le digo, dándole un abrazo
-Lo más importante es que tu estas bien y que tratas a arreglarlo todo con ella. – dice
-Joder, eso va ser imposible, estoy tratando a olvidarla poco a poco. – le explico
Sentía mucha culpa porque no estaba con Claudia en lugar de Ester, ella estaba buena conmigo, era perfecta, no me mentía, me quería y me ayudaba incluso cuando me estaba comportando como imbécil.
Me sentía fatal por volver emborracharme por misma cosa pero no tenia limites, en ese momento sentía como si mi cabeza estaba sufriendo demasiado por todo lo que bebía y tomaba anoche pero en realidad tendría que esperar unas hora más para olvidarme de todo y volver a beber.
Tenía mucho miedo de volver a convertirme en mi padre.
