Ester Exposito
Me sentía bastante incómoda después de ese rechazo por parte de Itzan, de verdad que no me lo esperaba de él. Pensaba que la ser sincera el podría hacer lo mismo, por fin olvidar de toda esta mierda y estar juntos pero no ha conseguido nada con eso.
-Me rechazo. – comento a Danna
-¿Y qué esperabas? – dice
-No sé, soy tonta. – le digo
-Esta situación se está poniendo cada días más difícil, debemos empezar con una operación llamada como olvidar a Itzan Escamilla dentro de una semana. – dice, bromeándose
-No tiene gracia. – le digo, sonriéndome
-¿De verdad algún día piensas volver a estar con él después de que se comportaba así contigo? Cariño, te está faltando el respeto y no tiene ningún derecho. Ya le pediste perdón, le dijiste como te sientes muchas veces, ya es hora para encontrar a alguien quien te haga sentir deseada de nuevo. – dice
-¿Quieres que te recuerda que paso la última vez que viniste con esa loca idea? – la pregunto
Estaba hablando sobre Iván, el que trataba a abusar de mi.
-Eso fue un error pero nadie podía saber que eso iba ocurrir. – dice
-No tengo ganas de seguir buscando el hombre perfecto, estoy viviendo una pesadilla al tratar a encontrarlo. – le digo
-¿Entonces, que piensas hacer? – pregunta
-Me voy a la boda. – le digo
-Ya, que plan perfecto. – dice, bromeándose
-No, voy a encontrar a alguien allí. Álvaro debe tener algunos amigos atractivos e inteligentes que son muy diferentes de Itzan. – le digo
-Eso sería perfecto, pero deja de mencionar a Itzan. – me dice
- Claudia no se va a la boda, así que espero que Itzan no se vuelva a convertir a ese seductor de antes porque eso sería fatal. Estaba tan convencida de que él quiere intentar de nuevo con ella, sería una lástima si la engaña con primera chica que le habla. – le digo
-Parece como si querías que algo así sucede. – me dice
-No, no soy mala persona. Simplemente lo conozco y creo que debía tener más cuidado con su novio si quiere seguir llamarlo así. – digo, un poco celosa
No podía evitar sentir celos de que Itzan se sentía feliz con ella pero Danna tenía razón, me iba a la boda y ya sabía que debía hacer.
Voy a encontrar a alguien con quien podría compartir mi pena y desamor sobre todo después de ese rechazo.
-Vale, digamos que te creo. – dice Danna
-Ya vas a ver en cuanto vengo de vuelta, no vas a oírme hablar de Itzan. – digo, bastante convencida
Al regresar a casa me encontraba con Itzan quien estaba sentado en sofá, mirando televisión, se veía un poco deprimido.
-Hola. – me dice
Justamente cuando quería ir a mi habitación sin saludarle o hablarle el tenía que hacer la cosa que menos esperaba de él.
Le saludo con mirada.
-¿A dónde vas? – me pregunta
-Tengo mucho sueno. – le invento explicación
-Ven aquí. – dice
Lo que menos quería era sentarme a su lado y disfrutar de silencio pero no tenía otra opción. No quería hacerle creer que no quería hablarle de nuevo después de conversación que tuvimos.
-¿Qué haces? – le pregunto, al sentar a su lado
-Estoy aburrido. – dice
-¿Es por lo de Claudia? – pregunto
El asienta con cabeza, sin mirarme.
-Son pocos días. – le digo, tratando a levantarle el animo
-¿Nosotros estamos bien? – me pregunta
-Si. – digo
Tenía ganas de decirle la verdad, de decirle como están las cosas pero no tenía valor suficiente de volver a pelear con alguien que ni siquiera logra entender como me siento.
-Que bien que podemos volver a ser los de antes... nosotros. – dice, con pequeña sonrisa
-¿Nosotros? Es que, no hay nosotros. – le digo
Estaba guardando una respuesta como esa por si acaso sentía necesidad de usarla y ese era el momento perfecto.
-Ya sabes a lo que me refiero. – dice
-Claro. – digo, levantándome
-Oye, mañana debías levantarte más temprano, tenemos que irnos a Londres, no se te olvide. – me dice
-No te preocupes, no estaba bebiendo. – le digo
Itzan se levanta, acercándose a mí.
-¿Te estabas emborrachando por mi culpa? – pregunta, con esos ojos llenos de culpa
-No te crees que tan importante, Itzan. – le digo, a propósito
-No te quiero hacer daño. – me dice
-Debías haber pensando en eso antes. – le digo, dándole beso en mejilla
-Buenas noches. – me dice
Yo entraba en mi habitación, tenía ganas de llorar pero al recordar de lo que hablaba con Danna decidí no hacerlo, debía seguir adelante con mi vida pase lo que pase en esa boda.