Itzan Escamilla
Pocos días después de que intentaba acercarme a Claudia de nuevo y hacerla ver que nosotros debíamos intentarlo una vez más ella al fin decidió caer ante mi especialidad de seducción y invitarme a venir a su casa.
Yo sabía perfectamente lo que eso significaba y estaba preparado para eso.
Ester no estaba en casa, eso era raro pero creí que debía estar en casa de Danna, le vendría bien estar con ella en lugar de estar peleándose conmigo como en los viejos tiempos.
Ojala podríamos regresar el tiempo y empezar todo de nuevo sin juegos y sin caprichos pero eso es imposible.
En cuanto llegaba en casa de Claudia, ella abrió las puertas y me recibió con un beso bien caliente, me tomaba por sorpresa.
-No sabes cuantas ganas tengo de esto. – me suspira
-Yo también pero tengo que hablar contigo. – le digo
Claudia ponía una cara bastante seria.
-¿Quieres irte conmigo en boda de Álvaro? – la pregunto
-¿Álvaro? ¿Es ese amigo tuyo que...? – empieza decir
-Si, mi mejor amigo que estaba saliendo con Ester. Ya, lo conoces, no hace falta repetir toda la historia. ¿Vas conmigo? – la pregunto
-Tengo que pensarlo bien. – dice, con una sonrisa seductora
-Entonces voy a tener que convencerte. – le digo, dándole un beso en labios
No faltaba mucho tiempo hasta que ambos caímos sobre sofá, tenía ganas de estar con alguien, desde hace tiempo que no lo hice con nadie y no quería pensar sobre posibles razones de que eso sucediera.
Pasamos la noche juntos y la siguiente mañana la despertaba sin querer al darle un beso en el cuello.
-¿Sigues aquí? – dice, con una sonrisa
-¿A dónde me iba ir? – digo
-Es raro verte tan cambiado. – dice
-¿Pensaste sobre mi propuesta? – la pregunto, acariciando su mejilla
-Si pero no voy a poder ir, tengo que trabajar ese fin de semana. – dice, triste
-¿Dónde trabajas? – la pregunto
-Encontré un trabajo en el hotel, es lo mejor que me podía haber pasado, es suficiente como para seguir viviendo sin tener que preocuparme de nada. – dice, convenciéndome
-Que lastima. – le digo
-Itzan, podemos hablar por teléfono, sobre todo si no tengas ganas de dormir. – dice, dándome beso en los labios
-Lo sé pero no es lo mismo, además a mi no me gusta esa forma de tener relaciones o lo que sea que es. – digo, un poco enojado
-Tranquilo, es un fin de semana y nada más. – me dice
-Vale. – le digo
Acepte esa propuesta de irme sin ella a la boda aunque tenía miedo de beber más de lo que debía ya hacer algo que podría destruir mi relación con Claudia.
En cuanto llegaba a casa, encontraba a Ester sentada en cocina, desayunando. Notaba en su cara que no dormía mucho y que de seguro estaba bebiendo anoche.
-Que mala cara tienes. – le digo
-Tu no. – me dice, mirándome
-Pues no pero Claudia no puede irse conmigo a la boda, eso no es una buena noticia. – digo, al sentarme a su lado
-¿La invitaste? – dice
-Claro. – contesto
-¿Por qué? – pregunta
-Estamos juntos, creo que eso es algo que dos personas que están juntos hacen. – digo
Notaba que estaba un poco enojada pero yo no la tomaba por tan seria porque no creía en ese cuento de que sigue amándome después de todo lo que ocurrió entre nosotros, sobre todo por cómo me comportaba.
-No me lo puedo creer. – dice
-¿Qué? – digo
Ester se levantaba de silla, yo la seguía.
-Danna tenía razón, todo lo que decía de ti es cierto. Tu eres imposible y es imposible tratar a hacerte reaccionar y ver como están las cosas. – dice
-¿Qué dije ahora? ¿Y desde cuando estás hablando sobre mí con Danna? Ella es capaz de decir cualquier cosa sobre mí para hacerme aparecer peor de lo que soy. – digo, enojado
-Yo no puedo mas así, te juro que no puedo. – dice, dolida
-¿Qué te pasa? – la pregunto
-Te quiero. – me dice, acercándose un poco mas
-Ester, ya habíamos hablado de esto. – le digo
-Te quiero de verdad, sin juegos, pensaba que tú podrías entenderlo con tiempo pero al parecer me equivoco. – dice
-Yo estoy con Claudia. – le digo
-No estabas con ella hace un mes. – dice, cruzando los brazos
-Cuando dije que podríamos ser amigos de verdad lo pensaba de esa manera, seria lastima echar a perder todo por seguir sintiendo pequeña atracción. – le digo
-Esto no es atracción. Yo te amo de verdad, tienes que dejarme mostrártelo y ya. – me dice, poniendo mano sobre mi mejilla
Yo trataba a mirar cualquier otra cosa que no sea ella.
-No hagas esto. – le digo
-No puedes decir que no me quieres porque sigues dolido, yo también estoy dolida y no pienso mentirte y decir que no siento nada por ti. – dice
-Pues, deberías hacerlo, es más fácil cuando logras hacer creer a tu misma en una mentira. – le digo
-¿Me estas rechazando? – me pregunta'
-Si, yo no puedo ponerle los cuernos a Claudia, ella me quiere y yo quiero estar con ella. Por favor, trata a entenderme y yo siempre voy a estar aquí como tu amigo. – le digo
No creo que Ester lo había tomado bien ya que dio vuelta y salió de casa.