113

462 28 2
                                    

Itzan Escamilla

Llevaba días muy cansado, trabajaba mucho y cuidaba de Gorka, no tenia mucho tiempo para dormir, ni siquiera tenía tiempo para estar con Ester, quien llevaba días siendo rara y extraña.

Me desperté antes de ella, ya que Gorka no me dejaba dormir, tenía que tranquilizarlo.

Al volver a nuestra habitación me acosté al lado de Ester, la estaba mirando mientras dormía.

No podía dejar de mirarla, era bella, respiraba en silencio, yo ponía mi mano sobre su brazo, acariciándola.

-Buenos días. – le suspiro en el oído

-Buenos días, guapo. – dice mientras abría los ojos

-¿Lograste descansar un poco? – pregunto

Trataba ayudarle con todo, merecía descansar y volver a normalidad.

-Si, eres un novio perfecto. – dice

-Espero ser un marido perfecto pronto. – comento

-De eso tendríamos que hablar. – dice

-¿Estas bien? Digo, llevas muy rara desde ese día que te fuiste a tomar café con Danna. – digo

-Todo está bien. – dice, poniendo mano sobre mi mejilla

La miraba en los ojos, notaba que me mentía, estaba disimulando todo, algo le pasaba.

-Me lo puedes decir todo. – le digo

-Te lo prometo. – dice, dándome un beso

Toda la tarde pasamos en casa, cuidábamos de Gorka, no teníamos nada mejor que hacer.

-Oye, tendríamos que llamar a tus padres. – comento

Fue una tema muy delicada, mi madre ya sabía que estábamos en hospital y que nuestro hijo nació pero su familia no. Al parecer no les importaba para nada ni Ester ni su nieto.

-No quiero, al menos no después de tener que pasar por todo esto sin su apoyo. Mi madre parecía aceptarlo todo y al fin no apareció. – dice, triste

-Yo puedo llamarla. – le digo

-Ni se te ocurra hacer eso, no te metas. – me dice, casi amenazándome

Por supuesto no quería escucharla ni hacerle caso, me importaba demasiado como para seguir viéndola ser triste todos los días. Decidí llamar a su madre al menos, ir a verla y convencerla de venir conmigo.

-¿Cómo esta ella? – dice su madre

-Bien, está bien pero fue triste al no verlos en hospital. Son sus padres, no tienen mejor cosa que hacer que estar allí, apoyándola. – digo, enojado

-Nos divorciamos hace un mes. – dice

-Joder. – comento

Lo que menos quería es ver a Ester sufrir de nuevo, yo mejor que nadie se como es tener un padre a quien no le importa su hijo, a veces es mejor tener un padre normal que dos locos.

-Lo siento, entiendo su dolor o lo que sea que usted siente en este momento pero Ester la necesita. Lo sé aunque lo niega. – digo, sincero

Trataba hacer cualquier cosa para convencerle de hacer la cosa correcta.

-¿Está en casa ahora? – pregunta

-Si. – contesto

Al fin logre convencerle, los dos nos fuimos al casa.

Al entrar vi Ester con nuestro hijo, colgándolo mientras sentaba en sofá. Era feliz, yo me sonríe, necesitaba explicarle lo que hice antes de que se sorprenda o enoja.

-Hola, papa. – dice Ester

-¿Cómo esta mi hijo? – pregunta, acercándome a los dos

-Igual que tu, duerme profundamente. – dice, alegre

-Oye, tu mama está aquí. – le digo

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué hiciste? – pregunta

Yo tomaba Gorka en manos.

-Es tu madre, quería estar aquí, ahora tiene oportunidad de hablar contigo y aclarar las cosas. – le explico

-¿Por qué siempre tienes que hacer algo sin consultarme? A la mierda con esta relación si siempre piensas hacer algo inesperado y dejarme como tonta. – dice

Esas palabras me dolieron, hice la cosa correcta y no ganaba nada.

-Hola. – dice madre de Ester al entrar en apartamento

Yo me fui a mi habitación con Gorka, necesitaba darles espacio para conversar, me sentí bastante dolido como para seguir allí.

SuncityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora