Itzan Escamilla
Llegamos hasta mismísimo final, yo lo sabía, lo presentía, ella y yo teníamos problemas difícil de resolver. No se trataba de mi orgullo o egoísmo, simplemente no quería hacer una cosa que no apetece, al menos no en ese momento.
Estaba hablando con Eva, era la única persona que estaba disponible en ese momento, por la noche iba irme a tomar una cerveza con Miguel y comentarle situación.
-¿Y no piensas irte con ella? – dice Eva mientras estábamos sentados en un café al lado de universidad
-Así dejaría toda mi vida atrás, no quiero eso. – digo
Eva ponía mano sobre mi mejilla, era mi amiga, sabía que no sentía nada por mí, es por eso que no me preocupaba por esas caricias inocentes.
-No seas tonto, Itzan. – dice
Eso me llena de muchas risas, era idiota pero no pensaba dejar todo el pasado atrás.
Madrid era mi vida, allí naci y viví toda la vida, jamás entendí como Álvaro pudo irse así sin sentir tristeza. Vivíamos muchas cosas juntos aquí, hay demasiada historia como para dar vuelta y irme.
-Me enoje mucho, no sé cómo voy a lograr mirarla en la cara y hablar con ella. Y creo que ella también está enojada conmigo por cómo me comporte. – comento
Eva pensaba que hice mal al hablarle así a Ester, sobretodo porque ella me estaba esperando mientras me fui a México, a veces no se apreciar algunas cosas, simplemente no uso mi cerebro para pensar tanto.
-¿Sabes qué? Es tu culpa, Itzan... si la quieres tanto no tendrías problema de irte con ella, piénsalo. – dice
-Lo sé, pero yo también ha sufrido mucho, tantas cosas me ocurrieron, de verdad que estaba en borde de ponerme un tiro en la cabeza. Mi relación con Ester no empiezo como cualquier relación, era diferente, cuando mi padre volvió ella estaba aquí, si no fuera por ella no sé como lograba salir de todo. – digo, sincero
Esos tiempos eran oscuros, Ester era la luz al final de túnel, eso siempre voy agradecerle.
Después de hablar con Eva me fui a casa, tenía tantas ganas de ver a mi niño y también tratar a hablar con Ester.
En cuanto llegue encontré a Danna, me di cuenta que Ester salió pero no sabía dónde.
-¿A ver, donde esta ella? – digo a Danna, un poco frustrado
Danna trato a calmarme, no quería que despertaba al niño.
-Cálmate, se fue a buscarte. – explica
-Pero, yo no la vi. ¿Puedes llamarla? Yo trate, su móvil está apagado. – digo, muy preocupado
- A ver, cálmate, quédate aquí, yo tengo que irme a casa de todos modos. En cuanto hablo con ella te aviso para que sepas donde se fue. – dice
-Pero, tengo que irme con Miguel, he quedado con él. – digo, recordándome
-Joder, te importa más divertirte con tu amigo que resolver las cosas con tu novia o futura esposa. – dice
-¿Futura esposa? – digo
Jamás pensaba en eso, digo nosotros somos familia pero no pensé en casarme con ella, al menos no en este momento.
-¿Piensas casarte con ella, no? – pregunta
No sabía respuesta a esa pregunta, aun éramos enojados y peleados, fue difícil pensar en matrimonio en esas circunstancias pero yo aun tenía ese anillo que compre cuando quise pedirle el matrimonio.