Itzan Escamilla
Estábamos sentados por la mesa, podía sentir sus manos sobre mi cara, mirándome en los ojos, ya sabía lo que iba hacer y me quede congelado, no podía moverme.
-¿Qué haces? – le pregunto a Sara
-Lo que tú me dejas hacer. – me contesta
Todo en lo que podía pensar en ese momento fue Ester y sus sospechas sobre Sara y tenía razón.
Me sentía incomodo, trataba a no mirarla en la cara, si sigo mirándola sentía que me iba a besar y eso quería evitar.
-Tengo novia, lo sabes muy bien. – le digo
Por suerte, ella quita su manos de mi cara pero no tenía la mejor expresión por rechazarla.
-Itzan, sabes perfectamente que te vas a aburrir de ella muy pronto y volverás a ser el mismo de antes. – ella dice, sonriéndome
-Vaya, no sabía qué piensas eso de mi. Estaba haciendo mucho esfuerzo desde que conocí a Ester como para engañarla. – le digo
Estaba muy enojado con Sara, jamás pensaba que le gustaba de esa manera y que sería capaz de seducirme de esa manera sabiendo que tengo novia de la que estoy enamorado.
-¿De verdad estas enamorado de ella? – me pregunta, muy seria
-Si. – le contesto con sinceridad
-¿Qué tiene ella que no tenga yo? – me pregunta
-No se pero nadie es como ella. – le contesto
Ester era muy diferente a todas chicas, algo de ella era diferente, quizás es la primera vez que me siento querido por una chica de verdad. Claudia me quería, creo pero no sentía lo mismo, quería amarla pero no pude porque Ester estaba en mi mente cada momento.
-Yo te quiero, Itzan. Estoy muy segura de eso, me gustas desde el primer día que te conocí. ¿Recuerdas como nos conocimos? – me dice
Me sentía fatal por tener que romperle el corazón pero no tenía otra opción. Si Ester jamás llegaba en mi vida, quizás estaría dispuesto a intentarlo con Sara, quizás.
-Lo siento. – le digo
-Eso no va cambiar nada, yo no soy como ella. – dice
-No lo eres, nadie se compara a ella. – digo, sin pensar que eso iba hacerle aun más daño
-¿Y que pasa si algún día te despiertas y te das cuenta que no quieres una vida así? - me pregunta
Sentía que trataba a encontrar cualquier escenario posible que me hará cambiar mi opinión y fijarme en ella pero eso era imposible.
-Eso no va pasar, lo quiero todo con ella. – digo, con pequeña sonrisa
-¿Y si te rompe el corazón? – pregunta
Jamás pensaba en eso porque Ester no era así, yo debía hacer algo muy malo como para que eso sucede y yo traba con todas mis fuerzas ser el novio perfecto.
-Yo pensaba que entre nosotros podrá haber algo por tu comportamiento. – me dice
-Lo pensaste muy mal, Sara. Yo te miro como una amiga o hermana, jamás tenía esa sensación de que entre puede pasar algo. Eres mi mejor amiga y quiero que así sea para siempre. – le digo, tomándola por mano
Ella suelta mi mano, levantándose, estaba muy furiosa, tomaba todas lecturas que le quedaron en mesa.
-Pues, solamente te tengo que decir que acabas de perder a tu amiga. – me dice, con lagrimas en ojos