Ester Exposito
Desde que descubrí que estoy embarazada no tenía mucha tranquilidad, no sabía cómo decirle a Itzan, la verdad es que ni siquiera sabía si quería contarle o si quería tener este hijo ahora.
Por eso decidí hablar con Danna y pedir su consejo, no podía decirlo a nadie más.
-Parecías bastante seria cuando me llamaste. – dice Danna, al darme un vaso de agua
-La situación es muy seria, más de lo que podías imaginarte. – digo, desesperada
-¿Qué puedo hacer por ti? – pregunta
Notaba que se puso muy preocupada, podía contar con ella en esto y eso fue un gran alivio.
-Estoy embarazada. – le digo
No sabía cómo decir una cosa así, por eso decidí hacerlo de inmediato, sin rodeos.
-Joder. – comenta
-Hace dos días hice un test de embarazo y era positivo. – le confieso
-¿Es de Itzan? – me pregunta
-Claro, es la única persona con el que estaba en estos últimos meses. – digo, recordándolo
-Esto es muy fuerte, Ester. ¿Ya le dijiste? – me pregunta
-No, no sé si quiero tener este hijo y por eso no sé si es buena idea contarle que estoy embarazada. – le digo, triste
-¿Piensas abortar? – pregunta
No tenía valor de contestar a esa pregunta, llevo pensando en eso desde el primer momento que sospechaba que podría estar embarazada.
-Tengo una cita en una clínica privada mañana, necesito hacerme cargo de situación. – digo
-Estas cometiendo un error. – dice Danna, tratando a ser mi apoyo
-¿Cómo estas tan segura? Itzan sigue siendo inmaduro, va de fiestas, no le importa nada más que ser irresponsable. No puede tener un hijo con él, es imposible funcionar, además no creo que él quiera ser padre. – digo, sincera
-Estas exagerando, el ha cambiado, lo hico por ti y tú misma lo sabes. Creo que a él le encantaría tener un hijo contigo, sería un padre estupendo. – dice
-¿Desde cuándo cambiaste tu opinión sobre él? – la pregunto, dudosa
-No quería conocer pero es evidente que te quiere de verdad, quiere hacer el mayor esfuerzo para tenerte a su lado, no fue así siempre. Lograba perdonarte el engaño, eso dice mucho sobre él. – dice
-¿Vas a ir conmigo mañana o qué? – le pregunto, ignorando todo lo que me dijo
-Si, pero déjame decirte que siento mucha lástima porque elegiste pasar por todo esto. Vas a sentirte triste cuando terminas con todo esto mañana, no creo que Itzan va poder perdonártelo. No se trata de una apuesta, se trata de un aborto, es más serio de lo que parece. – dice, triste
Entendí todo lo que me decía pero no quería pensar así, no me importaba si Itzan no podría perdonármelo, llevamos meses tratando a comunicar de manera normal, le costaba mucho lograr perdonarme por lo de apuesta, esto podría ser el golpe final.
Todo el día estaba pensando en cómo cambio mi vida, Itzan quería estar conmigo pero dudo mucho que va seguir con ese empeño cuando descubre que está pasando.
Estaba en mi cama, tenía una sensación extraña, ponía mano sobre mi panza, podía jurar que lograba sentir mi bebe en la panza, sentí que hay una vida adentro.
