Itzan Escamilla
El día siguiente me despertaba en hospital, no recodaba nada, mi mente era como si alguien me hubiera borrado memoria.
Recordaba venir y ver a Ester pero después de eso me desmaye, supongo pero tampoco recuerdo lo que pasaba antes de eso.
Estaba acostada en cama hospital, Miguel estaba sentado a mi lado.
-Estas despierto, gracias a dios. – dice
-¿Por qué estoy aquí? – pregunto
-Sufriste una intoxicación por alcohol. – dice
Me sentía alegre de que sigo con vida pero no podía creer hasta donde llegaron mis limites y abuso de alcohol.
-Tienes mucha suerte de seguir con vida, Itzan. – dice, con alivia
-¿Quién me trajo aquí? – le pregunto, curioso
-Estabas hablando con Ester pero te desmayaste y llamábamos ambulancia. Tardaron un poco de venir pero todo resulto bien al fin. – dice
-¿Y donde esta ella? – pregunto
-Se fue a universidad, estaba esperando aquí hasta que doctores confirmaron que todo está bien. – dice
Todo eso me hico sentir como un idiota, a pesar de todo lo que paso con ella la estaba tratando muy mal, debía pedirle perdón, el hecho de que no quiero volver a estar con ella no significa que debíamos dejar de hablar, no sé porque no me di cuenta de eso o quizás no quise aceptarlo porque estaba sufriendo demasiado.
-Te juro que en un momento pensé que me estaba convirtiendo en mi padre. – digo
-Pero tú no eres como él, deja de pensar en eso y deja de hacer estas cosas, la próxima vez no salgas con vida. – dice, tratando a ayudarme
-¿Sabes de qué quería hablar ella anoche? – pregunto
-Pues, creo que sí pero yo no pienso decirte nada porque no me corresponde. – dice
-Ya veo que siempre soy el ultimo de enterarme de cosas. – digo, un poco enojado
-Te van a dejar ir pronto, vamos a ir tomar a comer algo, tienes que comer y beber un café, al menos. – dice
-Vale.- digo
Todo el día pasaba con Miguel, nos fuimos a comer y tomar café.
Me sentía mejor sabiendo que aun podía contar con él, después de todo lo que paso esos últimos días.
-¿Y Ester piensa quedarse a vivir en casa de Danna? – pregunto
-No creo. – contesta
-Me paso un poco con mi comportamiento. – confieso
-¿Un poco? – dice
-Tengo que pedirle perdón, al menos. Pero me hace tanto daño con tal solo tenerla a mi lado, es difícil. – digo
-Es normal. – dice
-¿Cómo esta Mina? – pregunto
-Bien, voy a ir a verla esta noche, estaba preguntando por ti. – dice
-Es bien que al menos uno de nosotros tiene relación perfecta. Debía llamar a Pol y pedirle perdón también . – digo, recordándolo
-¿Pol? ¿Por qué? – dice
-Es que, estaba conmigo una noche cuando me emborrache y le trate muy mal. – digo
-Ya sabes que Pol no hace mucho caso en esas cosas, pero podríamos llamarle y hablar con él. – dice
Al recordar esa noche, me sentía como un idiota por tratar a todos como mierda, dice cosas que no debía y hice cosas que no debía haber hecho nunca. Pero jamás quería convertirme en todo lo que odiaba de mi padre, jamás quiero ser ese tipo de persona. Quiero que gente me quiere y no que me odia, no quiero ser cabron el resto de mi vida.
Esa noche estaba esperando para que Ester llegaba, quería hablar con ella, necesitaba decirle todo.
En cuanto llegaba, ambos estábamos sentados, en silencio, ninguno sabia que decir.
-¿Quieres café? – la pregunto
-No. – contesta
-Joder, no sé ni cómo hacer esto. Ya sabes lo que voy a decir. – digo
-Si, lo sé. Y da igual, tienes todo el derecho de seguir enojado conmigo y tratarme así como te tratabas. Pero cuando pasas noches y noches emborrachándote eso me hace enojar mucho. – dice
-Lo sé, no va volver a pasar. – le aseguro
-¿Estás seguro? – pregunta
-Si, termine con esa forma de vivir. No quiero seguir destruyéndome hasta que termino como mi padre. – digo, con miedo
-Tu no eres tu padre, Itzan. Deja de pensar en el. – dice
-Gracias por estar aquí. – le digo
-¿De qué querías hablar? – me pregunta
-Pues, te perdono todo. – le digo
-¿Qué? – dice, sorprendida
-Eso lo que escuchaste, decidí perdonártelo. – digo de nuevo
Ella sonríe.
-Pero, no quiero que malinterpretes. El hecho de que he decidido perdonarte no significa que quiero volver a estar contigo de nuevo. – digo
Ella asienta con cabeza.
-Entiendo. – dice
-Lo siento pero yo no puedo estar contigo, me cuesta mucho estar de esta manera, hablando. – digo, un poco triste
-Está bien, Itzan. Tampoco pensaba que vas a lograr perdonarme de inmediato y querer estar conmigo, esto me basta. – dice
-¿Y de que querías hablar tu, anoche? – pregunto
-A, si... eso puede esperar. – dice
Me parecía rara, extraña, no entendí de que quería hablar pero pude notar que no fue sobre nosotros o apuesta.
-¿Todo bien? – pregunto
-Si, hablamos mañana. – dice
-¿Te vas a casa de Danna? – pregunto
-Si, deje algunas cosas allí. – dice
-Te puedes quedar aquí, por mi no te preocupes. – digo
-No importa, Itzan. – dice
-Joder, que nadie está durmiendo en tu habitación, puedes quedarte aquí y mañana vete por tus cosas. – le digo
-Vale. – ella dice
Aun me preocupada de que quería hablar, espero que no fue nada serio ya que no tengo ganas de cosas serias en este momento.