Itzan Escamilla
Pocos días después, decidí seguir convenciendo a Ester aceptar a comer con mi madre.
No entendí porque no quería conocerla, no tendría de que preocuparse, no puedo imaginar a alguien quien podría odiar a Ester.
-Dale, va ser interesante. – le digo, insistiendo
-Itzan... - ella suspira
-¿De qué tienes miedo? – la pregunto
Ella cruza los brazos frente mi.
-De nada. – contesta
-¿Entonces? – le digo
-¿Aun estamos en esa fase de estas reconociendo que lo que hay entre nosotros es bastante serio y real, crees que es necesario que la conozca ya? – pregunta
A veces tenía ese sentimiento de que me esconde algo pero debe ser que estaba bastante paranoico.
-Si. – le contesto
Ella sonríe, al fin.
-Este bien. – dice
Yo la abrazo, estaba muy feliz de que por fin logre convencerla, mi mama era la mujer más importante en mi vida, ha pasado por muchas cosas, es una mujer fuerte.
-Va venir esta noche. – le informo
-¿Ya? – me dice, preocupada
-Es que, si, sabía que iba lograr convencerte. – le digo, acercándose a ella
-Eres malo. – me dice, sonriéndome
-Vamos a pasarlo bien, ya verás. – le aseguro
En su rostro notaba que ella sigue preocupada, no entendí la verdadera razón, ella jamás tenía miedo de conocer nuevas personas.
-No sé que ponerme, debo dejar una buena impresión. – dice
-Te ves guapa en cualquier ropa, créeme. – le digo, poniendo manos sobre sus brazos
Trataba a tranquilizarla, al menos un poco.
Ella sonríe.
El día pasaba rápidamente, Miguel y decidimos ir a correr un poco, hace tiempo que no lo hacíamos.
-Entonces, va conocer a tu mama. – comenta
Paramos corriendo un poco.
-Si, creo que está bastante nerviosa. – le confieso
-Qué raro. – dice
-Ojala todo salga bien. – digo
-¿De qué te preocupes? Ester es una mujer espectacular y tu madre es muy simple, no es de esas madres que critican mucho. – dice
-Como tuya. – comento, riéndome
Mama de Miguel fue muy especial porque jamás le gustaba alguna novia que Miguel tenia, por eso aun no le presento a Mina.
-Sigo pensando en no presentarle Mina. – dice
-Tienes suficiente edad como para saber qué quieres hacer con tu vida y con quien quieres estar. Ella no puede seguir controlándote. – le digo
-Tienes razón pero ella es una mujer muy complicada. – confiesa
-¿Las cosas con Mina van muy serio? – pregunto
-Si. – dice, sonriéndose
Estaba feliz que los dos teníamos novias y que éramos felices, jamás pensaba que eso iba ocurrir.