Itzan Escamilla
Siguiente día fue como cualquier otro, me despierte muy temprano, eran las ocho, no quería despertar a Estar porque estaba muy dormida y parecía demasiado tranquila y linda.
Le quede viendo por un segundo, creó que quiero despertar a su lado cada día de mi vida.
Es persona más importante de mi vida, pero aun no estaba preparado a contarle toda historia sobre mi vida, mis vicios y sobre todo mis padres. Era algo personal, Miguel es el único que conoce todos los detalles, ni siquiera María lo sabe.
Cuando me levante, decidí tomar una ducha, iba ser un día muy largo, tenía un gran examen mañana y estaba muy nervioso.
Me estaba duchando y de repente sentí unas manos calientes en mi cuello, tocándome.
Al dar vuelta veo Ester, desnuda, poniendo manos sobre mí pelo mojado.
-Joder, que susto me has dado.-le digo, sonriendo
-No sabía que te gusta duchar sin mi.-me dice
Pongo mi mano sobre su mejilla, mirando su boca, me sentí como un hombre quien no había comido nada por días y ahora tenía oportunidad de levantar mi apetito.
-No quería despertarte.-le digo
La agua estaba cayendo sobre nosotros, era perfecto despertar de esa manera, que pena que no podemos ducharnos todo el día.
-No te puedes esconder de mí.-me dice, seduciéndome con esos ojos que me hipnotizan y esa boca que me lleva loco
-Te quiero tanto.-le suspiro, besandola en la boca
Ester sigue jugando con mi pelo, mientras beso su cuello.
Era muy diferente de todas veces anteriores, la estaba besando lentamente, no quise terminar con eso rápidamente, simplemente quise disfrutar de su piel de la que jamás me cansaría.
Cada parte de su cuerpo era perfecto, jamás me cansaría de decir eso, podría gritarlo si quisiera.
-Itzan, lo que paso anoche...-empieza decir mientras dejo de besar su cuello
-No importa.-le digo, poniendo un dedo sobre su boca
Teníamos una discusión pero eso no era el fin de mundo. Creo que siempre vamos a tener esas pequeñas discusión sin importancia, lo importante es lo que tenemos, jamás lo tenía con alguien y no estaba dispuesto a jugar y perderlo todo.
-Me vuelves loco.-me dice, cerrando sus ojos y dejándose llevar por mis besos en su cuello
Jamás podría definir ese sentimiento que ella provoca en mi, era algo inexplicable, es como si hubiera vivido algo que solamente veo en películas, dejándome llevar por ese sentimiento muy fuerte por única mujer que me rechazo en vida.
Tendría que estar estudiando para exámenes que vienen y yo estaba ahí, metido en ducha con Ester, sabía que eso iba terminar muy pronto pero eso no significaba que no puedo disfrutarlo un poco más.
-Voy a tener que irme.-le suspiro a Ester en el oído
Ella tiene sus manos colgadas sobre mi espalda, sonriendo con esa sonrisa seductora, no sabía cómo rechazarle.
-Seguro?-me pregunta, mientras me acerca a ella un poco mas
-No quiero pero es mi obligación.-le explico
-Que mal, pero vamos a terminarlo esta noche.-me dice, dándome un beso largo en cuello
Ester se veía tan guapa tan temprano, parecía imposible, incluso en ese momento era muy atractiva