38

682 39 3
                                    

Ester Exposito

Itzan se estaba comportando muy raro desde que su madre menciono a su padre. Entendí que no tiene la mejor relación con el pero no tenia porque emborracharse y pelearse con un desconocido.

Me preocupaba lo que le pasaba, pero no sabía cómo descubrir la verdad detrás de eso.

Itzan no quiera hablar y yo no quería presionarlo como la última vez. Debe ser que su padre tiene mucho que ver en sus problemas con agresión.

-¿Miguel, tu sabes algo de padre de Itzan? – le pregunto mientras desayunábamos

-¿Por qué? ¿Te dijo algo? – dice

-No, precisamente por eso te estoy preguntando. – le explico

-Yo no soy la persona más indicada a hablar de esa tema. Si él no quiere decirte nada debes respetar su decisión. – dice

-Se puso tan enojada tan solo con mencionarle, eso no parece normal. – le digo, preocupada

-Si el algún día decida contarte entonces vas a entenderlo todo. No todos tenemos padres normales que son siempre allí para apoyarnos. – dice

-Quiero ayudarle pero no sé cómo, el no me deja. – le digo, tenía tantas ganas de llorar

Me hacía mucho daño ver a Itzan en ese estado cuando decide cerrarse en sí mismo y no decir nada.

Esas cosas me hacían olvidar un poco de cómo voy a destruirle la vida aun mas cuando le digo la verdad. Va entender que todo lo que pensaba sobre mí no era realidad si no simple juego y no creo que pueda hacerle cambiar opinión.

-¿Y si hablo con su madre? – le pregunto a Miguel

-Pues, si ella quiere contarte entonces está bien. – dice

-Si, eso es lo que voy a hacer. No puedo seguir esperando el momento perfecto para que el me cuenta lo que le atormenta. No puedo seguir soportando ese silencio. ¿Sabias que se levanto muy temprano y salió, ni siquiera me aviso ni me dijo a donde iba, dejo su móvil aquí de nuevo. ¿Y si le pasa algo? – digo, muy asustada

No quería pensar en las peores cosas pero él no me dejaba otra opción, podía estar en cualquier lugar haciendo cualquier cosa.

-Ester, tranquilízate, Itzan está bien. Simplemente necesita calmarse un poco, luego va volver y va hablar contigo. – me asegura

De todos modos decidí llamar a su madre y invitarle a comer algo fuera de casa.

No podía seguir esperando para que Itzan aparezca, necesitaba descubrir que le estaba pasando aun que él no quiera.

-Itzan sabe que estas aquí? – me pregunta Irene, ese era el nombre de mama de Itzan

-No. – contesto

Estábamos tomando café y dos ensaladas.

De verdad que no tenía muchas ganas de comer.

-No sé donde está. – le digo

Su cara me dice que eso no es la primera o segunda vez que hace ese tipo de cosas, ella lo conoce perfectamente porque es su hijo.

-¿Hay algo de que debía preocuparme, Irene? – la pregunto

-Itzan siempre fue así, en cuanto hay algún problema el huye. Cada vez que algo no le conviene el tiene que irse y estar solo, siempre. Así fue desde que era un niño, yo pensaba que eso iba cambiar con anos pero al parecer sigue siendo el mismo. – me explica

-¿Por que se pone de esa manera al mencionar a su padre?- pregunto, teniendo miedo de respuesta

-El padre de Itzan nunca hizo mucho esfuerzo a estar en su vida o la mía, pero yo logre acostumbrarme. El fue alcohólico, perdió varios trabajos por abusar de alcohol y a veces drogas pero más bebida que otra cosa. Eso era su cosa más importante, incluso más importante que su propio hijo. – dice

SuncityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora