Itzan Escamilla
Desde que me acerque a Sara me había sentido muy especial, es como si todo el dolor esta por desaparecer y Ester y yo quedábamos en que íbamos a ser amigos así que todo estaba bien.
Yo estaba sentado por la mesa, mandando mensajes a Sara.
Ella era ese tipo de personas que no dormía tanto y podía conversar con ella cuando quería sin importarme si estaba ocupada o no.
Un momento después, Ester entraba en cocina un poco dormida.
-Hola. – dice con voz ronca
-¿Cómo fue tu fiesta? – pregunto
-Mal – contesta
-Menos mal que no me fui contigo, entonces. – digo, aliviado
Ester tomaba algunas pastillas para cabeza, para una fiesta que era tan mal es extraño que estaba tomando pastillas para hacer pasar dolor de cabeza.
-Lo único bueno es que hay muchas personas y puedes elegir si quieres. – dice, dando vuelta y enfrentándome
-¿Elegir para qué? – pregunto, confundido
-Ya sabes, para ligar. – dice, muy tranquila
No sabía que Ester era así, que le gusta enrollarse con cualquiera pero al parecer no sabía muchas cosas de ella.
-¿Por qué querías hacer eso? ¿Acaso no crees en el amor y esas cosas? – pregunto
-Si pero a veces hay que divertirse. – explica
-Si pero debías tener cuidado. – digo, preocupado
-¿De qué o de quien? – pregunta
-Hay muchas personas que lo único que buscan es aprovecharse de ti, espero que vas a tener mucho cuidado. – digo
-Jamás pensaba que voy a oír eso de ti. – dice, cruzando los brazos
-Simplemente no quiero verte lastimada. – digo
-Se cuidarme sola perfectamente, no necesito tu ayuda o tus consejos. – dice, un poco enojada
-Está bien. – digo
Sabía que no debía meterme en esos asuntos pero de todos modos quería decirle lo que pienso de ''ligarse'' a un desconocido. Es muy raro pensar en eso porque yo también era así, quería ligarme a cualquier mujer sin importarme nada más que estar con esa persona por una sola noche y irme próxima mañana.
Todo el día me quedaba en casa, Sara estaba trabajando así que no podía verla.
Miguel llegaba después de ir a ver a Mina, se convirtió en todo un galán estando con ella, era feliz y yo estaba feliz por él.
-Te ves demasiado feliz. – le digo
-Así me siento, amigo. Te juro que jamás pensaba que iba encontrar mujer perfecta y cuando menos te lo esperas te sorprendes. – dice
-Si, sorpresa podría ser buena pero también mala, yo conozco malas sorpresas lamentablemente. – digo
-¿Dices por Ester? – pregunta
-Si pero eso ya es pasado. – digo, muy seguro de mis palabras
-¿A qué te refieres? – pregunta, curioso
-Estoy más cerca de Sara que nunca, volvimos a ser amigos y me siento tan bien con ella. – digo
-Joder, Itzan. Esa chica está loca por ti pero no sé si es ella quien quieres de verdad. – dice
-Si vuelvas a mencionarme Ester me piro de aquí, te lo juro. – digo, muy serio
No tenía ganas de volver oír Miguel diciendo que sigo enamorado de Ester o defendiéndola como siempre. No tenía nada en contra en su amistad pero parecía muy extraño que no estaba de mi lado que soy su mejor amigo.
-Puede ser que te sientes bien con Sara pero solamente la estas usando. – dice
-Eso no es verdad, no soy así y tú lo sabes. – digo, casi gritando
-Quieres olvidarte de Ester y crees que esa es la mejor manera pero así solamente vas a hacerle daño a única persona que no tiene nada que ver en esta guerra que sigues teniendo con Ester. – dice
-¿Qué guerra, Miguel? No hay ninguna guerra, somos amigos. – explico
-Por dios, ella anda de fiestas y tu andas detrás de Sara, ambos saben que eso no es lo que quieren pero no hay otra opción. – dice
-Mira, si estoy con Sara es porque ella me quiere de verdad. Jamás jugaba conmigo, quizás fue mal cuando quiso meterse conmigo sabiendo que tengo novia pero es otra cosa. Ester es muy diferente a ella, jamás voy a poder confiar en sus palabras y cuando digo que somos amigos, eso es lo que pienso. – digo, muy claramente
-Yo te digo que hagas lo que quieres hacer pero quiero que encuentras a alguien así como yo ha encontrado alguien que me hace muy feliz. Mi relación con Mina va muy serio, no quiero que pierdas oportunidad de estar con alguien quien realmente amas. – dice
Miguel estaba diciendo tonterías, cada día que pasa mis sentimientos por Ester estaban desapareciendo. No me importaba lo que ella hacía y con quien porque no quise meterme en eso ya que no era celoso.
Esa noche me fui al café donde Sara trabaja, estaba trabajando toda la noche así que decidí ir a verla porque la extrañaba.
Me sentaba por primera mesa que era libre, no había mucha gente.
En cuanto me vio, Sara se acercaba a mí.
-No sabía que te gusta tomar café en estas horas. – dice, sonriéndose
-No me conoces de nada, entonces. Dame un café, por favor y podríamos hablar un poco. – digo
Pocos minutos después Sara venia, llevando café que dejaba frente mi en mesa.
-Te queda muy bien ese uniforme. – digo
-Tu no te cansas de seducir con bonitas palabras. – dice
-Siéntate conmigo. – digo
Tenía muchas ganas de hablar con ella.
-Vale por un solo minuto. – dice
-Estaba muy aburrido hoy. – digo
-Me imaginaba, ya que viniste aquí. – dice, aun sonriéndose
-¿Quieres cenar conmigo este viernes? – pregunto
-Voy a tener que pensarlo, ya sabes que estoy trabajando. – dice
-Joder, odio mucho tu trabajo. – digo
-Mi también. – dice
-Vale, este viernes o cualquier otro día, voy estar esperando tu llamada, incluso podríamos ver esa película que tanto te gusta. – le digo
-¿Historia de un matrimonio? - pregunta
-Esa. – contesto
-No sabía que te gustan esas películas. – dice, levantándose
-Si, hay cosas que desconoces sobre mi pero tenemos demasiado tiempo para conocernos mejor. – digo
-Vale, nos vemos pronto, tengo que trabajar. – dice, alejándose
De todos modos quería ver esa película porque todos hablan de eso pero verlo con otra persona lo hace aun más interesante.