Itzan Escamilla
Después de volver a Madrid estaba evitando a Ester, no sabía cómo enfrentarme a ella sabiendo que de nuevo cometí el mismo error, pero esta vez los dos teníamos la culpa.
No podía volver mirarle en la cara, la noche que pasamos juntos fue increíble pero yo tengo novia y no tengo ni menor idea cómo comportarme después de haberla engañado.
Ese día decidí ir a casa de Claudia, tratar a olvidar todo lo que paso en boda.
-Te estaba llamando toda la noche. – dice
-¿Cuándo? – la pregunto
-La noche de boda. – dice
-Es que no pude hablar contigo, perdóname. – le miento
-¿Qué estabas haciendo? – pregunta
Todo en lo que podía pensar era el hecho de que estaba con Ester, la engañe con mi ex novia y la persona que me hico cambiar y eso no hacía que cosas sean más fáciles.
-Ya sabes cómo son las bodas. – digo
-¿Conociste alguna chica? – pregunta
-¿Qué? – digo, de inmediato
-Estoy bromeando, relájate. – dice
-Jamás podría engañarte, Claudia. – le digo, mintiendo de nuevo
-Lo sé. – dice
-No me escuchas, que estoy flipando. – le digo
-¿Qué te pasa, Itzan? – dice, acercándose a mi
-Nada, todo está bien. – le aseguro
-Te extrañaba mucho. – dice, poniendo manos sobre mi mejilla
No tenía valor de seguir mirándola en la cara y mintiéndole.
-Yo también. – le digo
Notaba que tenía varias llamadas perdidas de Ester pero no podía responder, no sabría que decirle.
Decidí ir y hablar con María, ella podía entenderme y darme alguna consejo sobre situación en la que me encontraba.
-¿Qué hiciste? – pregunta
-No pienso volver repetirlo. – le digo
-Eres tan tonto, Itzan. – dice, enojada
-¿Piensas decirme como arreglo esta situación o qué? – la pregunto
-¿Cómo pudiste dejar que sucede algo así? – pregunta
-No sé, joder. Nos dejamos llevaron por alguna pasión que sigue existiendo entre los dos. – confieso
-¿Estas pensando volver con ella estando con Claudia quien ni siquiera sabe que la engañaste? – pregunta
-No, lo que paso fue un momento de debilidad y ya. – digo
-¿No has pensado en cómo se debe estar sintiendo Ester? – pregunta
-Me dejo claro que lo nuestro termino, yo también. – digo
-¿Y por que la sigues evitando entonces? – pregunta, cruzando los brazos
-No lo sé. – le digo, no tenía mucho tiempo para pensar en eso
-No creo que podrías arreglar esto, ninguna mujer perdona engaño y no existe excusa. – dice
-No puedo decirle la verdad, me va odiar y me va dejar. – le explico
-Sea sincero conmigo, Itzan. ¿Sigues enamorado de Ester pero no puedes perdonarle lo que hico? – pregunta
-Lo que yo siento no importa en este momento, no quiero hacerle daño a Claudia. – digo
-¿Y a Ester si? – pregunta
-Por dios, ella no sigue siendo dolida, estaba coqueteando con un tipo, ese amigo de Álvaro. Ester está bien, te lo aseguro. – digo, sin pensarlo
-Tengo miedo de que al fin tu vas a salir el mas lastimado de todo esto. Sigues enamorado de ella, si sigues con este plan de negarlo todo vas a sufrir mucho más de lo que ya estas sufriendo. – dice
Entendía que María tenia las mejores intenciones pero jamás pensaba en cómo me sentía, Claudia me quería y me hacia feliz, eso era lo más importante.
-No te preocupes por mí, yo estoy bien. – le digo
-¿Qué piensas hacer? – me pregunta
-Voy a tener que decirle todo a Claudia pero no ahora, en pocos días lo hago. – digo, sincero
Quizás yo sigo pensando en Ester sin querer, sigo amándola pero mi mente rechaza ese tipo de sentimiento porque no puedo seguir con lo mismo después de tanto tiempo. Yo no soy la persona más indicada para Ester y ella me hico suficiente daño, no creo que algún día podría borrar eso de mi mente.
