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Bea

Paseaba con apuro todos los pasillos de la universidad en vista de que llegaba tarde a la asignatura más importante y por si fuera poco, a un examen. En estas situaciones es cuando me vuelvo un caos.

Tropecé con mis propios pies lo que hizo que casi me cayera, por lo tanto me sostuve con la pared a mi costado para evitar alguna torpeza de mi parte. Mi teléfono vibró pero no me tomé la molestia de revisar quien jodía a estas horas de la mañana, si bien podía ser mamá que probablemente no lo era por la diferencia de horario; entonces no me interesaba saber de quien se trataba.

-Buenos días- Abrí la puerta de golpe llamando la atención de todos mis compañeros y el maestro sentado en su escritorio.

-Buenas noches- usó su irritable tono sarcástico.- Señorita Murphy, debería preguntar ¿A qué se debe su demora?- preguntó el profesor bajandose las gafas de la nariz, expectante por una respuesta convincente.

-Y...yo- Tartamudeé.

-Lo siento, pero tiene más de 20 minutos de retraso señorita- Giró su cara dándome a entender que no podía hacer la prueba.

-¡No, no, no!, ¡No puedo reprobar, su materia es la más importante! ¡Déjeme pasar!- Insistí juntando mis manos mientras le suplicaba al señor Hwang.

-Ya me escuchó señorita, ¿O acaso desea una sanción?- Hice silencio mientras mi boca permanecía semiabierta y estaba petrificada en el sitio.- Eso creí, espere afuera por favor, podrá entrar en la siguiente asignatura.

Cerré la puerta ya que no tuve más opción, el maestro Hwang es uno de los más estrictos y llevarle la contraria no es buena idea, y como aún faltaba 1 hora para la siguiente clase decidí ir a sentarme en las gradas de la cancha de básquet.

Para mí sorpresa ahí estaba Jungkook, quien no se percató de mi presencia y por un momento lo agradecí. No obstante, me detuve a detallar cada parte de su anatomía, es un chico muy sexy, el sudor hace que su camiseta se adhiera a su torso permitiéndome deleitarme con su abdomen que claramente podría formar parte de una revista, y ni hablar de los tatuajes que adornan sus fornidos brazos, lo hacen ver aún más atractivo. Suspiré al pensar en que podía fácilmente aceptar cualquier invitación de su parte, si tan solo no fuese tan mujeriego; estar detrás de todas como perro faldero es realmente desagradable de parte de él, y que no quiera aceptar su error, lo hace aún peor.

-Hey- Escuché su voz a lo lejos, Ash, ya viene a molestar.

-Oh, hola- Espeté seria así se iría rápido. Tomó asiento a mi lado y miró el bolígrafo que permaneció en mi mano desde que salí de casa.

-¿Qué haces aquí?- Miró su reloj un poco extrañado, pues era evidente que debia estar en clase.

-Llegué tarde a la clase de Hwang- Suspiré pesado y Jungkook hizo un "Ooh".

-Jamás es buena opción llegar tarde a su clase- Ladeó ligeramente la cabeza mientras yo asentí con una leve sonrisa.

-¿Tú no deberías estar en clase también?

¿Qué haces preguntándole?.

-El maestro Lim no vino, así que tengo 1 hora libre- Sonrió dejándome apreciar sus adorables dientes de conejito.- Supongo no te dejarán entrar sino hasta dentro de 1 hora, ¿O me equivoco?.

Still Whit You | JJK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora