Still Whit You | JJK.

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Oigan, ¿Les gusta el omegaverse?, ¿Creen qué debería hacer uno?.

Jungkook.

Realmente me molestaba el hecho de estar en una junta en lugar de estar con Bee, pero al menos eso me había permitido hacer lo que hace un tiempo quise darle más no conseguí el momento adecuado. Sin embargo y debido a su rostro cuando le dije a donde iría, supuse que no debía recordar aquella conversación cuando por fin decidimos darnos una oportunidad.

—Si salimos a más de 2 citas, y yo me enamoro primero te daré lo que me digas justo ahora— propongo y se sonroja en tanto ríe.— ¿Que apuestas tu?

—¿Seguro que quieres apostar?, Siempre gano— bromea y asiento.—Bueno, puedes regalarme...¿Un día de spa? creo que como médico es un lujo eso— reímos en unísono.

—Bien que sea un día de spa entonces, ¿Y si tú te enamoras primero, que gano?— la codeo haciéndola reír.

—Dudo que pase, pero en caso de que suceda, algo muy hipotético; te regalo una cita conmigo en la torre namsan— me propone.

Me daba curiosidad saber si Bea recordaba aquella apuesta, o si quizá estoy yendo muy rápido. ¿Cómo negarle al corazón lo que quiere?. Estoy completamente seguro y no me pienso retractar.

Me tiene completamente loco por ella.

—¿Señor Jeon?— exclama la voz de la secretaria.—Ya podemos irnos, la junta terminó

Tiene razón, la junta se levantó y ni siquiera me di cuenta en que momento pasó, debo admitir que pensar en Bea me lleva a otro mundo.

—Lo siento— me disculpo y abotono la chaqueta del traje.

Le dejo a la secretaria el llevarse el maletín y continúo con mi guardaespaldas al auto que nos espera afuera.

—¿Hay algo más por hacer?— pregunto a la mujer y esta se dispone a revisar la agenda.

—Está de suerte, no tiene nada más por hoy, aunque mañana estará repleto— sonríe y yo me limito a mirar por la ventana en tanto agradezco.

Eso me recordaba que ahora tengo tiempo para Bea, y probablemente para hacer algunas tareas atrasadas por mi ostentoso y molesto empleo. Realmente no le agradecía esto a mi padre.

•••
—¿Bea?— exclamo al verla en casa.—Oh, demonios, olvide venir por ti—me doy un ligero golpe en la cabeza con la mano.—Perdóname, estuve muy ocupado, pero puedo ll...

—Oye, no estoy molesta— se ríe.— En realidad no quería ir al spa, pero aproveché de hacerte tus deberes— agita el cuaderno en su mano y yo sonrío.—No quiero pasar nuestro aniversario de esta forma, no separados, es una celebración para ambos y no me importa si debo esperarte un mes para poder salir, lo haré— se cruza de brazos.

—¿Qué habré hecho para merecerte?— me río y me acerco a abrazarla.—Te amo como no te imaginas— beso su frente.—Pero en realidad si debes ir al spa— la tomo por los hombros para mirarla.—Era parte de la apuesta

Su cara se torna de una sonriente a una confundida.

—¿Apuesta?, ¿Qué apuesta?, ¿Apostamos algo al venir aquí?— frunce el ceño y me río.

—Cuando dijiste que tenías mala memoria no creí que fuera enserio— me burlo y ella me golpea el brazo sonriente.—¿Enserio no recuerdas?— pregunto y ella niega.— Te cuento cuando vuelvas de allí

—Espera espera, no quiero ir sin ti— me detiene ya que camine hasta la habitación llevándola de la mano.—Aunque eso implica que vean tu cuerpo— me río por su comentario.— ¡Vamos ya dime que es!, no quiero soportar que alguien toque a mi novio