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Dos cosas; la primera es que no tengo ganas de estudiar, y la segunda es que...¿Adivinen quién tiene novio?.

Es obvio que no pude evitar negarme ante la propuesta de Kook, a pesar de que tengo miedo a ciertas cosas, el que no arriesga no gana ¿no?. Fue bastante lindo pese a que no supe que decir al principio.

—¿Quieres ser mi novia?— susurra sobre mis labios aún con su vista puesta sobre mis ojos.

¡Reacciona Bea!.

—S-sí— respondo perpleja asimilando la situación y dibujando una ligera sonrisa de labios en mi rostro.

Él planta un dulce beso en mis labios, un exquisito frenesí que no quiero detener. Mi mente se nubla y me mantengo concentrada en su boca chocando con la mía y sus manos tocando mi cintura. Al separarse sonríe sobre mis labios y saca una cajita de su bolsillo, se da la vuelta mientras la abre y luego se gira para mostrarme.

—Quiero que la tengas siempre contigo— levanta un poco mi cabello colocando el collar adornado con un trébol de cuatro hojas [foto en la cajita multimedia].— Te adoro como no te imaginas

Aún sigo poder creermelo, parece y se siente irreal, de hecho sigo mirando las flores que también me regaló anoche las cuales dejé en el jarrón más bonito que tengo en el centro de la mesita de la sala, pues aquí en Corea las flores son bastante caras, y es por eso que cuando las regalan es importante cuidarlas muy bien, solo se dan a personas de gran valor o una ocasión especial.

Suena cursi, pero es muy lindo.

—¿Y no vas a contarme?— Tae se sienta a mi lado mirando el jarrón.

—Soy novia de Jungkook— espeté lo más rápido que pude.

—¿¡Qué!?, ¿Y-ya te lo pidió?— abre sus ojos con sorpresa y se acerca más a mi.

—Sí, anoche— respondo.

—¡Oh por Dios!, Mi bebé ha encontrado su media naranja— me abraza y pongo cara de disgusto.

—Agh, ya veo porqué Hae y tú se ponen apodos tan...cursis— me quejo en su pecho.

—¡Bea tiene novio!, ¡Bea tiene novio!, ¡Bea tiene novio!— canturrea y aplaude un par de veces sonriente.

—¿Bea qué?— exclama Jin y nos quedamos callados al deshacer el abrazo.

—Yo...debo irme— sonríe Taehyung y escapa.

Sí, ese es mi mejor amigo.

—Ah...hola Jin— saludo nerviosa.

—¿Por qué has estado ocultándome que sales con Jungkook?, ¿Crees que no lo sabía?— se sienta a mi lado.— Pequeña tonta, te vi muchas veces con él al salir de la universidad

—Es que yo...no creí que aceptarías a Jungkook y no sentí que fuese el momento indicado— digo mirando en otra dirección. Puede que Jin sea el menor, pero siempre fuimos él y yo, y por eso nos importa lo que nos suceda y lo que ocultamos.

—Se que te dije que él no me gustaba, pero ¿es a quién quieres no?— sonríe de labios.— Ese bastardo las pagará si te hace daño, ¿entendiste?

—Sí, lo sé, y gracias Jinnie— lo abrazo y él a mí, nos mantenemos unos segundos así hasta que habla de nuevo.

—¿No te ha tocado verdad?, Porque todavía eres una bebé

—¡Jin!— me quejo y este se burla con su característica risa.— Oye métete en lo que quieras pero no en mi vida íntima

—Invitalo a cenar un día de estos, así conozco lo que tendré por cuñado— exclama besando mi frente y se levanta del sofá.— ¡Nada de sexo en casa!— imita mi voz.

—¡Jin!— le grito y siento mis mejillas calientes.

Indecente.

—Vamos, tienes que contarnos a Hae y a mi como sucedió— dice Tae saliendo de la nada tomándome por el brazo y caminando hasta la puerta.— Necesito todo con detalles ¿ok?

•••

—¡Oh lord!— responde Haerin impresionada comiendo las cotufas del tazón que preparó para escuchar la historia.

Exagerada.

—¿No fue demasiado cursi?— dice Tae.

—Ay por favor, mira quien lo dice— respondo sarcástica.— Señor media naranja

—Espera...¿Mis tíos te aprobaron?— dice Hae cayendo en cuenta, me limito a asentir.— Oh, entonces Jungkook si va enserio

—¿Por qué lo dices?— intento sonar calmada pero en el fondo muero de curiosidad.

—Mi tío no suele aceptar ninguna chica, y de por sí...mi primo jamás llevo una a casa, mi tía tampoco estaba de acuerdo con que tuviera sexo casual en ocasiones, por eso tal vez les impresionó que una chica como tú— me señala de pies a cabeza aunque estoy sentada en su cama.— Pretenda a Jungkook, es como...¿Suerte?

—Si lo dices así, suena mal, digamosle casualidad— le corrijo y se encoje de hombros.— Jungkook no es tan malo como pintabas, tal vez tiene errores como todos pero...es buen chico— lo defiendo.

—¿Nos dejas solas un minuto Tae?— le pide esta y asiente a regañadientes, hay ciertas cosas que ella prefiere hablar en privado.

—¿Qué pasa?— musito al ver cerrarse la puerta.

—No quiero que te haga daño, por favor...no esperes demasiado de Jungkook, se que crees que no es tan malo como se ve pero, eres mi mejor amiga, quizá como mi hermana, y realmente espero que seas feliz y no lo contrario— se sienta a mi lado y me abraza por el hombro.

—Estaré bien, no seas dramática— me río.— Ha sido bueno conmigo, además...sabes que soy dura en ciertas cosas

—No tengo derecho para esto pero no...ya sabes...aún, no quiero que te use

—¿Por qué diablos todos el mundo habla de sexo?— me quejo sin sonar grosera.— Se que Jungkook tiene un físico para morirse pero no es como si mis hormonas se descontrolaran cada que lo tengo cerca

En realidad, sí.

No lo tomes personal, solo no quiero que te hiera Bee— se ríe.— Son tus decisiones, pero me preocupo por ti

—Bueno, es algo que en algún momento sucederá ya que no somos niños— le digo sin mirarla.— Además, siendo que ahora es mi novio...no es tan malo Hae, ¿Aquí en Corea funciona así no?— nos sonreímos mutuamente.

—Se supone, pero ya ves que a Jungkook le valió muchas hectáreas de ver...

—¡Hae!, ¡Tienes visita!— interrumpe su señora madre desde la planta baja, pide permiso y se levanta dejándome sola y pensativa.

Como he dicho antes, el miedo asechante de que Jungkook no se sienta satisfecho conmigo y salga en busca de alguien más, me daba mucho de que pensar, pero no iba a darme por pérdida después de haber dicho que sí. Quizá me llevaría tiempo confiar en su totalidad, pero no era algo que me pareciera imposible siendo que estos últimos meses demostró ser capaz de mantenerse solo conmigo sin necesidad del sexo, debía superar dicho miedo de algún modo, con o sin pareja; por muy díficil que fuese le daré mi voto de confianza, solo por esta vez.

Solo debo confiar en él, ¿verdad?.

Still Whit You | JJK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora