Still Whit You | JJK.

20

—Que cosas dices— reí irónica bebiendo café y volteando la cara.

—Hey mírame— espetó y mire de reojo.—Voltea bien— dice risueño y acate la orden.— Eres linda cuando te sonrojas ¿lo sabías?— me dedico una mirada dulce y reí negando mirando en otra dirección, odio cuando mi rubor se nota.

—Para, no es divertido— advertí amistosamente.

—¿Cuando es tu cumpleaños?— dice curioso poniendo el mentón en su mano.

—10 de marzo, ¿El tuyo?

— El mio...¡1 de septiembre!— comentó con entusiasmo.

¿Debería pensar en un regalo?.
Nah.

—¿Pasatiempo?— pregunté.

—No tengo mucho tiempo de sobra pero en días libres suelo cantar, e intento aprender a tocar guitarra, hacer ejercicio, fotografiar paisajes, ¡Oh y pintar!

—¿Y las chicas?

—¿Qué chicas?— miro incrédulo y reí.—¡Oh las chicas! ¡Oye!— rie también.

—Al parecer son tu pasatiempo también ¿no?— arquee una ceja.

—No malinterpretes hermosa— me mira coqueto.— Eres mi tipo ideal ¿sabías eso?— su descaro me encanta.

—¿Así de descarado eres con las demás?— dije irónica de brazos cruzados.

—Con las demás ni siquiera he llegado a salir— habló un poco más serio.— Se que tienes una mala imagen de mi, pero no deberías suponer tantas cosas preciosa

Eso sonó a regaño.

—Ok ok, lo siento— elevé las manos al nivel de los hombros.— ¿Color favorito?

—No tengo uno, pero se podría decir que el rojo, blanco y negro

—¡Oh el mio igual!— dije entusiasmada por primera vez.— El negro combina con todo

—¿Verdad que sí?, Creí que era el único que pensaba eso— compartimos una risa entre ambos.—¿Comida favorita?

—Es algo difícil sabes...pero creo que la pizza

—¡Oh oh oh!— dijo riendo.— A mi también me gusta la pizza, y las brochetas de cordero— verlo hablar sobre sus cosas favoritas, acaba de volverse mi concepto favorito.

Calma Bea.

—¿Por qué no escucho a ninguna chica decirte Oppa?

—No me gusta, es por eso que te dije que me llamaras Kook o Kookie— explicó y asentí.

Miré el reloj en mí muñeca y ya habían pasado un poco más de 10 minutos, y había prometido volver en menos tiempo así que, hora de irme, lastimosamente, comenzaba a gustarme hablar con el molesto Jeon.

—Oye continuamos luego, prometí volver en 10 minutos— me levanté y Kook me siguió.—¿No vas a enferm...

Dejé de hablar al sentir sus cálidos labios sobre los míos, mis ojos se abrieron ligeramente debido a la impresión, unos segundos después me acostumbré a la sensación y lentamente correspondí el beso pero la mente me traicionó recordándome que estábamos en medio de la cafetería.

Me separé rápidamente dándole un suave empujón a Jungkook el cual no apartaba una sonrisa idiota de su rostro.

—Nos vemos el viernes a las 8— se fue sin decir nada más mientras que yo seguía en estado de shock y las mejillas encendidas gracias al atrevimiento de este chico.