EXTRA

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Jungkook.

—Niñas, hoy se quedan con papá ¿Sí?— inquirio Bea de forma gentil y dulce frente a las niñas.—Mamá volverá pronto, si se portan bien puedo traerles galletas— les soborna y sonrío ante ello, pero pese a eso, sabía que no funcionaria.—Háganle caso a papá, no es no ¿Entendido?— ambas cabecitas diminutas asintieron y ella besó sus frentes.

—Sabes que no va a funcionar ¿Verdad?— me río y ella me pide que me calle con el dedo indice sobre mis labios.

—Finge que sí, por favor, no les des demasiados dulces, no partan jarrones, no hagan desastres, y espérame vivo— ordenó mientras risueño asentía.—Te amo— plantó un corto beso en mis labios.

—Cuídate bien, nena— la acompañé hasta la puerta viendo como se montaba en el auto y partía dejándome solo con mis pequeñas...que en realidad estaban completamente locas.—¡Muy bien niñas, mamá se fue!

—¡Galletas!— gritaron en unísono corriendo en círculos y reí acercándome.

—No no no, mamá dijo que nada de dulces— las señalé y automáticamente colocaron sus tiernos ojitos que tanto me manipulaban.—¡No no no, no hagan eso!, ¡Su madre dijo que no!— las señalé intentando parecer autoritario.—¡Aigoo!— me quejé chasqueando la lengua en el paladar.—¡Yah!, ¡Solo una!

—¡¡¡Sí!!!— gritaron ambas reiteradamente hasta llegar a la cocina.

Me acerqué a la alacena escuchando las súplicas impacientes por las galletas. Pero no me había percatado de que al parecer no habían.

—Niñas—musito observando determinadamente el cajón.— Al parecer ya no quedan galletas— exclamé esta vez seguro y entre el silencio me giré para ver porque nadie hablaba.—Oh por favor, dejen de manipular a su padre de esa forma— me quejé ante sus ojos de cachorro acompañado de pucheros.

¿Será por qué son dos?.

—Vamos al supermercado— suspiré sabiendo lo pésima idea que era.

•••

—No sueltes a Jiwan— le ordené a JuKyo, ambas iban tomadas de la mano y una de mis manos.

Sintiendo el cálido tacto de la pequeña mano de JiWan, revisé detenidamente el estante de la tienda, si había algo que sabía es que no podían ser cualquier tipo de galletas, habían unas específicas para ellas, porque por alguna razón eran sus favoritas. Aún sin soltar a mi hija, removí algunos paquetes de galletas hasta que finalmente encontré mi objetivo.

—¡Listo!— musité sonriente.—Vamos— les dije y comencé a caminar, me distraje con otros productos que comenzaban a hacer falta en casa así que me dispuse a tomar una canasta.

—Papá— exclamó JiWan y emití un sonido nasal.

—¡Oh Demonios, que caro!— me impresioné al ver el precio de los limones. Estaba sumergido en mi mundo de compras, por lo que por un momento olvidé que estaba con las niñas.

Ay no...

—¡Papá!— La pequeña jala mi abrigo y volteo.—JuKyo dijo que no quería tomar mi mano así que se fue

Dios mio esto no puede estar pasando.

—¿Q-Qué J-JuKyo...— intenté musitar pero no pude hacerlo.—Ay no puede ser— respiré hondo y miré a mi alrededor.—¿En qué dirección se fue?— le pregunté y ella señaló.

Con desespero me vi en la necesidad de alzarla, ganaría tiempo de esa manera, me veía similar a un ventilador por la forma en que miraba a todos lados,  JiWan hablaba de otras cosas mientras yo seguía intentando ver la pequeña chaqueta que le pertenece a JuKyo.

Still Whit You | JJK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora