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Bea.

Justo ahora estoy llegando a la dirección que Jungkook me envió anoche, la torre Namsan. Diferente, me gusta, mentiría si dijera que no estoy nerviosa; a pesar de lo molesto que puede ser jungkook en algunas ocasiones, no le quita lo apuesto e intelectual que es. Afortunadamente descubrió cual era mi objeción, sin embargo, no estoy del todo convencida de que lo haya descubierto solo, algo esconde pero ya luego averiguo de que se trata.

Me senté afuera y miré el reloj que marca las 3:15pm, suelo ser un poco más puntual pero hoy me consumió la indecisión sobre que debía usar.

¿Debería usar rosa?— Dije hablando conmigo misma mientras abría el armario. Era gracioso ver que la mitad de él era colorido y la otra mitad era oscuro y gris gracias a la comodidad y mi profesión—¿Negro?

Puse la prenda aún en su respectivo gancho sobre mí admirando mi reflejo en el espejo, bastante bien, Jungkook usa mucho negro así que sería lindo combinar.

Y así fue como terminé con un vaquero negro, una camisa básica blanca con pequeños lunares negros y un abrigo ya que hace frío. Me dispuse a observar el panorama que estaba bastante calmado, saqué un chocolate que llevaba en el bolsillo del abrigo y tranquila y lentamente fuí comiéndolo.

¿Es normal esperar tanto?.

Jungkook.

—¡Maldición quítate!— le grité a Hyuna que está a obstruyendo mi paso hacia el ascensor.

—¡No, vine a hablar contigo Jungkook!

—Es una pena que no quiero escucharte—le dí un leve empujón y me adentré al ascensor, no sin ella adentro por supuesto, se arrastró como gusano allí dentro.

—Jungkook escúchame, ¡quiero recuperar todo lo que perdimos!— su chillona voz hacia que mi paciencia, la muy poca que me queda, se acabara cada vez mas rápido amenazando con querer gritarle. Pero debo contenerme, además no tengo tiempo para eso.

El ascensor abrió las puertas y yo salí a la velocidad de la luz escuchando las estúpidas palabras de Hyuna quien caminaba impaciente a mi lado sin ningún tipo de atención de mi parte, caminé por todo el estacionamiento hasta mi auto pero un poco antes de llegar me detuve.

—¡Hyuna!— Me giré casi botando humo por las orejas, o al menos así se sentía.—¡Basta, lárgate no quiero regresar contigo ya lo dije!— bufé y fui tan rápido como pude a mi auto, tan pronto como subí puse seguros para evitar lo que mi instinto me dijo que sucedería.

—¡Abre la puerta!— a eso me refería, Hyuna golpeó con fuerza el vidrio del auto pero yo solo lo encendí y la ignoré mientras ella seguía gritando como loca afuera.—¿Quieres hacerlo por las malas? ¡Esta bien Jeon Jungkook!

Rodé los ojos y con cuidado de no atropellarla ya que estaba casi encima del vehículo, logré salir del edificio, le di un vistazo al reloj y me percaté de que iba realmente retrasado, ¡casi 30 min!, Bea debe querer matarme y tiene razón en hacerlo. Era insólito que en la primera cita le hiciera esto.

No no no, no ahora por favor.

Mi celular vibró en el bolsillo de mi pantalón y como pude lo saqué sin dejar de mirar el camino y conducir al mismo tiempo, leí el nombre del profesor Kang en la pantalla y una mueca de disgusto apareció en mi rostro. Solo esperaba que no necesitara algún tipo de asistencia médica, no justo ahora.

—¿Maestro Kang?

—Jungkook necesito que vengas al hospital, habitación número 348

—¿Es urgente?, Es que necesito hacer algo antes de ir— insistí con la esperanza de una respuesta positiva.

—Emm...— dudó unos segundos.— te doy 10 minutos solo porque no es una emergencia

Asentí con un sonido nasal y colgué la llamada, estaba por llegar al lugar donde cité a Bea y lo único que espero es que no esté molesta o peor, que se haya marchado.

¿Por qué hoy?.

Aceleré el auto, no podía perder más tiempo. Busqué el número de Bea y lo marqué, lo menos que quiero es que crea que la dejé plantada.

1 repique...2...3...

No contesta, maldita sea.

Cuando la mujer parlante en la línea indicó que el número no estaba disponible, sentí la sangre hervir y aceleré aún más, no me importaba lo peligroso que podía ser la velocidad a la que iba pero realmente me frustraba que cuando por fin tengo una oportunidad con Bea algo daña el chance que me da.

Llegué tan pronto como pude al lugar y cuando estuve estacionado, bajé inmediatamente a buscar a Bea aún llamándola por teléfono, pero sigue sin responder.

—¿Dónde estás?— miré a todos lados mordiendo ligeramente mi labio inferior.

Perdonen lo cortito! Realmente se fue la inspiración con lo sucedido en los G#rmmy, hay que darle mucho amor a los chicos!💌.

Espero les guste 💜.

F*ck grmmys.

Still Whit You | JJK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora