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Holaa, soy yo otra vez, esta vez me intriga saber: ¿De dónde me leen?❤️.

Tras el paso de los días, los pensamientos frenéticos en mi mente no se detenían, intentaba sacarlos constantemente de allí pero a veces era imposible, sobretodo en las noches.

La irritante pregunta de si Jungkook estaba engañandome o no, estaba acabando con mi paciencia. Por ende, tenía que encontrar solución a ello, y no precisamente hablándole de ello, más bien hablando conmigo misma y buscando paz interior.

Aunque se veía estúpido, pues todos los problemas de pareja se arreglan de una sola forma, hablando. Pero, ¿Cómo le preguntaba algo que ni siquiera leí?, básicamente solo estaríamos hablando de suposiciones, y en realidad, juzgar a una persona es igual de irritante como no saber que es lo que sucede.

—Hola linda— exclama Jungkook exaltandome al punto en que cerré mi casillero de golpe.

—Lo siento mucho— me disculpo con una mano en el pecho.

—¿Estás bien?, Lo siento, debí ser más cuidadoso— se disculpa también y me mira preocupado.

—Sí, estoy bien, estaba distraída— respiro profundo y le sonrío.— ¿Tienes descanso?— cambio de tema.

—Sí, supongamos que 15 minutos lo son— se ríe y yo igual.—¿Almorzamos juntos?

—Claro— asiento y este toma mi mano para caminar por el pasillo que nos llevaría al comedor.

Pero el llamado de una chica recostada en el marco de la puerta de un salón hace que nos detengamos.

—¡Jungkook-ah!— exclama risueña la delgada y pálida chica.— ¿Vendrás a la fiesta de esta noche?— se muestra un poco insinuante, debido a que sus gestos indican coqueteo.

—No, no lo creo— exclama Jungkook y siento la sensación de celos invadir cada una de mis entrañas.

¿Quién es?, ¿Por qué responde tan natural aún sabiendo que le coquetea?.

—¡Ah-shh!— se queja, (lean esto como la típica expresión quejosa coreana).— ¡No seas aburrido Jungkook-ah!, Sabes que cuando salimos los dos es como juntar dinamita— se ríe y se acerca un poco meneando su delgada figura.

¿Dinamita?.

La chica parece tener ojos solo para él, ya que desde que nos detuvimos ni siquiera me ha echado a ver, es como si solo estuviese Jungkook frente a ella.

—Vamos Kookie, solo será un rato— me ojea al acercarse.—Puedes llevar a tu amiga si quieres— exclama apenas dándome un vistazo.

¿Podría ser ella la remitente de aquellas cartas?.

La respuesta de Jungkook, una espera que parece eterna, me hace sentir incómoda, se que no debería sentirme así sabiendo que Kookie me quiere, pero a veces la imaginación se echa a volar en momentos realmente inoportunos.

—Me iré primero, permiso— exclamo soltando la mano de mi novio pero él intenta tomarla con fuerza.

—¿No quieres ir?— exclama la chica con amabilidad y eso parecía extraño.

—Estoy bien— interrumpo a Jungkook quien recientemente iba a hablar.

Camino a pasos rápidos desviándome del comedor hacia los baños, al entrar al mismo, lo primero que hago es observarme en el espejo, ¿Qué me sucede?, No suelen importarme estas cosas, ahora me siento más sensible ante cualquier chica que se acerque a él.

Abro el grifo y lavo mis manos, las seco, y respiro profundo visualizandome de nuevo en el espejo horizontal del baño.
Me mentalizo sobre dejar de hacerme la idea de que cualquier chica podría ser una amante de Kookie, y cuando por fin creo que ya me siento capaz de salir entra la chica con la que anteriormente hablaba Jungkook.

Still Whit You | JJK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora