3: La Vida Invisible de Addie LaRue (V.E. Schwab)

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Soy incapaz de imaginar un mundo sin lectura. Una vida entera sin poemas, ni obras de teatro, ni filósofos.


—Cuanto más leía, más pensaba, y cuanto más pensaba, más claro tenía que debía estar en París.

—¿Y a tu familia no le importó?

—Claro que sí. Pero tenía que venir. Aquí es donde moran los filósofos. Aquí habitan los soñadores. No solo es el corazón del mundo, sino también su mente, y esta está cambiando.


«Nerviosa», al igual que «mañana», es una palabra que se refiere a aquello que todavía no ha sucedido. Una palabra que pertenece al futuro, cuando durante tanto tiempo lo único que ha experimentado es el presente.


¿Y si...? ¿Y si han pasado demasiado tiempo separados?


—Déjà vu —dice Bea sacudiendo la cabeza—. ¿Alguna vez, al conocer a alguien por primera vez, has tenido la sensación de que ya has visto a esa persona antes?


A Addie la invade la nostalgia, y se pregunta qué se sentirá al conocer a alguien tan a fondo y ver que ese conocimiento se mueve en ambas direcciones.


¿Alguna vez has sentido que se te agota el tiempo? Addie parpadea, y de pronto viaja trescientos años atrás y está de nuevo de rodillas en el suelo del bosque, con las manos hundidas en la tierra musgosa mientras las campanas de la iglesia reverberan a su espalda.—Y no me refiero a eso que dice la gente normalmente, ese dicho de «El tiempo vuela» —está diciendo Henry—. Sino a sentir que se esfuma como una estrella fugaz y tú intentas alcanzarlo, intentas aferrarte a él pero sigue alejándose de ti. Y cada segundo que pasa, el tiempo se agota un poco más y la atmósfera es más opresiva, y a veces cuando estoy sentado ,empiezo a pensar en ello, y cuando eso ocurre, me falta el aire. Y tengo que levantarme y ponerme en marcha.


Y a ella se le parte el corazón, porque, como no podría ser de otro modo, no disponen de un mañana, solo de esta noche, y Addie no está preparada para que el hilo se quiebre, para que la noche acabe.


—Soy la noche misma. Lo veo todo.


»¿Alguna vez has tenido algo que adores y detestes al mismo tiempo, pero aun así no soportes la idea de deshacerte de ello? Algo que casi desearías perder, porque desaparecería, y no sería culpa tuya...


Pero lo único que ve es a alguien triste, perdido, en busca de algo. 


Desearía que las cosas no se le escurrieran de los dedos como la arena.


Así es cómo se llega hasta el fin de los tiempos. Así es cómo se vive para siempre. Primero un día, y luego otro y otro, y te conformas con lo que tienes, saboreas cada segundo robado, te aferras a cada momento hasta que desaparece.


Resulta sencillo ser sincera cuando no hay palabras erróneas, pues estas no permanecen en la memoria. Cuando lo que dices te pertenece solo a ti.


Todas las veces, sin importar lo trascendental o insignificante de la situación, siente como si su corazón volviera a hacerse pedazos en el interior de su pecho.

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