Algo tan sencillo como tuitear te quiero (Blue Jeans)

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— ¿Me quieres?
— ¿Lo dudas?
En su sonrisa encuentra la respuesta. Por supuesto que no lo duda.



El primer beso, su primer beso. ¿Cómo describir aquel instante? Todavía no se han inventado palabras para hacerlo.



— Las personas cambian. También te puede ocurrir a ti y de repente dejar de quererme. No serías el primero al que le pasa.
— ¿Crees de verdad que alguna vez podré dejar de quererte? ¿Lo dices en serio?
— No, no lo digo en serio.
— No quiero que tengas dudas sobre eso.
— Perdona. No entiendo por qué te lo he dicho. Sé que me quieres mucho.
—Muchísimo. No sabes cuánto—. Y siempre será así.
Siempre es una palabra muy fuerte.
— Fuerte es lo que siento por ti. El tiempo no me asusta. Y tampoco los cambios. Quererte es lo mejor que me ha pasado y nada ni nadie va a impedir que eso continúe siendo así.



Nadie cree en los amores adolescentes ni en su longevidad. Ella tampoco lo hacía hasta que apareció él y, desde entonces, incluso el infinito le parece un intervalo de tiempo demasiado corto. Sus sentimientos van más allá de quererle o de necesitarle.



Sé lo que siento. Y sé que esto no lo volveré a sentir por otra persona. Es imposible. Te quiero muchísimo. Me da igual que tengamos quince años. Me da igual lo que digan los demás. Me da igual tener que esperar para poder hacer esto de verdad... Lo único que me importa es lo que siento por ti. Y aunque te mereces un anillo más bonito, más caro y que brille mucho más... , este anillo es la prueba de que quiero pasar toda la vida contigo. Pequeña, ¿te quieres casar conmigo?


Solo se sienten y están el uno para el otro.



Solo hace cuatro semanas que conoce a esa chica, pero haría lo que fuera por ella.



Es desesperante estar enamorado de alguien que guarda tantas cosas en secreto.



— Me da igual cómo seas. El físico me da lo mismo.
— A nadie le da igual el físico.
— A mí sí —. Qué más da si eres alta o baja, morena o rubia. Guapa o menos guapa.



Jamás se había obsesionado tanto por alguien. ¿Es posible enamorarse de una persona a quien nunca has visto? Está seguro de conocer la respuesta. Del cómo y del porqué no tiene ni idea. Pero su amor es real y verdadero. Hasta tiene sueños con ella.



Está convencido de que el amor finalmente podrá con todo y que irán superando etapas.



— Todos cometemos errores.
— Lo sé. Pero unos lo llevamos peor que otros.



— ¿Eres como una de esas maniática perfeccionistas obsesivas?
— Algo así.
— ¿Y no eres muy joven para preocuparte tanto por las cosas?
— No puedo evitarlo. Me sale solo.
— No puedes controlarlo...
— Sé que debo aprender a tomarme las cosas de otra manera. Pero no es sencillo para mí. Quizá el resto del mundo no pueda entenderlo. A veces ni siquiera yo lo comprendo.
— ¿Has ido a algún psicólogo?
— No. No me gustan.
— ¿Por qué?
— Simplemente, porque no quiero contarle a nadie mis problemas.
— Me los estás contando a mí.



Esa canción podría haber sido para ella. Como todas las que componía. Como todas las que le susurraba. Como todas las canciones que le dedicaba un día y otro día, durante casi dos años. Cada noche, cada melodía... eran para la chica que le había robado el alma. Es hora de cambiar. De encontrar otras motivaciones, otras razones para vivir. Por eso y para eso está allí. Aunque, de momento, solo tiene ganas de encerrarse en sí mismo y dejarse embaucar por el sonido melancólico de su guitarra.



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