Frases de Libros

1: Nimbo (Neal Shusterman)

«En un mundo perfecto, ¿acaso no deberíamos disfrutar todos de nuestro trabajo?», había escrito Goddard.

Ser quien quisiera ser. ¿No era esa la principal ventaja de un mundo perfecto? ¿Que no había límites para lo que una persona pudiera hacer o ser?

La muerte debe existir para que la vida signifique algo.

Aun así, también percibo dentro de mí una soledad que no se alivia con las conversaciones que todos los días mantengo con los muchos miles de millones de humanos que pueblan el mundo. Porque, aunque todo lo que soy procede de ellos, no soy uno de ellos.

De repente, su teléfono, su bolso, sus uñas, su manga y su botón no importaban nada. Toda su vida acababa de recuperar la perspectiva.

Siempre me han preocupado aquellos con grandes posibilidades de cambiar el mundo. Nunca puedo predecir cómo conseguirán ese cambio, sólo que es probable que lo hagan.

Así que me limito a verla volar o caer.

Resulta muy frustrante contar con tanto poder y, a la vez, sentirse tan impotente para emplearlo en los momentos importantes.

Nadie puede dominar por completo el arte de conducir porque no hay dos viajes exactamente iguales —le había dicho Curie—. Pero una vez que lo controles, comprobarás que es gratificante; liberador, incluso.

Estaba llamando la atención por intentar no llamar la atención.

En sus ojos se leía una frialdad cansada de alguien que ha visto más de lo que debería y que ha dejado de preocuparse por ello para poder salvar lo que le quedaba de alma. 

Entonces sonrió, y su sonrisa era cálida. Genuina. <<Ahí estás, Rowan —pensó ella—. Te escondías, pero te he encontrado>>.

Aun así, querer hacer algo y hacerlo de verdad eran dos cosas muy distintas.

La última vez que se habían visto, ambos dijeron las palabras que habían jurado no intercambiarse nunca. En el ardor de aquella situación tan desesperada como triunfal, él le dijo que la quería y ella reconoció que sí, que ella también a él. Pero ¿de qué les servía eso ahora? Era como si existieran en dos universos distintos. Regodearse en tales sentimientos no los llevaría a nada bueno. Aun así, seguía dándole vueltas a la idea. Incluso consideró la posibilidad de repetirle aquellas palabras..., pero se mordió la lengua.

No sé bien en qué cree, salvo, quizás, en la justicia... a toda costa.

Pero en ocasiones la oscuridad es necesaria como medio para conseguir un fin.

Si algo se puede decir de mí, es que soy poderoso.

—Tranquilo, nadie sabe que estoy aquí. ¿Por qué siempre crees que todo el mundo va a por ti.